Con el slogan “Vox es la voz de la España viva”, el partido Vox se presenta a través de su portal www.voxespana.es, en cuyo Manifiesto Fundacional esconde un radicalismo conservador que va desde la critica constitucional al estado español actual junto con las libertadores adquiridas; hasta la desaparición de las autonomías de Cataluña y el País Vasco, en una clara búsqueda de un centralismo oscurantista.
Un partido que, al ser de ultraderecha, representa un claro retroceso a los avances que se han conquistado en México a partir de largas luchas sociales por medio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y que se han concretado como la equidad de género, el matrimonio igualitario, el derecho de la mujer para disponer de su cuerpo, la libre expresión de todas las ideas, la participación ciudadana activa a través de la consulta popular y la revocación de mandato, así como el reposicionamiento de los pueblos originarios en la historia de México.
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Un partido que, contrario a la actualidad de un México progresista, tiende a publicar en sus redes textos por demás ofensivos a la memoria histórica de México y alejados de la real historia de nuestra nación, agraviando al presente y pasado de los mexicanos, y haciéndose pasar por héroes o libertadores.
Sin embargo, hace apenas unas semanas que los juniors del PAN se jactaban orgullosos de tomarse fotos con los lideres de ese partido, signando un pacto para acabar con el comunismo en México. Un pacto que traiciona a nuestras propias raíces y que los posiciona como un grupo parlamentario ignorante, pusilánime y completamente opuesto a lo que deberían defender, que es su patria, que es la identidad de su país, el origen de su sangre y de su tierra. Y porque protestaron servir a la nación mexicana al jurar su cargo, no a la española.
En lo personal, esos legisladores deberían ser juzgados por traición a la patria. Por traición a la memoria histórica de nuestro pueblo, y no deberían seguirse ostentando como representante de la voz de un México que sigue teniendo sangre azteca, mexica, chichimeca, maya, totonaca, tzotzil, zapoteca, pame, rarámuri, de muchas otras más, a quienes con su arrogante ignorancia han traicionado.
Esa es mi opinión como mexicano. Como hombre de izquierda. Como progresista y como abogado. Es cuanto.