David Acosta | R360
CHETUMAL, QRoo.- “Explíquenle a mis hijos que hoy no van a tener para comer”, fue la respuesta de un comerciante informal a un desalojo que hicieron autoridades en las inmediaciones de la Plaza Chactemal. Él y decenas de sus compañeros ofertaban sus productos en la vía pública y reclamaron que sean el blanco de operativos mientras que empresarios importantes gozan de impunidad.
Desde el lunes pasado las autoridades municipales iniciaron el desalojo de los vendedores ambulantes de los pasillos del exterior del Mercado “Viejo” Ignacio Altamirano y de la Plaza Chactemal, bajo el argumento de que cumplen con el reglamento del Bando de Policía y Buen Gobierno, así como de imagen pública.
Los primeros en “volar” bajo amenazas del uso de la fuerza pública fueron los más de 50 ambulantes que estaban instalados en los pasillos exteriores del Mercado “Viejo” y que en algunos casos se trataba de vendedores con una antigüedad de más de 20 años. Eso incluyó la mercancía que los propios comerciantes formales tenían en los pasillos; sólo se salvaron los boleros de calzado.
Las personas dedicadas al comercio informal en su mayoría vendían “chácharas”, condimentos, masa para pozol, miel, relojes, frutas, verduras, juguetes, ropa, lentes, cinturones, audífonos, gorras, bisutería y fundas para celulares.
Fue el jueves que iniciaron su retiro los comerciantes y de los más de 50 algunos aún de resistían. Los que estaban más renuentes eran los que tenían su espacio en la banqueta de la Plaza Chactemal, sobre la avenida Efraín Aguilar.
El viernes por la mañana, se presentaron en el lugar el secretario del Ayuntamiento, Alejandro Rivera Romero, y el director de Fiscalización y Vía Pública, Emanuel Magaña Cirerol, quienes fueron abordados por los ambulantes que ni tardos ni perezosos reclamaron la forma en las que estaban siendo retirados del lugar, incluso bajo “amenaza” del uso de la fuerza pública.
Uno de ellos sin titubear, exclamó: “ustedes nos quieren correr, díganle a mis hijos que hoy no tendrán qué comer” y señaló a sus niños que se encontraban en medio de los reclamos, a los que se sumaron las más de 40 personas que se instalan todos los días en esa área.
Las autoridades dieron tres horas de plazo a los comerciantes para levantar sus “tiliches” con el argumento de que ya habían sido avisados y con la promesa de buscarles un espacio dónde vender.
Ninguno de los comerciantes creyó en la promesa de Rivera Romero, quien trataba de sustentar la acción en contra de los ambulantes. A Magaña Cirerol le fue peor, pues le dijeron que con él no se podía siquiera dialogar.
Rivera Romero reiteró su ultimátum tras señalar que es un tema de reglamento, de imagen y de perjuicio a los comerciantes formales.
Antes de retirarse los vendedores molestos convocaron a una manifestación. Al sitio también llegó el secretario general de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), líder de los ambulantes y después de un diálogo con Rivera Romero y Magaña Cirerol, no hubo acuerdo.
Ante el temor de que las autoridades se llevaran su mercancía, resultaran golpeados o detenidos, los vendedores ambulantes levantaron sus artículos, para inmediatamente iniciar una manifestación, a la que se sumaron sus compañeros del Mercado “Viejo”.
Esta situación provocó que al sitio llegaran más de 12 patrullas de la Policía Municipal, Estatal y de la Marina, con elementos abordo, que siguieron en fila el derrotero de los protestantes que tomó la avenida Héroes.
Los inconformes reclamaron el hecho de “grandes empresarios”, como Norman Angulo Mcliberty que tiene ocupado en su hotel, Los Cocos, parte de la vía pública, y nadie hace nada al respecto. Ni qué decir de los restaurantes en el bulevar donde por las noches no se puede caminar.
Magaña Cirerol intentó justificar el caso de Angulo Mcliberty, por cierto financiador de la campaña de Carlos Joaquín, al señalar que cuenta con un permiso y que la plataforma en vía pública que ocupa el empresario para colocar mesas de su restaurante, la hizo la constructora que estuvo a cargo de la última remodelación de la avenida Héroes.
Al grito de: “somos comerciantes, no somos delincuentes” y “queremos trabajar”, más de 100 vendedores informales caminaron hasta llegar al Congreso del Estado, en donde también protestaron de manera pacífica, muchos de ellos con sus hijos. No sin antes hacer una escala para protestar en las puertas del hotel “Los Cocos”.
Los manifestantes también se quejaron que existen muchos locales en el mercado y Plaza Chactemal que el Ayuntamiento no quiere dar en renta, pese a que durante años han estado sin uso. Los locales también son propiedad de funcionarios y ex funcionarios “intocables”; algunos tienen más de uno.
También se quejaron de que era el propio ayuntamiento el que otorgaba los permisos por 300 pesos y ahora sin piedad los corren del lugar. Locatarios formales de ambos inmuebles estaban divididos en opiniones, mientras que unos señalaron que los ambulantes se ganan el sustento honradamente, otros dijeron que daban mal aspecto y que representan una competencia desleal.
Conjuntamente entre el Mercado “Viejo” y la Plaza Chactemal suman alrededor de 300 locales. En total fueron retirados alrededor de 100 ambulantes, cuyo futuro es incierto.
Las autoridades informaron que harán lo propio en los otros tres mercados: Andrés Quintana Roo, Lázaro Cárdenas (Mercado “Nuevo) y 5 de Abril, en breve.