El periódico Novedades torció su brújula en los comicios de 2022. Abiertamente, sin decoro, sin ocultar las formas, torciendo la realidad, trató de influir en la opinión pública a favor de Laura Fernández Piña, pero falló su cálculo por un problema de visión y por un capricho de quien se encuentra tomando las decisiones del rumbo del otrora poderoso medio de información.
¿Quién manda hoy en el diario que nació y creció con el estado? ¿Gerardo García Gamboa o Marco Lozano Ocman? La influencia del gerente sobre el director general es abiertamente evidente. No se entiende de otra forma y la apuesta por Laura Fernández, es el signo también de una seria descomposición de la línea editorial.
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Desde que Lozano Ocman llegó al periódico, primero con Novedades Chetumal en 2011, en la capital del estado, la presencia e influencia de García Gamboa en los medios impresos de Grupo Sipse se ha ido diluyendo.
El arribo de Lozano Ocman a Novedades, provocó errados análisis, en los que más de uno afirmó que su llegada era por mano del ex gobernador Félix González Canto. Incluso se propagó el mito de que el cozumeleño había comprado acciones del periódico. Todo fueron absurdas especulaciones. La muestra está en la publicación de las fotos y facturas de hotel en Dubái, de González Canto, en Novedades.
No fue la simpatía por la que Gerardo ha dejado todo el peso de las decisiones del periódico a Marco Lozano. Fue el conocimiento de este último, del funcionamiento de la administración pública y su habilidad de obtener privilegiados convenios de publicidad oficial, con base en relaciones públicas o en la presión que ejerce con la información, lo que le ha dado valor con el hijo del finado Andrés García Lavín.
Pero Marco no siempre logra los mejores acuerdos y Playa del Carmen es el ejemplo. Ahí, de las asignaciones directas que se dieron para este 2022 solo a dos medios, para la publicidad oficial del gobierno de Lili Campos, Novedades quedó en segundo lugar, con casi un millón de pesos menos, contra el gratuito ¡24 horas Quintana Roo!
El camino de la debacle en Novedades
Lozano Ocman construyó en cinco años el camino que lo llevó a Cancún, para administrar y de facto dirigir la joya de la corona de Grupo Sipse. Al asumir como gerente general cortó la estructura de gerentes divisionales y así se deshizo de la influencia del grupo Mérida que dominaba la publicidad, circulación, la producción e impresión de los diarios en Quintana Roo.
Aislado, sin la injerencia de los meridanos, se dedicó a desmembrar la redacción en Cancún. Una de sus primeras decisiones fue sacar en 2017 a Mara Lezama de Novedades, quien por años había encabezado la sección de Sociales y quien tenía una relación muy cercana no sólo con Gerardo, sino con Alejandro García Gamboa, director de medios electrónicos de Grupo Sipse, así como con la familia García Gamboa.
Esta decisión lo enfrentó con el socio de Gerardo, José Antonio O´Farrill Ávila, quien por el desacuerdo de las decisiones que consideró lesionaban al periódico y la desconfianza en el manejo de los recursos reportados a la sociedad, envió una carta con dedicatoria a Lozano Ocman, para exigir una auditoría de las finanzas de los periódicos, que incluía a las ediciones De Peso.
Marco sobrevivió a esa exigencia debido más al poco involucramiento de O´Farrill y sus hijos en Novedades, que aceptaron información maquillada.
El 2018 traería sorpresas y más de un disgusto para Gerardo y Marco. La llegada del Presidente Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República y de Mara Lezama, a la Presidencia Municipal de Benito Juárez, le restó al periódico el poder de los ingresos de la publicidad del gobierno federal, pero no los del Ayuntamiento. Mara siempre ha actuado con lealtad, pese a la deslealtad recibida.
En la reelección, sin que hubiese una explicación, más que sólo la teoría de una petición del mismo Gerardo García a Mara, se incluyó como asesor a Lozano Ocman, en el equipo de campaña. Esta incorporación le trajo más negativos que positivos, porque no lo necesitaba. Con la victoria de Mara, Lozano Ocman se decía a sí mismo un operador eficaz, cuando lo que realmente ocurrió fue el fenómeno que la hoy gobernadora electa ha desencadenado en Quintana Roo.
Fue además un cálculo equivocado por parte de la Presidenta Municipal, que después pagaría con la traición de Lozano Ocman, quien operó de forma abierta en la campaña de Laura Fernández Piña, con la mirada distante de Gerardo García, su gran amigo, desde Mérida y desde su yate en Miami.
El ex secretario particular del ex gobernador Félix González Canto no tuvo reparos en llevar información fuera de la realidad, al publicar encuestas que daban “empate técnico” a Mara y Laura. Los resultados del 5 de junio demostraron la amplitud de más de 40 por ciento con la que Mara ganó la elección y la muy baja votación que obtuvo Laura.
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La interrogante, desde luego, será saber si Mara, que no es una mujer de rencores, dará un trato diferente a Novedades en el gobierno del estado, en tiempos en que la Cuarta Transformación exige disciplina y mesura con los convenios de publicidad oficial. El periódico de sus amores, no es ya el mismo bajo el mando de Lozano Ocman, menos con la mirada distante desde Yucatán de un amigo al que consideraba como un hermano.