El 4 de abril de 2025 será recordado como un viernes negro para los mercados financieros mundiales, tras la decisión de China de imponer un arancel del 34% a todas las importaciones provenientes de Estados Unidos.
Esta medida es una respuesta directa a los aranceles anunciados previamente por el presidente estadounidense, Donald Trump, quien estableció gravámenes de al menos un 10% a las importaciones de todos los países, con tasas más altas para ciertos socios comerciales.
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China tumba las bolsas en el mundo
La reacción en las bolsas fue inmediata y severa. Wall Street experimentó una de sus peores jornadas en años: el Dow Jones cayó un 50.92%, el Nasdaq un 5.73% y el S&P 500 un 5.46%. Estas pérdidas se traducen en una disminución de aproximadamente 6,4 billones de dólares en dos sesiones.
En Europa, el panorama fue similar; el IBEX 35 de España descendió un 5.83%, mientras que el FTSE MIB italiano lideró las caídas con un 6.53%.
La escalada en la guerra comercial ha generado preocupación entre los líderes financieros. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advirtió sobre el riesgo de estanflación, una combinación de estancamiento económico e inflación, como consecuencia de los aranceles.

Por su parte, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Guo Jiakun, instó a Estados Unidos a cesar su “injusta” guerra arancelaria, señalando que estas políticas han desencadenado un colapso significativo en los mercados financieros globales.
Además de los aranceles, China anunció controles de exportación sobre elementos de tierras raras esenciales para la tecnología, como el gadolinio y el itrio, lo que podría afectar a diversas industrias a nivel mundial.

Analistas advierten que estas tensiones comerciales podrían reducir el crecimiento del PIB global en 0.5 puntos porcentuales, con efectos más pronunciados en las economías de Estados Unidos y China.
La comunidad internacional observa con inquietud esta escalada de medidas proteccionistas, temiendo que pueda desencadenar una recesión económica global si no se logra una solución negociada en el corto plazo.