MÉRIDA, Yuc.- Con el apoyo de la Fundación John Deere, empleados voluntarios de esa filial estadounidense en México y un grupo campesinos unieron fuerzas para cosechar frijoles y calabaza y trabajar con mujeres emprendedoras.

A través de Milpa para la Vida (Milpa for Life), la Fundación John Deere ayudará a dos mil 700 familias campesinas a pequeña escala de Yucatán y Campeche, aumentar la productividad agrícola, los ingresos y la gestión sostenible de la tierra.

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Las familias campesinas producen cerca del 40 por ciento de los alimentos en México, sin embargo constituyen la población con mayor inseguridad alimentaria, especialmente en las comunidades rurales del sureste del país, donde se presentan los mayores índices de pobreza, resultado del abandono gubernamental por años de los programas de apoyo a los campesinos.

Beneficios de los apoyos a campesinos

Milpa para la Vida utiliza un enfoque de agricultura de conservación para aumentar la productividad y la calidad del sistema tradicional de la milpa (maíz, frijol y calabaza, conocidos como “las tres hermanas”), lo que resulta en mejora de la nutrición y los ingresos de las familias, contribuyendo a la salud de los ecosistemas y a la adaptación al cambio climático.

Las familias participantes en el programa también mejoran su bienestar económico y nutricional al diversificar su producción con aves de corral, apicultura y cerdos criollos mexicanos.

El proyecto Milpa para la Vida se creó en noviembre de 2021 mediante una asociación entre la Fundación John Deere y Heifer International, en concordancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

Un componente vital de la asociación es la participación de los empleados voluntarios de John Deere en las visitas anuales al proyecto y a las comunidades para crear conciencia sobre el duro trabajo que conlleva producir alimentos sanos a pequeña escala, aplicar tecnologías respetuosas con el medio ambiente y al mismo tiempo, mantener ingresos suficientes para lograr una calidad de vida digna, señala un comunicado de prensa.

Durante la visita de este año, un grupo de 16 empleados voluntarios visitaron las comunidades de Ekpedz, Cocoyol y Emiliano Zapata en Yucatán, México. Trabajaron con las familias agricultoras, visitaron sus casas y milpas y conocieron los retos a los que se enfrentan las y los agricultores y las familias indígenas de la región.

Jesús Garrido, director general de la Fábrica de Motores John Deere en Torreón, Coahuila, fue parte de los voluntarios que visitaron el proyecto.

El director ejecutivo de Heifer Internacional México, Gustavo Maldonado, destacó que a través de este proyecto, que tiene una duración de 36 meses, se implementan acciones que no sólo apoyan a las familias y fortalecen su sistema productivo, sino que promueven el liderazgo y la toma de decisiones de las mujeres en la economía familiar.

Por su parte, Arun Pandey, responsable global de responsabilidad social corporativa de John Deere, dijo que la Fundación John Deere tiene el privilegio de trabajar con Heifer International por una poderosa razón: creemos que la agricultura es la clave para un futuro sostenible sin hambre.

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