Con la llegada del siglo XXI, la lucha por condiciones sanas e igualdad en el ámbito laboral se ha vuelto algo que cada día toma más importancia en las personas, por lo que es cada vez más usual ver cómo los trabajadores alzan sus voces, exponiendo los distintos casos de abusos, acoso y malos tratos que realiza una compañía.
Estos problemas son algo que viene ocurriendo desde hace mucho tiempo atrás, pero es hoy en día que las personas tienen la valentía para dar a conocer los casos teniendo la certeza de que no serán ignorados por la justicia.
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Situaciones como estas se han vuelto endémicas en industrias como la del cine, televisión y música —que reciben una gran cobertura mediática—.
Y así como sucede en otras esferas, la industria del videojuego no escapa de ello.
Desde hace años se han dado a conocer numerosas denuncias hacia distintas compañías desarrolladoras, que para colmo, poseen gran renombre.
Estas situaciones se han vuelto comunes hasta el punto en el que, a pesar de horrorizar, no llegan a sorprender. De esta manera es cómo estas prácticas, que antes eran desconocidas, salen al ojo público y dejan mucho que desear.
Un sistema antiguo en tiempos modernos
Desde la concepción de la industria de los videojuegos, la visión del mundo sobre éstos es que eran cosas de hombres, frikis amantes de la tecnología que perdían su tiempo en estas máquinas y que, en el mejor de los casos, algunos de estos desarrollarían su pasión hacia éstas.
Sin embargo, los tiempos han cambiado. Según un estudio dirigido por la Asociación Española de Videojuegos (AEVI), el 49% de los consumidores son mujeres, lo que refleja una realidad que no solo se vive en el país europeo, sino a nivel mundial.
Esto da a entender que durante los últimos años la presencia del colectivo femenino se ha dado a notar, no solo en los videojuegos, sino en todos los aspectos, sobre todo a nivel laboral.
Pero, a pesar de los cambios radicales que se viven en los últimos años, la industria parece estar estancada.
Durante mucho tiempo se ha buscado que los trabajadores en general posean un trato sano y justo a la hora de ejercer su oficio, lo que ha traído innovaciones a la hora de dirigir una empresa o liderar un equipo. Sin embargo, muchas de estas empresas parecen quedar estancadas en este paso, y esto incluye a la industria del videojuego.
En un principio este sector poseía un hermetismo que no permitía conocer estos casos, pero poco a poco, las cosas han ido saliendo a luz pública, despertando no solo el descontento de quienes consumen los productos, sino también el de estados enteros que buscan prevenir estas grandes problemáticas.
Y esto comienza a evidenciarse a duras penas en la década pasada, cuando las personas comenzaron a hablar públicamente sobre los grandes problemas de abuso y acoso hacia distintos colectivos en múltiples desarrolladoras.
Un problema desatendido
Estas situaciones no surgen recientemente; como se mencionó antes, el acoso y el abuso hacia distintos colectivos, pero en especial hacia el femenino dentro de una compañía, son un problema sistémico que se trae desde años atrás, pero que comienza a cambiar hasta hace poco.
Fue así como en 2018 se desató el infierno en la tierra para múltiples compañías desarrolladoras.
Quantic Dream, la desarrolladora de Detroit Become Human y Beyond: Two Souls, habÍa sido acusada de comportamientos tóxicos, sexistas y machistas dentro de la compañía, sobre todo hacia el personal femenino; corresponsalías francesas como CanardPC lo expondría según los datos enviados por “un trabajador”.
Esto fue negado por la compañía rotundamente, y no sería hasta este año en donde el sistema judicial francés desestimaría todas las acusaciones al ser falsas, pero, aunque fuera así, dejaría manchada a la compañía.
Ese mismo año llegaron dos polémicas más: Telltale Games, la compañía desarrolladora de The Walking Dead.
En este caso, las acusaciones venían desde The Verge, una prensa especializada en videojuegos, que entrevistó a numerosos empleados, quienes presentarían quejas sobre explotación laboral y abuso de poder por parte del CEO de la compañía. Estas acusaciones fueron el principio del fin para la desarrolladora
Y la cereza del pastel del mismo año sería Riot Games, la desarrolladora de Valorant y League of Legends, quienes impulsaron los Esports.
Fue gracias a un artículo del prestigioso medio Kotaku que revelaría las experiencias de 28 trabajadores de la compañía, hombres y mujeres, que padecieron de abuso y acoso tanto sexual como laboral por parte de sus superiores, a su vez de ser testigos de muchos más.
Estas polémicas generaron “cambios” en la industria, pero que hoy en día, parece que nunca se hubieran ocurrido.
Un gran nivel de abuso en grandes compañías
Los años siguieron pasando y estas polémicas seguían haciendo eco en la prensa especialidad hacia la industria de los videojuegos. Porque si bien es cierto que se comenzaron a presentar problemas graves de acoso y toxicidad en los juegos online, aún seguían exhibiéndose numerosas quejas sobre el abuso de ciertas compañías hacia sus empleados.
Es así como una de las empresas más reconocidas en la industria de los videjuegos se puso en el ojo de la tormenta: Ubisoft, la desarrolladora de Assassin’s Creed y numerosos títulos más, fue el tema principal de una encuesta realizada nuevamente por The Verge en 2020 la cual arrojaba que el 25% de los empleados (que se traduciría en 1 de cada 4) había sido (o visto) objeto de alguna clase de abuso, acoso o comportamiento inadecuado hacia el colectivo femenino y no binario.
Ese mismo día, el CEO de Ubisoft, Yves Guillemot, lanzaría un comunicado en el que condenaba estos actos y proponía cambios para ofrecer un lugar seguro para los trabajadores.
Pero a pesar de las disculpas, este año saldría otro informe que señalaría que poco o nada había cambiado la situación desde entonces.
Por otro lado, Riot Games vuelve a desatar la polémica debido a nuevas denuncias de conductas inapropiada.
En este caso Nicolo Laurent, desarrollador del MOBA y CEO de la compañía, sería acusado por Sharon O’Donnell, su asistente, la cual fue victima de acoso sexual en numerosas ocasiones. Esta historia fue cubierta por VICE y reabriría los casos anteriores de esta compañía por abuso y acoso en el ambiente laboral.
Casos como estos se siguen presentando en mayor y menor medida en la industria, pero son tratados a un nivel menor para evitar estas situaciones. Aun así, no había preparación alguna para el mayor escándalo de esta índole para la industria.
Activision Blizzard, un caso realmente impactante
Recientemente, la compañía desarrolladora de Call of Duty y Sekiro: Shadows Die Twice recibió una denuncia del Departamento de Vivienda y Empleo Justo de California, que reveló una investigación de más de dos años, la cual puede llegar a afectar fuertemente a la compañía.
Según lo señalado en el informe presentado por Bloomber Law, la compañía no solo ha tenido prácticas que resultan denigrantes hacia las mujeres, sino que las amparan bajo el ambiente de “fraternidad” de los trabajadores masculinos, los cuales gozan de numerosos beneficios laborales, cuando las mujeres no pueden optar siquiera por ellos, además de ser objeto de burlas y prácticas denigrantes en horario de trabajo.
Esta situación llegó al extremo cuando una empleada de suicidaría en un viaje de trabajo con un supervisor. Está chica había sido objeto de burlas, acoso y abuso por parte de numerosos miembros de la compañía.
La gota que derramó el vaso fue cuando se reveló la “Suite Bill Cosby” (un ex comediante acusado de cargos de violación), una habitación que usaban los trabajadores masculinos para organizar fiestas y “celebrar” con mujeres, luego de la BlizzCon.
Alex Afrasiabi, principal desarrollador de World of Warcraft y un encargado de recursos humanos, fueron acusados de participar. Aunque la compañía intentó desestimar esta situación, la evidencia resulta contradictoria.
La posición de la empresa no se hizo esperar, indicando que la investigación estaba sesgada y que “ya no representa la realidad de la empresa” —dejando en duda si alguna vez lo representó—, y amenazando con irse de California por las acciones de burócratas del estado. Sin duda, algo que deja que desear y refleja la situación que atraviesan las empleadas de la compañía.
El cambio es necesario
Luego de la situación que se desató con Activision Blizzard, los empleados de la compañía protestaron en busca de que se realizaran cambios en respuesta de los casos que se presentaron en la demanda.
Esta situación ha tomado las redes sociales también para manifestar el descontento de la comunidad de jugadores y trabajadores hacia lo sucedido.
Desde el 21 de julio de este año la compañía guarda un silencio absoluto, y sus representantes desestiman la demanda como “alegaciones falsas”, sin embargo, sigue surgiendo información de varios empleados que han hablado a los medios confirmando la situación.
Como bien se dijo en un inicio, estos comportamientos son endémicos en esta industria, ya que con los años parece que las cosas siguen sin cambiar, y a su vez, las compañías tampoco están muy ansiosas por cambiar.
He aquí en que la situación se torna inaceptable. Conforme pasa el tiempo se hace necesaria la búsqueda de la igualdad laboral, pero sobre todo, el buen trato a todos los trabajadores. No se puede buscar proteger a compañías que amparan este tipo de comportamiento, y mucho menos, quienes lo encubren.
Ubisoft y Riot dieron la cara y reconocieron su error, eso ya es un paso.
Las personas exigen un cambio por el bien de los desarrolladores que colocan su esfuerzo en trabajar en nuevas entregas dentro del mundo que les apasiona. Es necesario que se siga alzando la voz en contra de estas prácticas y buscar mejorar.
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El abuso de estas compañías debe ser un ejemplo claro de lo que no se debe hacer en la industria del videojuego y en ninguna otra.
El cambio, aunque sea lento, es necesario y persistir para conseguirlo, porque de lo contrario, este tipo de abuso por parte de las compañías seguirá sucediendo.