David Acosta | R360
CHETUMAL, QRoo.- La inseguridad, los servicios públicos y presupuesto para satisfacer las necesidades de las comunidades son la constante en el municipio de Othón P. Blanco; alcaldes sostienen reuniones para encontrar soluciones y exigir mayor atención por parte de la comuna capitalina.
El lunes de esta semana, en las instalaciones de Palacio Municipal, se convocó a una reunión de alcaldes para dialogar sobres las necesidades y el abandono hacia los poblados. Como resultado de estos trabajos no se pretende hacer un pliego petitorio, según ellos, sino encontrar estrategias para dar solución a los diferentes problemas que tienen las comunidades.
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Una de las principales trabas para conseguir recursos para satisfacer las necesidades de cada alcaldía, está en la Tesorería Municipal, pues solicitan presupuestos y al final las autoridades deciden lo que quieren, según Obed Durón Gómez, alcalde de Mahahual.
“Venimos a la capital y llegamos a las comunidades con las manos vacías y ya no sabemos qué explicaciones dar a la gente”.
En la comunidad turística de Mahahual se requiere mayor seguridad, pero de la Guardia Nacional ya que no confían en la Policía Municipal y con la estatal no se dan abasto.
El problema de la basura
La recoja de basura es otra de las necesidades, además de calles e infraestructura urbana que enfrentan las alcaldías del municipio capitalino.
Solo se cuenta con un presupuesto de 411 mil pesos para 2020, pero se necesita de al menos de tres millones de pesos anuales para operar los gastos mínimos de la alcaldía, sobre todo porque es un destino turístico.
Por su parte Luciano Chan Buenfil, alcalde de Calderitas, dijo que aunque el poblado es vecino de la capital no tiene el apoyo suficiente, ya que es visto como una colonia.
La alcaldía tiene bajo su responsabilidad cuatro comunidades: Luis Echeverría, Raudales, Laguna Guerrero y La Península. En todas hay necesidades pero es imposible satisfacerlas con el bajo presupuesto que tiene.
El poblado turístico de Calderitas necesita reubicar o abrir un nuevo cementerio que tiene una antigüedad de 50 años. Tiene una capacidad para depositar máximo 500 cuerpos y ya van 600.
Adicionalmente el tema de seguridad es un problema delicado y solamente hay una patrulla para dar servicio a las cuatro comunidades de la alcaldía. También son necesidades apremiantes el alumbrado público, las calles y la recoja de basura; este último punto es una situación contraproducente ya que en Calderitas es donde se ubica el basurero municipal.
Los alcaldes, según Chan Buenfil, han solicitado incluso aumento de sueldo, porque como representantes populares también solo devengan un salario de dos mil 800 pesos quincenales, por lo que mínimo piden el sueldo de un policía raso, que en promedio es de siete mil 500 pesos a la quincena.
Por todas las carencias y necesidades de la alcaldía, hasta el delegado de Laguna Guerrero ya quería renunciar.
La alcaldía de Javier Rojo Gómez no está lejos de la situación que prevalece en la zona rural de Othón P. Blanco, pues de acuerdo a la máxima autoridad Edel Martínez Méndez, la situación es precaria.
Las necesidades urgentes son pavimentación de calles, alumbrado público, servicios de salud y seguridad. En este último punto trascendió que en una comunidad de la alcaldía hubo una amenaza de secuestro de unos menores.
Los alcaldes carecen de vehículos para trabajar y aunque se cuenta con un presupuesto de un millón 800 pesos, no es la alcaldía quien lo administra.
El municipio de Othón P. Blanco cuenta con siete alcaldías: Calderitas, Nicolás Bravo, Javier Rojo Gómez, Dos Aguadas, Mahahual y Cerro de las Flores. Estás se subdividen en 34 delegaciones y 92 subdelegaciones.
La mayoría de estas alcaldías se dedican a las actividades agropecuarias, con excepción de Mahahual y Calderitas.
