CHETUMAL, QR.- Por alrededor de 15 años, Quintana Roo se ha mantenido en los cinco primeros lugares, en el país, con el mayor número de nuevos casos del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), que pueden derivar en el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida).

En 2021, la cifra alcanza los 466 padecimientos. El factor cultural, la desinformación y la movilidad, son las principales causas de la infección.

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El primer caso de VIH en Quintana Roo se detectó en 1987, cuatro años después de que se diagnosticó el primer contagio en México, 1983. Desde entonces, la enfermedad ha venido al alza, lo cual ha puesto al estado como referencia en el plano nacional.

VIH, ¿enfermedad mortal o crónica controlada? 

Una persona contagiada con VIH puede llevar una vida “normal”, equiparable a un enfermo crónico de diabetes o hipertensión, de acuerdo con el Departamento de Enfermedades Transmisibles de la Secretaría de Salud (Sesa).

Aunque se debe tener claro que no es una enfermedad curable, con los tratamientos adecuados las personas pueden lograr ser pacientes “indetectables”, lo que significa que el nivel del virus baja y la enfermedad no se puede detectar con equipo o pruebas convencionales.

Experiencia de un paciente indetectable en Quintana Roo

Hace cuatro años, Andrés tuvo una noticia inesperada al ser diagnosticado como positivo al VIH. Pocos conocidos y algunos integrantes de su familia conocen su situación. Vive con la incertidumbre de que más gente descubra la verdad por los tabúes que pueden afectar su vida laboral, sobre todo, por ser homosexual.

Aseguró que la parte sorpresiva obedece a que no lleva lo que considera una vida promiscua, independientemente de su orientación sexual. Siempre ha puesto énfasis en el cuidado y la protección.

“Soy el claro ejemplo de que nadie está exento, creo que hay algunos misterios que no me puse a averiguar; mi conclusión fue que no iba a ganar nada y tal vez sí perder”, agregó.

Algunas personas cercanas a él y los pocos integrantes de su familia que se enteraron no daban crédito a la situación, pues lo consideran una persona seria y responsable. Su madre desconoce su condición de salud.

En el momento de enterarse del diagnóstico, lo menos en que pensó fue buscar culpables, sino sobrellevar el duelo. Tuvo que recurrir a terapias psicológicas y sus conocimientos en tanatología que le ayudaron a salir avante.

“Nadie contempla algo así como una opción de vida”, dijo.

Estuvo en peligro su vida

“Estuve más de un mes delicado, mi vida estuvo en riesgo y mis defensas bajaron. Tuve que subirlas pues el tratamiento del VIH no se inicia hasta que las defensas estén estables”, contó.

Indicó que previo al diagnóstico sintió cansancio, perdió el apetito y hasta se desmayó, por lo que fue internado por unos días. Además, bajó de peso y no podía retener alimentos.

Tuvo que aprender sobre la enfermedad, no conocía mucho sobre ella hasta que entendió que hoy en día no es mortal si se lleva el tratamiento adecuado.

Una vez que inició con los tratamientos de retrovirales se tranquilizó, en especial, porque a los pocos meses pasó a ser portador de VIH indetectable.

Su tranquilidad no obedece a la vida sexual, sino a los cuidados exagerados en los que uno cae por un tema mental, como por ejemplo, esconder algunos objetos o cosas que comúnmente se comparten con la familia, como cortaúñas.

Temor por su trabajo

“No tengo complejos por estar contagiado de VIH, lo que me genera temor es que alguien se pueda enterar y me afecte en el trabajo, pues mi profesión tiene que ver con el trato hacia las personas”, mencionó.

“Es una situación que es difícil sobrellevar pues tengo que acudir periódicamente a recoger mi tratamiento y en ocasiones hay gente conocida que puede generar alguna complicación laboral”.

Aseguró que no ha sido víctima de discriminación, ni fuera ni dentro de su centro de trabajo.

“No me deja de conmover las personas jóvenes positivas al virus, madres con sus hijos, mujeres embarazadas… escuchar las historias”, comentó.

Actualmente está concluyendo una relación de pareja, quien también resultó positivo. Le inquieta una próxima relación a futuro.

“Hay personas que viven una vida sentimental estable, a pesar de estar ambas contagiadas o una de ellas indetectable”, mencionó.

Cumple al pie de la letra con su tratamiento con la toma de las dos pastillas con las que inicia. En la actualidad solo ingiere una al día, eso sí, asegura tiene que ser disciplinado.

Concuerda con el hecho de que la mayoría de los casos tiene que ver con personas no heterosexuales, pero reitera que no son el único grupo de personas en riesgo.

“El contagio es una cadena en la que la mayoría de las veces no se sabe dónde estuvo el primer eslabón”, remarcó.

Indicó que físicamente se siente bien, aunque los desequilibrios a veces están en lo emocional por vivir en una ciudad como Chetumal, con muchos tabúes, ignorancia y estigmas asociados con la enfermedad y la homosexualidad.

Factores asociados a contagios de VIH en Quintana Roo

Jonathan Macías Moreno, jefe del Departamento de Enfermedades Transmisibles, dijo que los primeros lugares, en cuanto al número de contagios, son compartidos con los estados de la península: Quintana Roo, Yucatán y Campeche.

Resaltó que hay diferentes factores que inciden para la proliferación de esta enfermedad:

  • La movilidad
  • La cultura
  • La desinformación

La movilidad y, en específico, las características migratorias del estado, es otra de las causas importantes que tienen una incidencia directa en Quintana Roo.

Los millones de visitantes al año que llegan al estado también es considerada una fuente de contagio, según el funcionario estatal.

Macías Moreno señaló que estos factores principalmente son los que han llevado al estado a mantenerse en los cinco primeros lugares durante los últimos tres lustros.

El acumulado desde que se detectó el primer caso en el estado es de 8 mil 429.

Aseguró que es difícil saber con precisión cuántos enfermos aún están en Quintana Roo y los decesos que se han registrado desde entonces.

“Por la misma movilidad del estado, hay personas que son detectadas con la enfermedad en el estado, aunque toman su tratamiento en otros estados o sus entidades de origen. Misma situación con las personas que fallecen”, explicó.

El Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el Sida (Censida), informó en su último reporte de 2020 que la tasa de defunciones por 100 mil habitantes es de un promedio de ocho por ciento. Quintana Roo se mantiene entre los tres primeros lugares.

Los nuevos casos detectados en los últimos tres años son los siguientes:

  • 971 en 2019
  • 537 en 2020
  • 466 hasta la semana epidemiológica 28 de 2021

La última cifra corresponde al cierre del segundo trimestre del presente año, y con ello Quintana Roo ocupa el primer lugar a nivel nacional. Tiene la tasa más alta por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con la Dirección de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedades Trasmisibles de la Secretaría de Salud Federal.

Los estados con la tasa más alta, son:

  • Quintana Roo, 25.29
  • Colima, 14.23
  • Yucatán, 12.73
  • Tabasco, 11.51
  • Campeche, 9.52

Unidades de salud

El coordinador del Programa de VIH en el estado señaló que, aunque se desconoce a ciencia cierta cuántas de las personas detectadas con VIH permanecen en el estado, actualmente, y con corte al 12 de octubre, son 4 mil 17 pacientes que llevan su tratamiento en la entidad.

En el estado se cuenta con cinco unidades de atención gratuita por parte de la Sesa, dos extrahospitalarias y tres intrahospitalarias.

Las primeras dos denominadas Centros Ambulatorios para la Atención de Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (Capacits). Las siguientes tres, forman parte del Servicio de Atención Integral Hospitalaria (SAIH).

Extrahospitalario

  • Cancún
  • Chetumal

Intrahospitalario

  • Felipe Carrillo Puerto
  • Playa del Carmen
  • Cozumel

Adicional a ello, también se ofrece atención por parte del Gobierno Federal en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

En todos los casos, los tratamientos son gratuitos, sin embargo, los recursos que se destinan al estado para el tratamiento de la enfermedad de manera anual ascienden de entre 110 y 120 millones de pesos.

Los casos de VIH y el género

Jonathan Macías señaló que desde la aparición de la enfermedad, los casos han sido asociados a las relaciones sexuales entre hombres. No obstante, a nivel mundial y nacional la infección en mujeres ha tenido un aumento considerable.

En el caso de Quintana Roo, el porcentaje es en promedio 80 por ciento hombres y 20 por ciento mujeres, según autoridades de salud.

Aseguró que, en este caso, no se trata de estigmatizar a un sexo o grupo de población, sino de buscar estrategias de prevención.

“Principalmente el impulso del uso de preservativos, que son los que generan una barrera de contención de la enfermedad”, dijo.

Comentó que toda persona con vida sexual activa está expuesta a contraer la enfermedad, sobre todo cuando no cuenta con una pareja estable o por el contrario, más de una.

Agregó que la libertad sexual en los tiempos actuales ha permitido fortalecer los esquemas preventivos, no obstante, un alto porcentaje de personas aún consideran un tabú, no solo el VIH sino la sexualidad. Esto no permite obtener la información adecuada para evitar contagios, y peor aún, para llevar los tratamientos.

El Censida destaca que, en el país, tres de cada 10 personas que viven con VIH no lo saben, lo que contribuye a la proliferación de personas infectadas.

Mensaje basado en la experiencia 

Andrés pidió a la población tener presente que nadie esta exento de una situación como la suya, pese a la protección.

Consideró que es importante informarse sobre las relaciones sexuales y el uso adecuado del preservativo, toda vez que la intimidad es la principal vía de contagio, y el condón es el elemento de protección que más se utiliza.

Enfatizó que se debe tomar en cuenta que con una sola ocasión basta para contagiarse, por eso es importante educarse con relación a esta enfermedad de forma preventiva y no solo cuando se padece la situación.

“La sociedad debe entender que esta enfermedad ya no es para discriminar o agredir, que nunca se sabe cuándo alguna persona estará en la misma situación o su familia. Si no ayudan, por lo menos respeten”, finalizó.

Vías de transmisión 

Son tres las vías de transmisión que existen del VIH, mismo que en Quintana Roo están identificados de la siguiente manera:

  • 95 por ciento ocurre por relaciones sexuales
  • Cinco por ciento, sanguínea punzocortante y perinatal o por nacimiento

De aquí la importancia de las acciones de prevención por parte de las personas con vida sexual activa, de acuerdo con el jefe del Departamento de Enfermedades Transmisibles.

“En especial en el grupo poblacional de entre 20 a 40 años, que ocupa el mayor porcentaje de infecciones, según las estadísticas estatales”, remarcó.

Consideraciones clínicas del VIH y el SIDA

La doctora Diana Marín señaló que el VIH y el Sida son dos entidades diferentes. El primero es el preludio de una serie de eventos que pueden desarrollar un conjunto de signos y síntomas que tienen como origen un reservorio no tan silencioso.

“Al tratarse de un virus, es un agente que al entrar en contacto con el cuerpo busca sobrevivir a todas las células que actúan como defensas naturales del cuerpo para contrarrestar los propios agentes externos”, dijo.

Detalló que este virus, denominado retroviral, encuentra una forma de replicarse para poder ejercer una acción efectiva. Esta lucha se mantiene por un tiempo asintomático, hasta que logra ganar terreno y disminuir las defensas del cuerpo. Allí inicia el largo viaje en la manifestación clínica de los síntomas característicos de una infección por VIH.

“Esta serie de síntomas y signos clínicos conforman una entidad a la que se denomina por su conjunto Síndrome de Inmunodeficiencia Humana (Sida). Entendiendo que, al momento de presentar síntomas, es sinónimo de una batalla interna entre las defensas del cuerpo y el virus, en la que el virus se encuentra en ventaja”, resaltó.

Agregó que quienes padecen este conjunto de síntomas se les conoce como personas inmunodeprimidas o en un estado de inmunodeficiencia. De no llevar el tratamiento adecuado, puede llevar a la muerte.

Serotipo

Existe no solo una forma de este virus, se conocen tres grandes grupos o familias de las que se subdividen aún más tipos. A esto se le denomina serotipo. Como en toda familia, tienden a ser diferentes, por ello, hay ciertos tipos con mayor índice de contagio que otros.

Tratamientos y su efectividad 

Explicó que existe una amplia variedad de tratamientos que tienen como función detener la réplica del virus, atacando directamente a ciertas partes en las que detienen su manifestación.

Indicó que a este tipo de tratamiento de se le denominan antirretrovirales.  Se maneja de manera individualizada y bajo estricto seguimiento. La suspensión o mal uso de estos favorecen a que el virus continue su manifestación y, por ende, aparición de síntomas.

Afirmó que con el paso del tiempo se han desarrollado fórmulas y moléculas que favorecen los tratamientos.

En Quintana Roo se manejan por lo menos 30 tipos de moléculas para tratar a los pacientes. Se aplican dependiendo del criterio de los médicos y conforme a las condiciones de los enfermos, de acuerdo con la Sesa.

Esperanza de vida de enfermos con VIH

“Desde la aparición de los contagios, la esperanza de vida de los pacientes ha tenido una evolución significativa”, señaló Diana Marín.

Destacó que a finales de los años 80 y principios de los 90, la esperanza de vida era de aproximadamente 10 años, con un consumo de cinco a 10 pastillas al día, lo cual también contribuía al deterioro de la salud de los propios pacientes.

Mientras que en la actualidad, las personas pueden vivir 50 años en promedio, a partir de el contagio de su enfermedad, con el tratamiento adecuado y disciplina.

La mayor complicación de la salud de los pacientes contagiados se reduce a no tomar sus medicamentos de manera estricta. Para los enfermos con alguna enfermedad crónica, solo basta con llevar, de igual manera, su control normal.

Recomendaciones adicionales:

  • Alimentación adecuada
  • Dormir horas necesarias
  • No alcohol o cigarro
  • No consumo de drogas
  • Realizar ejercicio

Desde principios de la década de los 2000, se garantizó el abasto gratuito en instituciones públicas, lo que ha contribuido a la esperanza de vida, pues el tratamiento mensual en el mercado tiene un costo promedio de 17 mil pesos.

¿Pacientes indetectables pueden contagiar?

La doctora egresada de la Universidad de Quintana Roo indicó que los pacientes indetectables tienen poca probabilidad de contagiar durante las relaciones sexuales, siempre y cuando haya un adecuado seguimiento y control del tratamiento adecuado. Aunque se recomienda por prevención usar protección.

En el caso de las embarazadas, se puede llevar una gestación con riesgo casi nulo de contagio. Hay protocolos para proteger al producto como el parto por cesárea y uso de antirretrovirales por determinado tiempo al bebé, después de nacer.

En el reporte del segundo trimestre de 2021, el Censida informó sobre 14 mujeres embarazadas con VIH con tratamiento antirretroviral.

Prueba de detección de VIH

Diana Marín explicó que la detección del VIH se realiza a través de pruebas de sangre. Hay un protocolo para cada caso sospechoso o persona de riesgo, dependiendo sus propias características.

Existen las pruebas de detección rápida que deben llevar un seguimiento en caso de ser positivo. Al igual que otras enfermedades, existe el riesgo de un falso positivo o falso negativo.

Cada caso debe individualizarse a los factores de riesgo del solicitante. Existe la prueba confirmatoria o la prueba de ELISA (Enzimoinmunoanálisis de Adsorción) para pacientes con síntomas característicos, y alta sospecha de infección por VIH.

Síntomas:

  • Fiebre
  • Dolor de cabeza
  • Dolor muscular y articular
  • Erupción
  • Dolor de garganta y llagas dolorosas en la boca
  • Ganglios linfáticos inflamados, principalmente, en el cuello
  • Diarrea
  • Pérdida de peso
  • Tos
  • Sudores nocturnos

La Secretaría de Salud en Quintana Roo informó que, al momento, se tiene garantizado el abasto de medicamentos para los pacientes con VIH. Aunque en 2019, por ciertas modificaciones en los esquemas de tratamiento y de adquisición, se generó una disminución en el suministro.

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La dependencia estatal exhortó a la población en general a informarse con su médico o en los centros de atención de VIH, pues no hay mejor prevención que el autocuidado.

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