CIUDAD DE MÉXICO.- A pesar de que se conoce sobre el arribo del sargazo en Quintana Roo desde 2015, autoridades estatales y federales no han sabido cómo frenarlo.

Así lo expresó Iván Restrepo en su columna de La Jornada, quien está al pendiente de este fenómeno desde hace tiempo.

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Destaca que el sargazo es un alga que arriba a las costas del Caribe debido a las altas temperaturas del mar provocado por el calentamiento global.

Recuerda que en aquel 2015 especialistas exigieron buscar mejores estrategias para recogerlo y utilizarlo en actividades productivas, pero nada se hizo pese a las promesas.

En marzo de 2018 el sargazo llegó nuevamente al litoral de Quintana Roo en cantidades récord, calificando el fenómeno como un “desastre ecológico” que afectó principalmente al turismo y minimizando su impacto ambiental.

Rafael Pacchiano, titular de la Semarnat, sostuvo en aquella ocasión que el gobierno federal sí atendió el tema del sargazo al destinar 200 millones de pesos para los trabajos de recolección del alga mar adentro.

Sin embargo, el gobierno estatal pedía 610 millones de pesos para la causa, por lo que las acciones realizadas sirvieron de poco, y el sargazo recolectado lo llevaron a sitios inadecuados.

En 2019, a sabiendas de su llegada, la nueva administración federal se encargó del problema y tuvo varias reuniones, entre ellas internacionales, con expertos para recoger el alga en el mar. Empresarios, científicos, funcionarios locales y estatales también participaron.

Se prometió financiamiento para trabajos de investigación y tecnológicos para evitar el arribo de sargazo a las costas quintanarroenses. Aunque, la situación se consideró de “emergencia”, el apoyo esperado nunca se realizó, señala Restrepo.

Sargazo arriba sin control a Quintana Roo… otra vez

La semana pasada, llegaron 9 mil 600 toneladas de sargazo y aún no hay estrategia adecuada para enfrentar esta emergencia. Los empresarios exigen que se decrete “alerta sanitaria”.

  • Algunos de los inconvenientes que destaca Restrepo en la actual estrategia son:
  • Los barcos de la Secretaría de Marina no pueden recoger toda el alga
  • Las mallas para detener el alga no funcionan
  • Los integrantes de los centros de investigación tecnológica y marina no tienen desde hace años recursos para los estudios requeridos
  • No existe la coordinación requerida entre los sectores público y privado para resolver la situación.

Además, la Semarnat declara no tener un diagnóstico de lo que sucede.

Con información de La Jornada

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