El cierre de precampaña de la candidata del PRI, PAN y PRD, Xóchitl Gálvez Ruiz, dio motivo al lanzamiento de una campaña mediática triunfalista, con plumas y voces de los principales medios de comunicación tradicionales, apoyando la resurrección de una precandidata presidencial que no termina de convencer ni a su propio electorado.

Esta semana, los medios tradicionales, a través de sus articulistas y columnistas, en el caso de los medios impresos, desplegaron una amplia campaña para anclar sus argumentos en el discurso de cierre de precampaña de Xóchitl Gálvez Ruiz, el cual recibió distintos calificativos, que van desde la elocuencia hasta lo que la Cuarta Transformación, y en específico, el presidente Andrés Manuel López Obrador, les ha quitado.

También te puede interesar: Opinión: Cinco razones por las que Claudia ganará y Xóchitl perderá la Presidencia de México 2024

Los análisis superficiales que se hicieron en estos días, son más bien mensajes propagandísticos, llenos de lugares comunes y que tratan de explotar el descontento de algunos sectores de la población por las medidas adoptadas por la 4T en el Gobierno de México.

En esos mensajes se ha tratado de reducir la figura de Claudia Sheinbaum Pardo, intentando, con muy poco éxito, vender la idea de que es un títere del presidente. La “invitación” de Xóchitl Gálvez Ruiz a la ex jefa de gobierno de la CDMX de debatir, fue aplaudida por los emisarios de una prensa que no se dice facciosa, pero que todos los días milita a favor de Gálvez Ruiz. Ese hecho estuvo fuera de lugar, ya que lo que da pie y certeza y confiabilidad a ese tipo de ejercicios, es que los organice el árbitro electoral, en este caso el Instituto Nacional Electoral, que incluso ha definido que su difusión sea de carácter obligatorio.

Entre los varios argumentos de los propagandistas militantes de la derecha y protectores del estatus quo de los privilegios, está la de implantar la idea de que el discurso de Xóchitl Gálvez fue “poderoso”, con críticas “demoledoras” al Gobierno.

Esas mismas “críticas” son las que Gálvez Ruiz ha instalado en su discurso desde que fue elegida por el poder económico y político en México y su brazo propagandístico, la llamada prensa libre. 

Niños con cáncer sin medicamentos; madres sin guarderías; escasez de medicinas; obras que no sirven; el desprecio a las madres buscadoras, y un sinfín de temas fabricados por los medios en unos casos, y exagerados en otros, son los que dominan la narrativa mediática de la precandidata del PRI, PAN y PRD.

Pese a que en La Mañanera se ha dado explicación con datos oficiales de la situación de cada uno de esos temas, los medios, en cascada, la desacreditan -sin bases-, y en oposición repiten una y otra vez una narrativa construida con falsedades o verdades a medias, para tratar de penetrar en el inconsciente colectivo.

La narrativa de Xóchitl Gálvez 

En la narrativa de Xóchitl Gálvez Ruiz se abandonaron las líneas discursivas del gobierno populista; del Presidente que convertiría al país en Venezuela o Cuba, o del virus del comunismo, porque son entelequias que su clientela electoral poco entiende.

Uno de los propagandistas principales de la oposición, Héctor Aguilar Camín, en su columna en Milenio, trata de dirigir, y al mismo tiempo, adelantar la estrategia discursiva de la campaña que busca salvar a Gálvez Ruiz. Para él, desde el punto de vista del discurso, la opción de continuidad de Claudia Sheinbaum es débil frente a la del cambio y la defensa de valores como la vida, la verdad y la libertad, de Xóchitl Gálvez. Pero el también historiador se entrampa al señalar que los discursos no ganan elecciones; si fuera así, se descalifica a sí mismo con la oferta de cambio que ofrece la abanderada del PRI, PAN y PRD.

Estamos a menos de cinco meses de que ocurran los comicios más grandes en la historia de México, y los adversarios del régimen de López Obrador están lanzando una campaña mediática para hacer que su candidata presidencial suba en las encuestas, herramientas de medición cuyos resultados Xóchitl Gálvez rechaza una y otra vez.

Pero los consorcios que dominan la esfera mediática de México, nuevamente vuelven a caer en el error de creer que el país es el que gobernaron el PRI y el PAN, con el apoyo de la “prensa libre”.

Las recetas de librito ya no funcionan en un mundo en el que las redes sociales acaparan ahora la opinión pública. Y ahí es donde la 4T ha ganado las últimas batallas electorales.

Google News