Martín G. Iglesias | R360
Quizá algunos no se han puesto a pensar el impacto que tiene el actuar corrupto de un gobierno, sea del ámbito federal, estatal o municipal; tema aparte es la participación en este proceso del Poder Legislativo.
Cuando se anda en campaña para buscar un cargo de elección popular, la mayoría de las candidatas y los candidatos aseguran que dentro de sus planes lucharán con todo para erradicar la corrupción del sistema político, porque ese fenómeno provoca que exista delincuencia organizada, delitos del fuero común; sin embargo, al llegar al poder se hace una simulación de implementación de acciones eficaces para detectarla y contrarrestarla con efectividad.
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El problema es que la corrupción no solo implica sustraer el dinero de las arcas municipales, sino que deja sin oportunidad a la población de disfrutar de una calidad de vida mejor. Explico, al malversar los recursos públicos para acciones privadas, pues se dejan de hacer obras como de alumbrado público en una colonia donde la delincuencia aprovecha esa ventaja para cometer delitos; se deja de proveer de medicamentos a los hospitales o centros de salud y los pacientes pues tienen que buscar la manera de poder surtir su receta. Se dejan de hacer obras de infraestructura para el sistema educativo y se les paga mal a los trabajadores del gobierno (hablo de la base).
La corrupción es tan compleja que deja un impacto grande en la sociedad, porque busca permear, penetrar y operar en el ámbito público y privado para sacar ventaja ilícita, por lo que los ciudadanos debemos preocuparnos de establecer estrategias para apoyar a nuestras sociedades y gobiernos en esta lucha. ¿De qué manera? No fomentando la corrupción.
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Si ya sabemos que la corrupción en la que origina la falta de desigualdad y pobreza en un país, en el estado o en el municipio, pues corresponde a los Congresos regular la actividad del Ejecutivo, que no existan deudas públicas más allá del periodo gubernamental de quien quiere contratarlas; pero otra vez, la corrupción hace que estos endeudamientos transgubernamentales sean posibles.
El ciudadano debe saber que nuestro Código Penal incluye como delitos la corrupción de servidores públicos, el peculado, el cohecho, la conducta corrupta, la aceptación de salarios del Estado sin trabajar, el enriquecimiento ilícito, la exacción, el abuso de autoridad, la omisión o retardo de actos, la falta de ayuda o auxilio de parte de la Policía, el abandono del cargo, la violación de sellos públicos y el tráfico de influencia, este último es un acto que realizan parientes, amigos o copartidarios políticos de servidores públicos, traficando u ofreciendo ese simulado o real vínculo para lograr supuestos beneficios a corto plazo.
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Todo ello acaba con la calidad de vida del ciudadano, pues lo priva de tener la oportunidad de estar en algún cargo por causa del nepotismo o de disfrutar de las obras de beneficio social.
Sascab
Los próximos candidatos a diputados federales deberán hacer un esfuerzo doble, pues los que están por dejar el cargo le han fallado a los quintanarroenses, como el caso de Patricia Palma Olvera, del Distrito II, que solo ha dedicado a atender a su familia y a visitar los salones de belleza, no se diga los de cirugía plástica.