Acreditan ante juez que indígenas de Tulum fueron timados

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CHETUMAL, QR.- Pruebas ante juez acreditan que 20 indígenas de la comunidad maya de Hondzonot, Tulum, fueron timados por el ingeniero Carlos Martín Pérez Castillo.

Fabiola Cortés Miranda, abogada de los mayas, señaló que este lunes comenzó la última etapa del juicio.

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Se trató del desahogo de pruebas que cada parte presenta, es decir, la parte actora y demandada.

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Hoy correspondió a la confesional de Pérez Castillo, representante de Servicios Empresariales para el Desarrollo Rural Sociedad Civil.

Consistió en hacerle una serie de preguntas relacionadas con la demanda y contestación de la misma.

El ingeniero reconoció que firmó un contrato con los indígenas y recibió 3 mil pesos como contraprestación por un registro ante el Instituto Nacional del Emprendedor, incluso en parcialidades.

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Aunque sigue defendiendo que éstos conocían el alcance de dicho acuerdo legal.

Según Cortés Miranda, es imposible que las personas afectadas conocieran el impacto, debido a su condición humilde.

“Los indígenas entendieron que por 3 mil pesos recibirían recursos para proyectos productivos, por eso dieron el dinero”, dijo.

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Además, su lengua es otro obstáculo, pues todos son maya hablantes y sólo algunos entienden en un porcentaje mínimo el español. Hay quienes no saben firmar.

Al momento del contrato tampoco hubo un traductor y menos uno certificado que ayudara a los indígenas a comprender la situación real del documento que firmaron.

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La abogada comentó que, además, en el contrato Pérez Castillo pidió no solo 3 mil pesos para el registro, sino que en caso de que lograran los recursos para los proyectos productivos, de ese dinero él se quedaría con el 15 por ciento.

“Estamos hablando que, según los propios afectados, los recursos que recibirían para sus proyectos productivos serían de entre 50 y 80 mil pesos por persona”, añadió.

Otra incógnita es por qué el ingeniero nunca ingresó algún proyecto para justificar la supuesta solicitud de recursos que hizo.

Este miércoles corresponde la confesional a los demandantes de la zona maya. A cada uno se le planteará una serie de preguntas y toca elaborar los cuestionamientos al ingeniero.

Las preguntas de ambas partes deben ser calificadas por el juez, es decir, revisa que estén conforme a la ley y que traten sobre la demanda y la contestación de la misma.

Se pide la nulidad del contrato

“Por la vía civil no se trata de un delito, lo que se solicita es la nulidad del contrato”, aclaró Cortés Miranda.

Lo que se pide es que se devuelva el dinero que cada uno entregó con los intereses de los tres años.

“Hay contratos que son nulos por sí mismos, porque una de las partes nunca entendió lo que estuvo firmando”, agregó.

“En este caso se acredita completamente. No estamos hablando de un supuesto o una fantasía, todas las personas viven y son originarios de Hondzonot, todos tienen apellidos mayas y están frente a un contrato totalmente desventajoso”, argumentó.

La desventaja en ese caso es que al llevarse por la vía civil, si la parte demandada se niega a pagar, no hay penalidad, y lo más que se puede llegar es a un acuerdo de pago según sus posibilidades.

Una vez que culmine este miércoles el desahogo de pruebas, la sentencia por parte del juez podría emitirse de uno a dos meses.

Así ocurrieron los hechos

Los hechos ocurrieron en 2017, cuando el ingeniero Carlos Martínez Pérez Castillo solicitó a los pobladores de Hondzonot la cantidad de 3 mil pesos, bajo la promesa de que recibirían recursos para proyectos productivos del Instituto Nacional del Emprendedor, de la Secretaría de Economía.

Pero lo único que hizo fue inscribirlos a la plataforma de dicho instituto, por lo que a tres años de que firmaron el contrato nunca recibieron un solo peso.

Ante tal situación, buscaron apoyo y dieron con Fabiola Cortés, también representante de la Asociación Civil Somos Tus Ojos, quien junto otro abogado están a cargo de la representación legal en el juicio civil, de forma gratuita.

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Hasta donde se ha logrado indagar, al parecer, Pérez Castillo también pidió dinero en las comunidades de Yaxché y Yalchén.

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