César Muñoz / R360
Tuvieron que pasar 15 años para que la periodista Lydia Cacho Ribeiro recibiera de un tribunal federal sentencia a su favor y girara orden de aprehensión contra el ex gobernador de Puebla, Mario Plutarco Marín Torres, el empresario José Kamel Nacif Borge y otros, a quienes señala como responsables en la comisión del delito de tortura.
Por este hecho, a Nacif Borge y a Marín Torres les serán aplicados de tres a doce años de prisión y “de doscientos a quinientos días multa e inhabilitación para el desempeño de cualquier cargo, empleo o comisión públicos hasta por dos tantos del lapso de privación de libertad impuesta”, en términos del Artículo 3 de la Ley Federal para Prevenir y Sancionar la Tortura.
Fue en abril de 2017 cuando el Senado de la República aprobó por unanimidad esta ley general para prevenir, investigar y sancionar la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes, que publicada en el Diario Oficial de la Federación se sintetizó como
Lo anterior fue posible gracias a que la ley general contempla que la investigación y persecución de la tortura se lleven a cabo de oficio y el delito no prescriba, con lo que se busca evitar la impunidad.
Cacho Ribeiro fue detenida por agentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Puebla, en Cancún, con apoyo de policías judiciales de Cancún, en diciembre de 2005 por el presunto delito de difamación denunciado por Kamel Nacif, que a la postre resultó ser amigo cercano de Mario Marín, según reveló un audio.
Kamel Nacif fue mencionado en el libro de Cacho Ribeiro, “Los demonios del Edén”, en el que vincula al empresario con el líder de una red de pederastas y pornografía infantil que operaba en Cancún, Jean Succar Kuri, quien fue extraditado de Estados Unidos a México; actualmente está preso.
El Primer Tribunal Unitario del Vigésimo Séptimo Circuito, con sede en Cancún, Quintana Roo, fue el que expidió una cédula de notificación para los involucrados en el caso.