CANCÚN, QR.- Entre los cambios realizados en el equipo de trabajo del presidente Andrés Manuel López Obrador, se encuentra la designación de Javier May Rodríguez, quien sustituye a Rogelio Jiménez Pons en el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).

De acuerdo con información dada a conocer por la Secretaría de Gobernación, May Rodríguez es originario de Comalcalco, Tabasco. Asumió como secretario de Bienestar el 2 de septiembre de 2020; anteriormente fue subsecretario de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional en la misma dependencia, donde estuvo a cargo del programa Sembrando Vida.

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Ha desempeñado distintos cargos de elección popular. En septiembre de 2018, en la LXIV Legislatura, fue senador de la República por su estado natal, cargo al que pidió licencia para incorporarse a la Secretaría de Bienestar.

En 2001 fue elegido diputado a la LVII Legislatura del Congreso del Estado de Tabasco, donde presidió la Comisión de Asuntos Electorales.

Fue presidente municipal de Comalcalco, Tabasco, en dos ocasiones, la primera de 2004 a 2006 y la segunda de 2016 a 2018.

A Fonatur un político sin experiencia en turismo

Para el columnista de Excélsior, Carlos Velázquez, el cambio de Jiménez Pons proviene de que está poniendo en el Fonatur a Javier May, un político rudo que nunca ha trabajado para el turismo, pero será conminado a ejercer el poder a rajatabla hasta que el tren maya camine.

Jiménez Pons fue designado subsecretario de Transportes de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).

El columnista Raymundo Riva Palacio, que se ha caracterizado por su nivel de crítica contra la 4T, expresó en su colaboración de hoy en El Financiero que “el sustituto de Jiménez Pons es, en términos de credenciales y gestión, y pese a la competencia de los malos, el peor de todos.

“Se trata de Javier May Rodríguez, tan incapaz, que en marzo de 2020 lo destituyó la secretaria del Bienestar, María Luisa Albores. El cese no se concretó porque el Presidente entró al rescate de su paisano y amigo, quien seis meses después, en una de esas acciones presidenciales que subrayan el aprecio a la lealtad y el desprecio a la capacidad, removió a Albores, enviándola como secretaria del Medio Ambiente, y la sustituyó con May Rodríguez”.