Itzel González | R360

CANCÚN, QRoo.- Todo comenzó hace unos meses en un mercado pequeño al sur de China, dentro se encontraban a la venta animales como mapaches, víboras, zorros y murciélagos para consumo humano. El primer contagio conocido de Covid-19 tuvo lugar el pasado 17 de noviembre, se dice que el brote surgió de animal a persona; muchos especulan que el supuesto animal que causó la transmisión de este virus fue el murciélago, ya que anteriormente causaron otras enfermedades como el SARS. 

Ahora que entramos en contexto, sabemos que es un virus chino, probablemente transmitido por un animal, en específico un murciélago; las cosas pasaron extremadamente rápido, un día el virus estaba únicamente en China, a las pocas semanas en Italia, luego España, Estados Unidos y para terminar en México. 

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Ya no eran cosas de memes, de chistes sin sentido, de videos graciosos, de canciones; ya era algo preocupante, algo que podría ocurrirle a cualquiera, las personas al principio lo tomaron como un virus más, como algo sin importancia. 

No fue hasta hace unos días, que declararon que esto era una pandemia y que era de suma importancia permanecer en casa. Como siempre las fake news no podían faltar, se comenzó a difundir información errónea sobre este virus; claramente en México no estamos preparados para cierta información y fue así como la gente entró en pánico, comenzó a hacer compras excesivas, de comida, farmacéuticos, papel de baño, entre otras cosas. 

Los supermercados quedaron vacíos; se difundían videos de personas peleando por aerosoles desinfectantes, papeles, comidas, los cubrebocas, los geles antibacteriales, todo se esfumó casi de inmediato. 

No pasaron tantos días para que las escuelas, áreas comunes y establecimientos necesitaran cerrar sus puertas, esto se convirtió en una pandemia; al principio costaba creerlo, costaba pensar que esto realmente estaba pasando, pero en efecto, está pasando.

El gobierno emitió un comunicado, en el cual decía que estaríamos en cuarentena, que nadie saliera de casa si no era realmente necesario, lavarse las manos constantemente, no tocarse la cara, no saludar de beso, estar al menos un metro de distancia de las personas; estas son algunas de las medidas que dieron a conocer para evitar el contagio. Las familias comenzaron a preocuparse, a tomar medidas extremas pero necesarias, y es aquí cuando uno entiende que ya no es responsabilidad de uno, sino de todos. 

Tomar conciencia de que esto es un problema grave, puede tomar tiempo, pero me pregunto, ¿es necesario esperar a que le pase a algún familiar para ser conscientes?, por supuesto que no.

México es un país rico en todos los sentidos, a pesar de tener un presidente al que parece no importarle la situación, confío plenamente en que todos los mexicanos nos uniremos para salir adelante. No salir de casa para evitar el contagio puede ser difícil ya que estamos acostumbrados a una vida dinámica, pero valdrá la pena el arriesgar unos días de fiesta, de compra, de ver a la amiga, de hacer reuniones; pero todo valdrá la pena al final, ya que veamos que el virus no nos pudo consumir.

Alondra Reyes | R360

CANCÚN, QRoo.- Una mañana como cualquier otra, se siente un ambiente un poco tenso entre mis amigos y compañeros; sin embargo, ese sentimiento, con el paso de los días se va haciendo más ligero; no obstante, seguía ahí. La noticia de que una rara enfermedad había surgido en China el 17 de noviembre del año 2019, era cada vez más frecuente; miles de videos sobre gente desmayándose y cayendo al piso gráficamente eran más notorios, gracias al morbo de algunos y el interés de informar lo que estaba pasando de otros, de esta forma invadían nuestras pantallas poco a poco.

Muchísimos sentimientos nos llenaron al saber que desaparecieron un gran numero de habitantes de China, porque habían salido de viaje alrededor del mundo, antes de darse a conocer esta noticia; ahora solo era cuestión de tiempo para escuchar sobre alguien, en algún otro país, que se encontrara enfermo.

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Hoy se escuchó una noticia de que algún famoso se enfermó, sin embargo, no hay de qué preocuparse, se encuentra al otro lado del mundo. Las fronteras de algunos países de Europa se cierran, eventos se cancelan, se ven las primeras medidas de emergencia que toman algunas ciudades, como la cuarentena total para todos sus habitantes, pero… no hay de que preocuparse, es hasta el otro lado del mundo.

Solo que vaya, “hola realidad”, ¿cuánto tiempo esperábamos estar exentos de esto?, ¿cuánto tiempo creían que nos dejarían fuera del juego? En cuestión de meses atravesó mares, ríos, montañas; y sin importarle las fronteras, la religión, las creencias o el estado socioeconómico de las personas, llegó a nosotros este dichoso Covid-19, o más popularmente conocido como coronavirus. 

El 28 de febrero se reporta el primer caso de coronavirus en México, a causa de que una persona de 35 años viajó a Italia. A partir de ahí, el miedo y la histeria se volvieron a alimentar de cada uno de nosotros, para que día con día se fueran haciendo más y más grandes. Ahora sí, cada vez es más frecuente ver nuestros perfiles, estados, feeds y notificaciones a reventar de imágenes y videos que nos muestran la forma correcta de lavarnos las manos, las acciones que debemos evitar para contagiarnos, e incluso lo que debemos comer y lo que no para evitar el famoso coronavirus. 

Un boom en Internet en sus inicios, personas de todo tipo salieron a dejar sus mejores memes, sus mejores teorías conspiracionistas; algunos escépticos al tema, y resurgieron del olvido películas muy buenas, hablando de enfermedades mortales, estableciéndolas en la lista de los más vistos en plataformas de streaming.

Sin embargo, solo bastó de algunas semanas para hacernos ver lo frágiles que somos ante cosas tan ágiles como estas; lugares que hace dos semanas era muy común que estuvieran llenos, ahora se encontrarán vacíos o con muy poca gente, los videos y los memes que antes circulaban por las redes sobre el coronavirus, ahora son sobre la cuarentena y las clases en línea, como si no existiera un remedio y nos conformáramos con lo que pasa.

Acciones tan comunes como saludar o despedirnos de beso, darle la mano a alguien o estar en un lugar público, hoy nos dan miedo; ya que nunca se sabe si donde nos encontramos justo ahora pudo haber estado una persona que haya estado en contacto…o peor aún que haya sido portadora de la mismísima enfermedad. Presentar unos simples síntomas de gripe, causa temor y pánico en nosotros y en las personas que nos rodean. Algunos aún, con sentido del humor, dicen que se previenen de más ya que nunca se sabe cuándo puedes ser asintomáticos o portadores del virus; pero, ¿y si no están equivocados?, ¿y si lo qué hacen está bien? 

Así es como cada vez las iglesias, escuelas, universidades, gimnasios, y tiendas cierran con el paso de los días. Que alguien más se enfermó, que alguien más está en riesgo de perder su empleo, las calles se ven vacías y las pequeñas ciudades más tranquilas. El gel antibacterial, toallitas húmedas y cosas de higiene personal se están acabando y quedando en desabasto, todo por las compras de pánico hechas por las asustadas familias.

¿Por qué cómo no temerle a algo tan pequeño e invisible, que puede ser mortal para nosotros o para un ser querido?, algo que puede ser un malestar de unas horas o unos días para algunos, para otros puede significar días o semanas de malestares, dolores e incluso esos podrían llegar a ser sus últimos días. 

México, pareciera que cada semana tiene algo nuevo de que hablar, hace un par de semanas la rifa del avión presidencial, hace tan solo una, el paro nacional a causa de los feminicidios; y hoy, el adelanto de las vacaciones y la histeria colectiva a causa de un virus que puede o no acabar con nuestras vidas, todo esto solo provoca que la paranoia vaya en gran aumento.

Ahora, lo mejor que puedes desear es que se tenga conciencia, que la gente no salga de sus casas, que se tomen las medidas necesarias para evitar el contagio y algunos de estos mensajes adjuntando una imagen ilustrando lo antes dicho.