PLAYA DEL CARMEN, QR.- Dos personajes cercanos al ex gobernador Roberto Borge Angulo sonríen por el cambio de trazo del Tren Maya, uno de los proyectos emblemáticos de la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

El tren pasará sobre “sus tierras” y lo sabían desde octubre de 2018. Un sector de la población de Playa del Carmen los califica de caciques, mientras que otro segmento los tilda de “benefactores”.

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Se trata de don Marciano “Chano” Toledo Sánchez, actual Décimo Tercer Regidor (de Asuntos Indígenas) de Solidaridad (Playa del Carmen) por Movimiento Ciudadano, y su hijo José Luis “Chanito” Toledo, actual diputado del mismo partido en el Congreso estatal.

El sobrenombre de “Chano” en Playa del Carmen, es sinónimo -por un lado- de institución, historia, liderazgo, lucha social, pero también de corrupción, transas y acarreo de gente en tiempos electorales.

Desde los ochenta Toledo, el papá, luchó junto con activistas sociales para que en 1993 Solidaridad se convirtiera en Municipio.

En el sexenio del ex Gobernador Mario Villanueva (1993-1999) -ligado con el narcotráfico y sentenciado por ese delito en Estados Unidos y México- el Congreso del Estado oficializó a Playa del Carmen como Municipio de Solidaridad el 28 de julio de 1993.

Villanueva se ganó el alias de “El Padrino” por parte de los nativos de la entonces Villa de Pescadores -como se llamaba a Playa del Carmen- por apoyar que sus tierras se independizaran de Cozumel.

Toledo fue “elegido” el primer Edil de transición del nuevo Municipio en 1993. Desde ahí sentó sus reales en diversos cargos públicos municipales o para vivir de los favores de los próximos Ediles.

En la década pasada al padre “Chano” le brotaron 2 mil 766 predios en el Registro Público de la Propiedad y el Comercio en una zona de 533 hectáreas conocida como Cristo Rey, una región olvidada y sin desarrollo, debido a que eran terrenos nacionales.

La organización civil “Somos Tus Ojos, Transparencia por Quintana Roo” documentó que Toledo posee además un predio costero de 10 mil metros cuadrados en la vía Tulum Ruinas-Punta Allen; 5 mil 600 metros cuadrados en la Zona Federal Marítima Terrestre, colindante con el mar Caribe, en Tulum; un predio denominado Ix-Chel I de 394 hectáreas, en Playa del Carmen, entre otros.

Los lotes irregulares de Toledo en Cristo Rey se encontraban entre vegetación y sin vías de comunicación. Mucho menos tenía electricidad, agua ni drenaje.

Pero “don Chano” obtuvo de esos lotes dos cosas: al menos 200 millones de pesos por la venta de una parte de terrenos para la construcción inicial de 8 mil viviendas para “su gente” y votos con los que Toledo se echó a los próximos alcaldes de Solidaridad a la bolsa.

Ahí, dicen los habitantes de Cristo Rey, el actual regidor les remató los predios sin servicios en 100 mil pesos.

Para que los lotes irregulares tuvieran una plusvalía, Toledo movió sus hilos políticos con los ediles para que Cristo Rey, una propiedad privada de “Chano”, tuviera servicios y fuera considerada como una “Colonia”.

“Era una zona más fea de como está ahora, aquí no se paraban ni las moscas, era llano, con vegetación fea, sin carreteras, nada, y con el tiempo pues se fue poblando gracias al señor Chano, nos apoyó mucho, nos vendió barato y a plazos, aunque ahora tenemos casita y carretera, no tenemos escrituras”, dice el mesero de un restaurante italiano en la Décima Avenida.

Desde 2011 las demandas de don “Chano” comenzaron a rendir frutos con los ediles.

Primero, esos predios que formaban parte de los terrenos nacionales, fueron “regularizados” por Toledo gracias al apoyo que tuvo del entonces Presidente Municipal de Solidaridad, Román Quian Alcocer, en 2011, cuatro días antes de que dejara el cargo.

El ex Edil de Solidaridad Mauricio Góngora (2013-2016) erogó en los terrenos irregulares de Cristo Rey 14.5 millones para drenaje, 5 millones para un jardín de niños y 4.8 millones para una red de agua potable.

Con la alcaldesa Cristina Torres Gómez (2016-2018), Toledo tuvo algunas trabas y en sus demandas “Chano” reveló que el Tren Maya pasaría por el poniente de Cristo Rey, aún cuando en ese momento el trazo original enfilaba por el centro de la ciudad de Playa del Carmen.

“Los mil 103 terrenos que hay ahí (en Cristo Rey) deben ser dotados de servicios, donde la Presidenta (Cristina Torres) tiene conocimiento, a tal grado que se otorgan las escrituras, apoyados por el Gobierno estatal y municipal, pero que se pararon las obras desde la llegada de Cristina Torres Gómez; en la planeación que hace la administración debe contemplar los servicios, porque por arriba de Cristo Rey pasarán las líneas del Tren Maya”, dijo a medios locales en octubre de 2018.

“Se piensa hacer 8 mil viviendas en la parte de arriba de Cristo Rey, donde esas 8 mil viviendas van a tener paneles solares para que se le dote de energía eléctrica a las colonias irregulares.

“También la confluencia que tiene el libramiento desde Amiko hasta esa intersección, donde entra el Tren Maya”, dijo de forma visionaria desde ese entonces don “Chano”, seguro de que el proyecto ferroviario de la 4T iba a pasar por sus terruños.

La decisión del cambio de trazo, de manera oficial, apenas se dio a conocer el pasado 19 de enero

La ex edil Laura Beristain (2018-2021) entregó más de 200 escrituras a habitantes de Cristo Rey.

Con esto, esos predios -que emanaron de una irregularidad- ganaron plusvalía.

La carrera de Chanito

José Luis “Chanito” Toledo también hizo su parte en Cristo Rey.

Por influencia de su padre obtuvo diversos cargos en el Ayuntamiento de Solidaridad como subdirector de deporte y la juventud en 2003, regidor de 2008 a 2011 y en la administración de Filiberto Martínez Méndez (2011-2013) fungió como tesorero, donde fue involucrado en un desfalco de 600 millones de pesos.

Para evitar un proceso en su contra, “Chanito” fue promovido por su padre como diputado local por el PRI, curul con la que ganó fuero en los tiempos de Roberto Borge, amigo de la familia Toledo.

Luego intentó ser candidato a alcalde de Cancún por la alianza del PAN y el PRD, pero su candidatura fue denegada por el Tribunal Superior de Justicia de Quintana Roo.

Desde 2019 es otra vez diputado local, ahora por Movimiento Ciudadano.

Como legislador priista logró que 11 de los 19 millones de pesos de recursos federales para obra pública de Quintana Roo fueran destinados para pavimentación de calles y colocación de postes para alumbrado público en la Colonia Cristo Rey, propiedad privada de su padre.

Otros desarrolladores de fraccionamientos de lujo cercanos a los terrenos de Cristo Rey, y amigos de José Luis “Chanito” Toledo, también resultaron ganones con la construcción de avenidas de acceso, red de agua potable, alumbrado público, drenaje y una red eléctrica en la zona.

La amistad de “Chano” con el ex Mandatario Félix González Canto (2005-2011) y de “Chanito” con el ex Gobernador Roberto Borge (2011-2016) -ambos gobernantes señalados en sus gestiones por la venta ilegal de terrenos del patrimonio del Estado- abrió la puerta a los Toledo.

La zona de Cristo Rey, a unos 10 kilómetros al noroeste del centro turístico de Playa del Carmen, es parte de una zona de terrenos que son parte de una franja de predios conocidos como Villas del Sol, donde en los tiempos de González Canto fueron adquiridos a los ejidatarios a muy bajo precio y después vendidos a desarrolladores de fraccionamientos a muy alto costo. Todo un negocio.

A la compra de ejidos, autorizada por los gobiernos anteriores, se sumaron otros desarrollos de lujo como Residencial Marsella, Cataluña, Samalá, Palmas, Turquesa, Villa Maya y otros conjuntos habitacionales de clase media como Misión Las Flores, Bellavista, Paseos del Sol, entre otros.

En esos terrenos, antes ejidales, también se destaca el asentamiento de “Chanolandia”, un lugar “turístico”, pero para los prestadores de servicios de esta zona, para los que se soban el lomo para colmar de atenciones a los extranjeros.

En este sitio, desde altavoces suena música mexicana todo el día, sirven tacos, quesadillas y tortas a precios accesibles, y es tan grande que incluso tiene una réplica del edificio maya Chichén Itzá, además de una pequeña capilla que es alquilada para graduaciones o bodas para el barrio.

“Es como un Bosque de Chapultepec de la Ciudad de México, donde va la barriada”, reconoce uno de los organizadores de las tardeadas.

En esos terruños, pasará el Tren Maya, proyecto que multiplicará el precio de esos lotes, bajo la máscara de dar desarrollo a la región poniente de Solidaridad.

Negocio redondo en Villas del Sol

Una vez asentada su gente en Cristo Rey, “Chano” Toledo volteó a Villas del Sol, un fraccionamiento de “huevitos” donde habitan los meseros, cocineros, lavaplatos, afanadoras de hoteles, taxistas, lancheros y hasta policías locales de Playa del Carmen.

El fraccionamiento de Villas del Sol esconde una historia parecida a Cristo Rey. Nació de la compra de terrenos ejidales a ínfimos precios en los tiempos de Félix González Canto y después vendidos a desarrolladores a precios de oro. Otro gran negocio.

Se estima que en este conjunto habitan unas 50 mil familias, hacinadas en cuartos que van desde los 36 a los 50 metros cuadrados.

Esa comunidad representa la cuarta parte de los habitantes del Municipio de Solidaridad.

Y aquí hay un dicho: “Quien se mete a la bolsa a Villas del Sol y Cristo Rey, gana la Alcaldía”.

Como en Cristo Rey, en Villa del Sol los habitantes han exigido año con año al Presidente Municipal en turno, todo tipo de prebendas y servicios.

La carta fuerte sigue siendo don Chano.

El “luchador social” ha organizado manifestaciones en cada administración municipal o firmado “convenios” con los Ediles en turno para llevar beneficios a la gente que echó raíces en sus predios.

Si los Alcaldes no cumplían, él y su gente se paraban frente al Palacio Municipal con pancartas para presionar el apoyo. Si no, pues él mismo se vestía de héroe.

En septiembre de 2018 “Chano” Toledo donó a la Cruz Roja de Playa del Carmen en la delegación de Villas del Sol, equipo médico, un aire acondicionado y accesorios para los primeros auxilios.

Como candidato de Movimiento Ciudadano a la Alcaldía de Solidaridad el año pasado, “Chano” se comprometió a mejorar el transporte en Villas de Sol y a convertir la zona en una delegación con oficinas municipales de atención directa a la gente. Aún con esas promesas, perdió la elección.

“Aquí vivimos seis, mi esposa y mis cuatro hijos, pago mil 200 de renta al mes, es lo que puedo conseguir, aunque pues es muy pequeño el lugar, un baño, una recámara y la sala que se junta con la cocina y el espacio de lavado, es horrible, pero es para lo que alcanza para los que vivimos del turismo, increíblemente”, lamenta Adán un empleado de hotel.

Él toma diario un colectivo que le cuesta 25 pesos a Villas del Sol, un fraccionamiento que desde 2018 reporta altos índices de delincuencia, principalmente robo a transeúnte, a casa habitación y vehículos, además de narcomenudeo.

En Villas del Sol los que pagaron a bajo precio a los ejidatarios por zonas entonces inhóspitas, vendieron a elevados costos a los desarrolladores de fraccionamientos, con la garantía de construir sin problemas legales.

Con ello, un cuarto pequeño de Villa del Sol cuesta unos 800 mil en efectivo y hasta un millón y medio en pagos, mediante programas gubernamentales.

Aquí también se politizó el transporte. En la actualidad existen unas 3 mil 500 unidades del sindicato “Lázaro Cárdenas del Río” en la modalidad de ruleteo (taxis colectivos), además de un millar de mototaxis, combis colectivas y camiones urbanos.

La combinación es una bomba de tiempo de violencia por las pugnas que se avecinan por el pasaje, advirtieron mandos de la Policía Municipal.

Pero Villas del Sol y Cristo Rey no dejan de recibir apoyos, y menos en tiempos electorales cuando el 5 de junio próximo se elige a Gobernador.

Tan seguro estaba don Chano de que el Tren Maya cambiara de trazo, que en noviembre del año pasado declaró que era una necedad del Gobierno federal que el ferroviario pasara por el centro de Playa del Carmen; pedía que se fuera al poniente, donde estaban sus tierras.

¿Primero los pobres?

En una manifestación para exigir obras, durante la gestión de Cristina Torres Gómez (2016-2018), Toledo recurrió a la frase del entonces Presidente electo Andrés Manuel López Obrador: “por el bien de todos, primero los pobres”, bandera con la que elevó el valor de sus predios.

“Se les debe dar la certeza jurídica de su propiedad. Así que si por ahí pasará el Tren Maya se le debe dar prioridad a las colonias irregulares, aunque Cristo Rey no es irregular, porque es una compraventa con todas las de la ley”, dijo hace tres años y tres meses. Como si supiera del cambio de trazo oficializado apenas en enero pasado.

Toledo Sánchez expresó en esa fecha que existía una parte donde la Comisión Federal de Electricidad hizo dos etapas en sus predios, además de unas calles, pero que se detuvo todo desde la llegada de Cristina Torres Gómez.

“Se tenía la factibilidad del agua potable por parte de CAPA (Comisión de Agua Potable y Alcantarillado), que ya cuenta con el terreno para hacer el cárcamo de aguas negras. Es necesario que el Ayuntamiento proyecte en el Programa de Desarrollo los servicios públicos para Cristo Rey”, advirtió.

Esa reclamo de Toledo a Torres tenía un porqué. Una carretera que le había sido “regalada” por Borge.

Esta necesitaba de alumbrado, además de drenaje y agua para los nuevos desarrollos aledaños a Cristo Rey.

Pero el antecedente de esa carretera es turbio.

El 24 de octubre de 2014 la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) declaró en emergencia a los municipios de Tulum, Solidaridad, Isla Mujeres, Cozumel, Lázaro Cárdenas y Benito Juárez por la presencia de lluvias severas dos días antes.

El Gobierno federal encabezado por Enrique Peña Nieto autorizó 4 mil 623 millones de pesos para la contingencia.

Pero aquí los políticos que destacan el caciquismo de los Toledo narran que tras recibir esos apoyos se comenzó a construir un libramiento de casi 4 kilómetros donde no hubo afectación de las lluvias. Esa obra alcanzó los 50 millones de pesos.

“De repente vimos la construcción de un libramiento que no llevaba a ningún lado, pero eso sí, fue construido con el mejor material, de concreto hidráulico, después supimos que fue para conectar a Cristo Rey con la ciudad, más descarado no se podía ver”, dice a Grupo REFORMA un regidor que prefiere el anonimato.

Ese libramiento conectó Cristo Rey con los fraccionamientos de lujo al sur, y continuó hasta asentamientos marginados al norte para conectar con la calle Tucán, que baja directo al oriente hacia la carretera Tulum-Cancún.

Así entraron los transportistas que a la postre también fueron parte del paquete político-electoral. Ahora ya existen hasta cuatrimotos.

Los desarrollos de lujo al sur de Cristo Rey, gracias a esa carretera, detonaron los costos por metro cuadrado de la zona.

Un ejemplo: el proyecto Samalá, una zona residencial a 2 kilómetros de la zona marginada de Cristo Rey se ofrece como uno de los lugares más paradisíacos para vivir.

“Nuestra oferta residencial está conformado por tres modelos de casas individuales con un pasillo entre cada una, además de ser las casas con el frente más amplio y el patio trasero más grande de la zona (40m2)”, dice en sus anuncios.

Samalá es un conjunto de 11 mil metros cuadrados que contará con alberca, cancha de padel, vitapista, de futbol y áreas verdes de descanso.

Un apartamento oscila en al menos 5 millones de pesos y en la zona un terreno se vende hasta en los 2 mil pesos el metro cuadrado, mientras que en Cristo Rey el metro cuadrado oscila en al menos 200 pesos.

La cereza del pastel de este negocio inmobiliario también será el Tren Maya.

Reportaje publicado por Reforma el 6 de enero de 2022.

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