La menopausia ha sido históricamente un tema rodeado de tabúes y desinformación. Uno de los mitos más persistentes es la creencia de que con la llegada de esta etapa se pone fin a la vida sexual de la mujer.

Nada más alejado de la realidad. A medida que las sociedades avanzan y la medicina progresa, es fundamental desmitificar este concepto y entender que la menopausia no marca el fin de la sexualidad, sino simplemente un cambio en la vida de la mujer.

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La naturaleza de la menopausia

La menopausia es una transición natural en la vida de las mujeres, generalmente ocurrida entre los 45 y 55 años, que marca el fin de la menstruación y la capacidad reproductiva. Este proceso biológico está acompañado de una serie de cambios hormonales, particularmente la disminución de estrógenos y progesterona, que pueden tener diversos efectos en el cuerpo y el estado de ánimo.

Efectos de la menopausia

Impacto en la sexualidad

Si bien es cierto que la menopausia puede traer consigo desafíos como la sequedad vaginal, disminución de la libido y cambios en la respuesta sexual, estos no son impedimentos insuperables para mantener una vida sexual satisfactoria. Existen múltiples formas de abordar estos cambios, desde tratamientos médicos como la terapia de reemplazo hormonal hasta lubricantes específicos y, por supuesto, el apoyo de una comunicación abierta y sincera con la pareja.

Perspectiva médica y psicológica

La Dra. Elena García, ginecóloga y especialista en salud sexual, señala que “es crucial educar a las mujeres sobre los cambios fisiológicos que conlleva la menopausia y ofrecer soluciones adecuadas. La disminución hormonal no significa el fin del deseo sexual. Muchas mujeres redescubren su sexualidad en esta etapa, libre de preocupaciones reproductivas”.

Por otro lado, desde una perspectiva psicológica, la sexóloga Clara Martínez resalta que “el bienestar emocional y la autoimagen juegan un papel vital en la sexualidad durante la menopausia. La aceptación y el amor propio son fundamentales para una vida sexual plena.”

Testimonios reales

María, de 52 años, comparte su experiencia: “Al principio, la menopausia me asustó. Pensé que mi vida sexual había terminado, pero con el tiempo y el apoyo de mi pareja, descubrimos nuevas formas de disfrutar juntos. La comunicación fue clave para adaptarnos y encontrar nuevas maneras de mantener la intimidad”.

Otro testimonio, el de Ana, de 48 años, enfatiza la importancia del asesoramiento médico: “Consulté a mi ginecóloga y me recomendó algunos tratamientos que mejoraron significativamente mi bienestar. Me sentí más segura y mi vida sexual mejoró.”

La menopausia no debe verse como el final de la vida sexual de la mujer, sino como una nueva etapa que puede estar llena de satisfacción y descubrimiento. La clave está en la información, el apoyo adecuado y la actitud positiva. Abordar los cambios con apertura y buscar soluciones personalizadas es esencial para mantener una vida sexual saludable y gratificante durante la menopausia y más allá.

El mito de que la menopausia termina con la vida sexual es precisamente eso: un mito. Con el enfoque adecuado, cada mujer puede continuar disfrutando de una sexualidad plena y satisfactoria en todas las etapas de su vida.

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