CHETUMAL, QR.- Por lo menos el 60 por ciento de los trabajadores de los bares, restaurantes y centros nocturnos de la capital han resultado infectados por Covid-19, informó el presidente de la Unión de Propietarios de Bares, Restaurantes y Similares, Joaquín Noh Mayo.

El empresario señaló que los contagios alcanzaron a estos negocios que durante la pandemia fueron los más afectados económicamente, al ser considerados al final de la lista de las actividades no esenciales y que por ello, permanecieron cerrados durante varios meses.

También te puede interesar: Aplazan por tercera vez la reapertura de la frontera de Belice

Los afiliados en este momento en la unión son alrededor de 180, de los cuales poco más de 110 son restaurantes, bares, restaurante-bar y centros nocturnos; el resto, minisúper o subagencias.

Los más afectados son los que cuentan con más personal y que por la pandemia tuvieron que recortar su nómina.

Laboran bares con 70% del personal

Aun con las complicaciones actualmente los restaurantes, bares y centros nocturnos, laboran con el 70 por ciento de su personal, lo que equivale a cerca de mil 500 empleados.

De esta cantidad el 60 por ciento ha resultado positivo a Covid-19 o con síntomas de la enfermedad durante la pandemia, reveló Noh Mayo.

Destacó que de forma inmediata cuando se conoce de algún trabajador con síntomas es retirado, para que acuda al médico, se haga la prueba de Covid-19 y en su caso, de salir positivo, mantener la cuarentena respectiva.

En caso de que salga negativo y permanezca con síntomas, retorna a trabajar hasta que haya salido del cuadro del padecimiento que tenga.

“En este tipo de negocios y más en estos momentos, no se puede tener a una persona con síntomas en la cocina, como mesero o cajero, pues además de ser antihigiénico representa un riesgo”, agregó.

Los trabajadores son, principalmente, los que tienen que respetar los protocolos sanitarios que se han instalado en los negocios, para protección propia y de la clientela.

Estos giros tienen por lo menos que considerar la sana distancia entre mesas, el aforo respectivo de personas, el uso de cubrebocas, la aplicación de gel y el tapete sanitizante.

Además de que cuentan con una inspección constante de las autoridades sanitarias y ante cualquier violación se aplican multas.

La mayoría de los bares de la ciudad tuvieron que “mutar” a restaurantes para poder operar en semáforo epidemiológico amarillo o naranja, con inversión desde los 30 mil hasta los 200 mil pesos.

La situación ha obligado también a pedir descuentos en sus resellos para poder renovar sus patentes, hasta ahora han logrado un máximo del 65 por ciento de condonación.

Google News