CHETUMAL, QRoo.- Su construcción inició en 2018 como parte de un programa bipartita entre el Gobierno del Estado y el Federal; la administración de Carlos Joaquín fue la responsable de la obra. Sin embargo hoy las casas presentan deficiencias en su construcción que en muchos de los casos hacen imposible habitarlas. Fue el primer fraccionamiento edificado con la denominada “Ley Casitas” que permitió lotes de 108 metros cuadrados.
Se trata del Fraccionamiento Flamingos IV, que se vendió como una de las primeras obras de vivienda del Gobierno del Cambio, cuya edificación inició en 2018.
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El Gobierno de Carlos Joaquín fue el que impulsó el proyecto mediante un subsidio otorgado por el Gobierno Federal. De hecho fue la administración estatal la que quedó como responsable de la obra a través de la Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable (Sedetus), a cargo de Carlos Ríos Castellanos.
La inversión fue de 55 millones 219 mil 200 pesos provenientes de la Federación y el estado; la obra comprende 384 viviendas y fue elaborada por la empresa Mejoramiento Integral Asistido, S.A de C.V.
Las primeras 70 viviendas fueron entregadas hasta el 19 de marzo de 2019, sin embargo la construcción de las mismas iniciaron desde antes de septiembre del 2018. Fue el propio Carlos Joaquín quien hizo la entrega simbólica de las casas a sus propietarios, aunque pasó más de siete meses para que las viviendas fueran entregadas de forma física porque pese a la entrega de llaves la edificación no estaba concluida.
Aunque se ofrecieron las viviendas como económicas, las familias tendrán que pagar 282 mil pesos en total, en un lapso de siete años y para asegurar su patrimonio tuvieron que dar un enganche de 14 mil 800 pesos. La mensualidad es de tres mil 800 pesos.
Cada vivienda consta de dos pequeñas recámaras, un área de usos múltiples (sala y comedor), cocina y baño, además de la instalación hidráulica y eléctrica en funcionamiento.
Hoy estas viviendas presentan diversas irregularidades en su construcción lo cual ha generado molestia entre los propietarios, muchos de ellos no han podido habitar sus casas porque se la han pasado de reparación en reparación.
Las viviendas presentan fisuras en paredes, en techos, ventanas, tanto en el interior como en el exterior, lo cual se convierte en un peligro.
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Una de las propietarias, Adelaida García Rodríguez, señaló que ya está cansada de tantas vueltas, puesto que entre Sedetus, que es donde hizo el trámite para adquirir su vivienda, y la constructora, se echan “la pelotita” y no hay una solución para las irregularidades en la construcción que registra su casa. “Tengo que seguir rentando y no quiero habitarla hasta que esté en buenas condiciones”, agregó.
Las casas aún cuentan con una garantía, sin embargo aunque en algunos casos se han realizado reparaciones, las deficiencias en construcción no dejan de salir, según comentan los propios afectados. “Solo están haciendo tiempo para que venza el tiempo de garantía, para que se laven las manos”, dijeron.
Pese a las deficiencias de construcción, el titular de la Sedetus, Carlos Ríos Castellanos, negó que se deba a un problema de mala edificación de las viviendas, sino más bien responde a las altas temperaturas que se registran en la región.
De acuerdo con los habitantes, son más de 50 las viviendas con problemas de construcción, no obstante el funcionario estatal refirió que solo son 15 o 20 las que presentan anomalías, pero que se está trabajando con la empresa para atender el tema y que debe quedar resuelto en un lapso de tres meses, sin embargo los propietarios dejaron en claro que ya no creen en promesas y que necesitan una solución definitiva porque el problema de las casas no es de “manita de gato”, sino estructural.
“Vivienda digna”
Este fraccionamiento que se vendió como espacio de “vivienda digna” fue el primero en planearse de acuerdo a las especificaciones que establece la Ley de Acciones Urbanísticas (antes Ley de Fraccionamientos) bautizada como la “Ley Casitas”, promovida por el entonces diputado Juan Carlos Pereyra Escudero.
La citada ley fue presentada en diciembre de 2017 y aprobada de urgencia y obvia resolución el 16 de mayo de este 2018. Sin embargo fue hasta el 17 de agosto que fue publicada en el Periódico Oficial del Estado.
Con ello hora los lotes unifamiliares de las categorías económica tendrán un frente no menor a 6.0 metros, una superficie no menor a 108 metros cuadrados y un área libre mínima del 15 por ciento. Con la anterior legislación no podían tener un frente menor de 7.20 metros, ni una superficie menor de 110 metros cuadrados y un área libre mínima del 20 por ciento.
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Otros de los problemas que enfrentan los habitantes del fraccionamiento es que el asentamiento se ubica a menos de 800 metros de basurero municipal, por lo que cuando se registran altas temperaturas e incendios tienen que soportar los malos olores o el humo que despide.