Las festividades de fin de año de 2025 en Estados Unidos se vieron marcadas por un evento climático extremo que dividió al país. Una mezcla de hielo y nieve azotó el noreste, mientras que California enfrentó la temporada navideña más lluviosa en años. Esto resultó en la cancelación y retraso de miles de vuelos.
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El caos climático que fracturó las festividades en Estados Unidos
El sábado 27 de diciembre de 2025, mientras miles de personas intentaban viajar entre Navidad y Año Nuevo, Estados Unidos experimentó interrupciones masivas debido a poderosas tormentas invernales. La situación obligó a las autoridades a emitir declaraciones de emergencia, evidenciando el impacto directo del clima en la movilidad nacional.
El balance de las cancelaciones y retrasos de vuelos
El efecto inmediato del clima se sintió en el transporte aéreo, especialmente en la costa este. Para la media mañana de ese sábado, el balance de las interrupciones en el transporte era significativo, con la mayoría de las afectaciones centradas en el área de Nueva York:
- Vuelos nacionales: Más de 14.400 vuelos fueron cancelados o retrasados.
- Vuelos internacionales: Otros 2.100 vuelos programados para salir o aterrizar en Estados Unidos este 27 de diciembre fueron cancelados, según reportó FlightAware.
Los principales centros aéreos del área de Nueva York —el Aeropuerto Internacional Newark Liberty, el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy y el Aeropuerto LaGuardia— emitieron advertencias desde el viernes, alertando que las condiciones climáticas podrían causar interrupciones en los vuelos.
Estados de emergencia en Nueva York y Nueva Jersey
Ante la gravedad del temporal que afectaba el noreste, las autoridades procedieron a declarar estados de emergencia para gestionar la crisis y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, declaró el estado de emergencia para más de la mitad del estado. Por su parte, la gobernadora interina de Nueva Jersey, Tahesha Way, declaró el estado de emergencia para la totalidad de ese estado.
La declaración de Way se emitió “debido a una severa tormenta invernal que causa condiciones climáticas peligrosas, incluyendo nieve intensa, aguanieve y lluvia helada”. Además, instó a los viajeros a evitar desplazamientos durante la tormenta, permitiendo así que las cuadrillas pudieran atender las carreteras.
El doble frente de la tormenta: nieve en el este, lodo en el oeste
La magnitud del evento se caracterizó por afectar al país con fenómenos opuestos: nieve y hielo en el noreste, y lluvia extrema e inundaciones repentinas en el occidente.
Nevadas y alertas en el noreste de Estados Unidos
La mezcla de nieve y hielo se concentró principalmente en el noreste. Según Bob Oravec, meteorólogo del Centro de Predicción Meteorológica del Servicio Meteorológico Nacional cerca de Washington, D.C., para la madrugada del 27 de diciembre, habían caído entre 15 y 25 centímetros de nieve en una zona que se extendía desde Syracuse, en el centro de Nueva York, hasta Long Island, en el sureste del estado, abarcando también Connecticut.
La ciudad de Nueva York recibió entre 5 y 10 centímetros de nieve durante la madrugada. Se reportaron 10 centímetros en Central Park, lo que representó la mayor cantidad de nieve acumulada en ese punto desde 2022.
Oravec subrayó que “ya pasó la nevada más intensa”, esperando que las ráfagas restantes disminuyeran por la tarde de ese sábado. Sin embargo, el Servicio Meteorológico Nacional advirtió sobre condiciones de viaje peligrosas desde los Grandes Lagos hasta el norte del Atlántico medio y el sur de Nueva Inglaterra, con el potencial de daños a los árboles y cortes de energía.
Inundaciones y deslizamientos en el sur de California
En el occidente, las intensas tormentas invernales trajeron la temporada navideña más lluviosa en años al sur de California. Esto provocó deslizamientos de lodo y escombros que, en algunas viviendas, llenaron las casas hasta la mitad.
El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que el riesgo de más inundaciones repentinas y deslizamientos de lodo aún existía, a pesar de la disminución de las lluvias en Los Ángeles. Mike Wofford, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional en Los Ángeles, señaló que “aún no estamos completamente fuera de peligro, pero en general, lo peor ya ha pasado”.
Los equipos de emergencia trabajaron sin descanso:
- Los bomberos rescataron a más de 100 personas el pasado jueves 25 de diciembre en el condado de Los Ángeles.
- Un helicóptero rescató a 21 personas que habían quedado varadas en sus vehículos.
- La Policía de Los Ángeles respondió a más de 350 accidentes de tráfico, según la alcaldía.
La comunidad de Wrightwood, un pueblo montañoso de 5.000 habitantes ubicado a unos 130 kilómetros al noreste de Los Ángeles, se vio particularmente afectada. Las lluvias incesantes convirtieron las carreteras en ríos y sepultaron coches bajo rocas, escombros y lodo. Sherry Tocco, residente de la zona, declaró que su barrio quedó devastado, y el río que antes era caudaloso, “destruyó, llevándose todo consigo”. Eric Faulkner, gerente de Mountain Hardware, informó que la mayor parte del pueblo se quedó sin electricidad.
Este episodio de clima extremo, caracterizado por la simultaneidad de inundaciones históricas en el occidente y nevadas paralizantes en el noreste, subraya la creciente vulnerabilidad de la infraestructura de Estados Unidos durante los picos de temporada. ¿Podrían los patrones meteorológicos divergentes como el observado en diciembre de 2025 convertirse en la nueva norma para los viajes de fin de año?

