CHETUMAL, QR.- En la antesala del cambio de administración, los integrantes del Sindicato de Trabajadores y Académicos de la Universidad Autónoma de Quintana Roo (Sauqroo) no han recibido respuesta de la petición del aumento salarial solicitado. Los sindicalizados piden un incremento de cuatro por ciento.
Su secretario general, Mario Vargas Paredes, confirmó la solicitud y de acuerdo con sus declaraciones, la Uqroo debió formalizar el aumento desde el pasado mes de abril.
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Aunque señaló que los integrantes de Consejo Universitario deben reunirse a la brevedad, para atender el tema, toda vez que el pago del incremento salarial, de darse, deberá pagarse a partir del 15 de julio próximo.
Entre las complicaciones para aprobar el aumento resalta que siete de los miembros del Consejo Universitario no ha tomado protesta debido al proceso de designación del nuevo titular de la Rectoría.
Acusó que el todavía rector Francisco López Mena está ganando tiempo y no ha formalizado dicha petición de los sindicalizados, pues su intención es dejar el tema pendiente para que sea la próxima autoridad de la Uqroo el que resuelva el incremento.
Sindicalizados, sin respuesta
Mientras tanto los 257 sindicalizados de la Uqroo no han tenido respuesta y esperan que esta situación se resuelva antes de la llegada del nuevo Rector.
De no ser así, los agremiados del Sauqroo amenazan con irse a huelga, lo que traerá consecuencias para alrededor de cinco mil estudiantes de la universidad.
Los trabajadores afiliados al sindicato representan más del 50 por ciento de los 504 trabajadores de base, entre docentes y administrativos, de la Uqroo.
López mena, de acuerdo con los sindicalizados no ha dado ninguna explicación del por qué no se ha formalizado el aumento salarial.
La Comisión Revisora del sindicato sostendrá una reunión el lunes, para analizar las acciones a seguir, pero todo ello será antes de que concluya la presente administración de la máxima casa de estudios de Quintana Roo.
Vargas Paredes advirtió que los sindicalizados no serán objeto de burla por el que aún es autoridad de la institución educativa. Tampoco permitirán que el tema quede indefinido, entre el rector saliente y el entrante, es decir, estancado por posibles vacíos legales relacionados con las facultades.
