CANCÚN, QR.- Una zona de baja presión es un área en la atmósfera donde el aire tiene menos presión que en las regiones circundantes. La presión atmosférica puede compararse con el peso del aire sobre la superficie terrestre.En una zona de baja presión, este “peso” es menor porque el aire caliente asciende hacia el cielo. A medida que el aire sube, se enfría y se convierte en pequeñas gotas de agua, formando nubes. Este proceso es el que puede llevar a la aparición de lluvias, tormentas y, en casos más intensos, ciclones tropicales o huracanes.
Para entender cómo funciona, imaginemos un día de verano en una ciudad costera. Durante el día, el sol calienta la superficie de la tierra y el mar, pero la tierra se calienta más rápido que el agua. El aire sobre la tierra, al calentarse, se vuelve más ligero y comienza a subir, creando una zona de baja presión en esa área. Mientras el aire se eleva, el aire más frío del mar se desplaza hacia la costa para llenar el vacío dejado por el aire caliente. Este movimiento de aire es lo que genera las brisas costeras.
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Una zona de baja presión se debe monitorear
Las zonas de baja presión son monitoreadas constantemente por meteorólogos para prever posibles desarrollos de tormentas y emitir alertas a tiempo. Entender cómo se forman y evolucionan es crucial para prevenir desastres naturales y minimizar su impacto en las comunidades.