En pleno tiempo electoral que limita participaciones externas a candidatos y partidos, el INE realizará hoy lunes la presentación de un libro que patrocinó con recursos públicos y apoyo político contra el populismo y que tuvo como destinatario al presidente López Obrador y a su partido Morena. Este acto es peor que el partidarismo de las mañaneras.
El libro se llama Yo, el pueblo. Cómo el populismo transforma la democracia, de Nadia Urbinati, cuya edición en español circula bajo el sello del INE. Se trata de una edición que se mete de lleno en el debate ideológico de ideologías y partidos, un terreno que debiera estar vedado para el INE como árbitro electoral.
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Sin embargo, ese libro forma parte de la ofensiva antipopulista –es decir: anti AMLO— del INE, de su consejero presidente Lorenzo Córdova Vianello y del consejero escudero Ciro Murayama para usar recursos del organismo en campañas ideológicas contra el populismo que en México identifican en Morena y en López Obrador.
El problema radica que en tiempos electorales el arbitro electoral debiera estar ajeno a cualquier parcialidad, pero el INE aparece como un árbitro vendido a la oposición. El libro, por cierto y en función de las fechas, fue anterior a la ofensiva de Morena y del presidente de la república contra el instituto.
Organiza INE presentación de libro
Hoy lunes, el INE organiza la presentación del libro en una versión vía Zoom que tendrá todo el tiente de intervencionismo en el proceso electoral, pues buscará identificar a Morena y a López Obrador con el populismo. En la gestión de Córdoba el INE aparece como un organismo con enfoque político e ideológico contra el populismo. Con el libro y la presentación hoy en pleno tiempo electoral, el INE viola sus propias reglas de imparcialidad que exige y castiga en los demás.
En la sesión de hoy participará, por si hiciera falta, el consejero Ciro Murayama, uno de lo voceros antipopulistas del INE y promotor de todas las sanciones contra el presidente López Obrador por violar las reglas de la imparcialidad. De ser equitativo y ético, el INE de Córdova y Murayama debería ser castigado por intervenir en la lucha electoral y por pagar la edición de un libro que critica al populismo.
Como nunca antes, el INE se quiere convertir en el Ministerio de la Democracia o en un poder político autónomo, cuando su función es bastante más sencilla: organizar elecciones, limpiar el padrón y vigilar la emisión y conteo de votos. Sin embargo, a gestión de Córdova Vianello se ha dedicado a construir un discurso anti populista.
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La versión del libro de Urbinati fue pagada por el INE con recursos públicos y se quiere enmascarar como parte de la educación cívica, aunque en el fondo sea un texto político, ideológico y parcial contra una forma de ejercicio político que hasta ahora no ha sido proscrito y que está avanzando en muchas partes del mundo: el populismo social.
Es posible que el populismo sea una práctica política parcial, pero hasta ahora ha respetado las reglas de la democracia. Y proyectos antipopulistas como el del INE proscriben una doctrina sólo por diferir de los enfoques de los consejeros electorales activistas con el neoliberalismo político de mercado, sin duda que el adversario ideológico del populismo.
Si hubiera reglas democráticas en la actual contienda electoral, alguna autoridad debería prohibirle al INE cualquier expresión de militancia ideológica pública, como la presentación de libros contra una de las fuerzas ideológicas en pugna. Y, de paso, emitir alguna sanción contra el consejero presidente Córdova Vianello por patrocinar con dinero público un libro contra una fuerza electoral legal, contra el consejero Murayama por participar en debates donde se criticará a Morena y a su líder López Obrador y contra los responsables de usar al INE en actividades en contra de una fuerza electoral que participa en la lucha electoral. En los hechos, el INE de Córdova Vianello y Murayama se comporta igual que la Comisión Federal Electricidad de Manuel Bartlett Díaz.
Al final del día, actos político-electorales como el de hoy dan la razón a Morena que pide un replanteamiento total del Instituto Nacional Electoral por haber agotado su modelo de garantía democrática y por ser parte de una corriente contraria a uno de los partidos determinantes de la vida política nacional.
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En los hechos, también todo indicaría que Córdova Vianello y Murayama se perfilan para ser candidatos, pronto, de la alianza PRI-PAN-PRD, una vez que terminen su tarea en el INE en 1923. (Carlos Ramírez)