CANCÚN, QR.- Científicos del Centro Interdisciplinario de Investigaciones y Estudios sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Ciemda) analizan las zonas costeras de México tras la alerta internacional por alimentos de mar contaminados por microplásticos.

Entre los estudios que se realizan en aguas dulces y marinas del país, se encuentran las playas que van desde Cancún hasta Tulum.

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De acuerdo con el doctor Jonathan Muthuswamy Ponniah, quien lidera el proyecto, en dos meses dará a conocer los resultados que arrojó su investigación en las cosas del Caribe mexicano sobre la contaminación con microplásticos.

“En las zonas turísticas de alta demanda estudiadas, se ha localizado alrededor de 600 hasta 800 microplásticos por metro cuadrado, incluso hay lugares altamente contaminados que tienen hasta mil 500 partículas de microplásticos por metro cuadrado. Esto es mucho, pues, zonas costeras alejadas de las ciudades tienen entre 200 y 400 partículas de miproplásticos por metro cuadrado”, alertó.

Le preocupa que a nivel global 70% de los desechos plásticos se encuentren en los océanos contaminando de una forma alarmante a los ecosistemas marinos por la gran cantidad de microplásticos degradados en los cuerpos de agua.

Ante esta problemática, el grupo de investigación del Ciiemad del Instituto Politécnico Nacional (IPN), desde hace varios años, estudia las playas mexicanas para determinar el estado en que se encuentran por este contaminante y las afecciones en la salud de las personas por el consumo de peces contaminados.

Contaminación por microplásticos

MicroplásticosProductos de plástico dañan la vida marina. Foto: Teresa Pérez

El científico del Muthuswamy Ponniah, quien es originario de la India, y especialista en Geoquímica Costera y Geología Ambiental y Tsunamis, aseguró que el estudio va dirigido a la contaminación por los mega y microplásticos en agua y sedimentos de playas turísticas.

Explicó la forma en cómo circulan micro y nanoplástico en los cuerpos de agua y después en los peces, cuando se alimentan.

Aseguró que el tipo de microplástico localizado en algunas zonas está relacionado con la cercanía o lejanía de las ciudades, pues, entre más cercana esté la ciudad de las playas, habrá mayor porcentaje de microplásticos en las aguas y, por ende, mayor contaminación en las especies y en el destino final para consumo.

En las costas se han localizado microplásticos como: nylon, polietileno, polipropileno, tetranilo, fibras y granulados.

“Nosotros, como humanos. ya estamos comiendo de una u otra manera microplásticos, incluso, hay estudios que los detectaron en la sangre de humana y en la placenta de las mujeres donde hay plásticos microplásticos y nanoplásticos”, expuso.

Si bien este análisis costero se ha realizado en Huatulco, La Paz, Acapulco y Tecolutla, playas pertenecientes a Oaxaca, Baja California Sur, Guerrero y Veracruz, también se estudió en cuerpos de agua dulce como en el Río Atoyac en Puebla.

Recientemente, los investigadores del IPN concluyeron un estudio sobre el pez dorado localizado en el norte de Baja California.

Dicho pez no es una especie comercial, no se puede comer debido a que se trata de una especie protegida. En este pez se detectó una lista de microplásticos en su intestino.

Degradación de mega a micro

Para entender mejor la forma en cómo se degradan los plásticos a microplásticos, el investigador nos explicó que factores como la lluvia, temperatura, cambio de PH en el ambiente influyen en esta separación de mega a microplásticos.

Jonathan Muthuswamy explicó que hay mecanismos físicos y químicos en la desintegración del megaplástico en agua dulce o salada.

Influyen en la degradación: la lluvia, la temperatura, el PH del agua, el contacto con el sol por el proceso de oxidación y la radiación.

El problema que alerta a la comunidad científica internacional es que, además, este plástico ya desintegrado, sirve como alimento de peces que lo absorben en los intestinos para repartirse en los músculos del pez o especie marina contaminándose en su totalidad.

Lo alarmante es que, cuando llegan al consumo humano, estos contaminarán de igual manera a los organismos, ocasionando incluso desarrollo de enfermedades como cáncer.

Muthuswamy Ponniah, insistió que no se trata de culpar a nadie, pues, es una responsabilidad compartida que tanto sociedad como autoridades deben asumir mejorando desde su campo de acción la forma en cómo se manejan los desechos.

Basura doméstica circula en los océanos

Microplásticos
Los microplásticos acaban con la vida marina. Foto: Teresa Pérez

El buen manejo de la basura doméstica es clave para reducir el impacto y con ello evitar que la basura llegue a los cuerpos de agua dulce o salada.

“Si vamos a la playa nada nos cuesta con llevar lo menos posible de plásticos, utilizar utensilios que se reutilicen y evitar tirar basura en las playas, ríos o lagunas, hay que tener responsabilidad para reducir este tipo de plásticos en el medio ambiente”, dijo.

Y es que debido a las corrientes y la circulación del agua en los océanos se tienen bloques incalculables de plástico que se constituyen en enormes islas de desechos.

“Este material es el que está generando los microplásticos, que no sólo afecta a los ecosistemas marinos, sino también a las islas. Ahí llega mucho de este material que trae la marea y genera contaminación en el agua y arena”, insistió.

¿Qué son los microplásticos?

Los microplásticos son diminutos fragmentos de plásticos grandes como lo son las bolsas y otros como telas y granulados.

Su tamaño es microscópico, entre 0.3 y 0.5 milímetros, sin embargo, son considerados altamente contaminantes.

Los científicos estudian estos contaminantes en los cuerpos de agua dulce o salada por medio de microscopio y otros procedimientos científicos.

En la actualidad se estudian las especies marinas de consumo comercial. Se busca en sus intestinos su nivel de contaminante al consumir microplásticos.

“En el mar los peces se alimentan de microplástico al confundirlo con su alimento natural y pasa a su intestino, muchos contaminantes tóxicos y metales pesados”, refirió Muthuswamy.

En los próximos días los investigadores iniciarán sus estudios en cuerpos lagunares donde analizarán a los cocodrilos y el comportamiento y afección que tienen con el consumo de megaplásticos.

La ingesta de plástico en la fauna marina no es novedad, tampoco que cocodrilos sean analizados tras encontrase muertos en los cuerpos lagunares.

En el monitoreo de cocodrilos de la Laguna Nichupté se ha dado a conocer que al menos seis se han localizado muertos, y al momento de realizarles la autopsia, estos acumulaban más de 80 bolsas de plástico en el estómago.

El especialista menciona que es muy probable que además de que el hábitat de la especie está deteriorado y contaminado, la causa de la muerte de estos es por el plástico que es altamente contaminante y que no alcanza a desintegrarse en el estómago del cocodrilo.

“Que pasa que comen y tragan plástico, no lo pueden disolver entonces se acumula hasta que causa la muerte porque genera asfixia y esto ocurre en todas las especies grandes y pequeñas, no solo con cocodrilos”, concluyó el investigador del IPN.

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