CHETUMAL, QRoo.- Las instalaciones del Centro de Control, Cómputo y Comando (C4), la Academia de Policía y el Centro de Evaluación Control y Confianza (C3) se han vuelto un detonante de casos sospechosos y positivos de Covid-19, al estar los trabajadores y elementos expuestos sin las medidas necesarias, sin pasar por alto que muchos padecen enfermedades crónico degenerativas.
El secretario de Seguridad Pública del estado, Alberto Capella Ibarra, desde el pasado domingo anunció el regreso a las medidas de inmovilidad y de confinamiento social para evitar casos de Covid-19 en varios municipios, principalmente en la capital del estado.
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La justificación tanto de él como del gobernador, Carlos Joaquín, es que hay gente irresponsable que no está acatando los protocolos o medidas sanitarias y por ello se tuvo que regresar a la implementación de acciones para prevenir contagios.
Sin embargo trabajadores y elementos de la SSP, que pidieron el anonimato, aseguraron que “Capella es bueno para juzgar y culpar, pero no es bueno para proteger a su personal, pues muchos de los trabajadores que hoy en día mantiene en sus oficinas no cuentan con la protección necesaria, eso también es irresponsabilidad”.
Como ejemplo citaron el caso de las instalaciones del C4, que dirige Yei Bee Cereser López, que está bajo responsabilidad de la SSP, en donde varios de los trabajadores han dado positivos a la enfermedad por no tener los insumos necesarios de protección, y por estar laborando en condiciones no aptas que tienen que ver también con la sana distancia.
Dijeron que el secretario de Seguridad Pública no está tomando en cuenta el riesgo que corre la gente al acudir a las oficinas y si bien es una actividad esencial, ni siquiera se ha preocupado por dotar al personal de lo mínimo indispensable, lo único que se distribuye son cubrebocas de mala calidad.
A un costado del C4 se encuentra la Academia de Policía en donde siguen obligando a los elementos policiacos a asistir, sin importar que prevalezca una condición crítica en cuanto a contagios. Los elementos policiacos ya tienen suficiente con estar expuestos en las calles como para que lleguen a las oficinas a contagiar al personal que ahí labora o a contagiarse, situación que ya ha ocurrido también.
Otra área que se encuentra en los terrenos del C4, pero que pertenece a la Secretaría de Gobierno que encabeza Arturo Contreras Castillo, es el C3, en donde trabajadores señalan a la directora Lorena Hernández de obligar al personal a realizar actividades presenciales y no esenciales, pese a que por decreto está prohibido.
Con ello pone en riesgo a los trabajadores que padecen diversas enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y colesterol (obesidad), además de obligar a madres con hijos pequeños a que acudan a laborar, bajo el argumento de que los exámenes de control y confianza no pueden detenerse. Ello ocurre pese a que en el C3 se han registrado casos positivos de la enfermedad.
Para los trabajadores la intención de la directora es “para quedar bien con Capella Ibarra aunque con ello se ponga en riesgo al personal, ya que las evaluaciones tardan horas y en espacios pequeños”.
En las instalaciones donde se encuentran estos tres edificios también está la oficina principal de Capella Ibarra, ni siquiera por ello, dicen los trabajadores, se preocupa.
