Dentro de la propuesta de los libros de texto gratuito de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) se propone el empleo de las metodologías activas como modelo para la enseñanza en todas las escuelas de educación básica, desde preescolar hasta secundaria.
Pero, ¿en qué consisten dichas metodologías? ¿Cuáles son sus principales características? ¿Son relevantes para la educación en México? Para responder a estas interrogantes, enseguida se presenta una caracterización de las metodologías que subyacen al Plan de Estudio de la Nueva Escuela Mexicana.
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Las metodologías activas tienen su origen en la denominada Escuela Nueva, movimiento de renovación pedagógica surgido a finales del siglo XIX y comienzos del XX, inspirado en las ideas de pensadores y pedagogos europeos que proponían la creación de un tipo de escuela alejado completamente del modelo tradicional, que formara ciudadanos más activos, críticos y solidarios.
A la par de la Escuela Nueva, también se fueron desarrollando ciencias centradas en el estudio del niño, como la psicología infantil, que propuso metodologías y técnicas que enfatizaban el valor de la infancia y el respeto a la naturaleza del niño.
Una definición de metodologías activas ampliamente aceptada es la de Bonwell (1991), quien la enuncia como cualquier método instruccional que enganche a los estudiantes en el proceso de aprendizaje. Dicho aprendizaje, implica que los estudiantes realicen actividades significativas que los hagan pensar en lo que están haciendo.
La educación basada en metodologías activas implica una enseñanza centrada en el estudiante, que concibe al aprendizaje como un proceso constructivo -y no la sola recepción de información–, en donde se aprende mucho más de la interacción entre compañeros que de la simple exposición del profesor y en donde los aprendizajes son significativos, es decir, son realistas y relevantes para la realidad de los estudiantes.
Las metodologías activas
Las metodologías activas que plantea la NEM como una posibilidad de acercamiento a los elementos disciplinares que integran los cuatro campos formativos (en esta liga se puede encontrar una descripción de los mismos) son:
Para el campo formativo, Lenguajes, que incluye las disciplinas de Español, Lengua indígena como lengua materna, e indígena como segunda lengua, inglés y artes.
La NEM propone el Aprendizaje Basado en Proyectos Comunitarios (ABP). Esta metodología parte del supuesto de que el aprendizaje es más efectivo cuando tiene una base en experiencias debido a que el alumno es parte del proceso de planificación, desarrollo y evaluación de los proyectos seleccionados. Para una explicación más amplia del ABP se sugiere la lectura de la siguiente liga.
En el caso del campo formativo Saberes y Pensamiento Científico, cuyas disciplinas son Matemáticas, Biología, Física y Química, la propuesta de la NEM es el Aprendizaje basado en Indagación STEAM como Enfoque (Ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas, por sus siglas en inglés).
En esta metodología se hace referencia a las diferentes formas en las que los científicos estudian el mundo natural y proponen explicaciones basadas en evidencia, por lo tanto, las actividades permiten a los alumnos desarrollar conocimiento y comprensión de ideas científicas así como entender cómo los científicos estudian el mundo natural.
En el campo formativo Ética, Naturaleza y Sociedades, que comprende las disciplinas Formación Cívica y Ética, Historia y Geografía, la propuesta de trabajo es el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP). Dichas metodologías están orientadas a la solución de problemas reales que hacen del proceso una experiencia de aprendizaje para la vida más allá de las aulas, además que contribuye al desarrollo del pensamiento crítico que dará forma a sujetos solidarios con su comunidad y responsables de la naturaleza.
Finalmente, para el campo formativo De lo Humano y lo Comunitario, cuyas disciplinas son Educación Física, Tecnología y Educación Socioemocional/Tutoría, la NEM propone el Aprendizaje Servicio (AS). La metodología de trabajo AS, es útil por el alcance que tiene para fomentar e impulsar los fines de la NEM, al integrar el servicio a la comunidad con el estudio académico y a su vez crear una comunidad para que los alumnos desarrollen el sentido de responsabilidad y compromiso con la misma, de esta manera, el alumno aprende a desarrollarse y a participar en proyectos que relacionan su interés personal y el de la comunidad.
La implementación de estas metodologías exige un cambio fundamental en la actitud tanto de alumnos como de profesores -e incluso de padres de familia-, ya que los roles tradicionalmente jugados dentro del aula, ahora deben adaptarse a un nuevo paradigma, en donde se promueve que el alumno se responsabilice de su aprendizaje y sea capaz de tomar decisiones sobre sí mismo.
De la misma forma ocurre con el profesor que poco a poco abandona su papel como fuente principal de conocimiento y protagonista de lo que ocurre en el aula, para dar paso a un profesor que es guía, conduce, negocia y aconseja a sus alumnos.
Bonwell, C., & Eison, J. (1991). Active learning: creating excitement in the classroom. Washington: The George Washington University.
Secretaría de Educación Pública (2023). Sugerencias Metodológicas para el desarrollo de los proyectos educativos. SEP. Tomado de: https://educacionbasica.sep.gob.mx/wp-content/uploads/2023/03/Sugerencias-Metodologicas-proyectos.pdf
