CANCÚN, QR.- Mantener las llantas correctamente infladas es esencial para el buen funcionamiento de cualquier vehículo, ya que es la presión interna la que soporta el peso del automóvil. A menudo se utilizan compresores de aire para esta tarea, pero existe una alternativa: el nitrógeno. Vamos a desglosar las diferencias y beneficios de ambos métodos.

Composición del aire y el nitrógeno

El aire que comúnmente se utiliza para inflar llantas está compuesto por aproximadamente 78% de nitrógeno, 21% de oxígeno y una pequeña fracción de otros gases como dióxido de carbono, argón y neón. En contraste, el nitrógeno utilizado para inflar llantas es un gas altamente purificado, con concentraciones que varían entre el 93% y el 99%.

Beneficios de usar nitrógeno

El uso de nitrógeno en lugar de aire ofrece varias ventajas. Una de las más notables es la ausencia de humedad en el nitrógeno, lo que reduce la posibilidad de condensación dentro del neumático. Esta característica es crucial, ya que la humedad puede causar corrosión en los componentes metálicos de las llantas y las válvulas, además de afectar el caucho a largo plazo.

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Otra ventaja del nitrógeno es su capacidad para mantener una presión más constante. Las moléculas de nitrógeno, siendo más grandes, se escapan más lentamente de las llantas, lo que significa que la presión se mantiene por períodos más largos, incluso afectando en el menor consumo de gasolina pues con la presión correcta el motor se fuerza menos para mover el auto. Además, el nitrógeno no se expande ni se contrae tanto como el aire con los cambios de temperatura, lo cual es especialmente beneficioso en climas cálidos.

Desventajas del nitrógeno

Pese a sus beneficios, el uso de nitrógeno también presenta algunas desventajas. En primer lugar, encontrar estaciones de servicio que ofrezcan llenado de nitrógeno puede ser difícil, ya que no es tan común como el aire. Esto puede representar un inconveniente en viajes largos o en situaciones de emergencia donde se necesite inflar una llanta rápidamente.

Además, el costo de inflar llantas con nitrógeno es generalmente más alto que con aire. Aunque este gasto adicional puede ser justificado por los beneficios en ciertos casos, para el usuario promedio puede no ser una inversión necesaria.

Beneficios de usar aire

El aire, siendo fácilmente accesible y económico, es la opción más común para inflar llantas. Las estaciones de servicio y los compresores portátiles hacen que el llenado de las llantas con aire sea práctico y conveniente. Para la mayoría de los conductores, el aire proporciona la presión necesaria para el uso diario sin requerir gastos adicionales.

Desventajas del aire

El aire, al contener oxígeno y humedad, puede resultar en una mayor pérdida de presión a lo largo del tiempo. Las moléculas de oxígeno son más pequeñas y pueden escapar más fácilmente del neumático, lo que significa que la presión debe verificarse y ajustarse con mayor frecuencia. Además, la humedad presente en el aire puede condensarse dentro de las llantas, lo que puede provocar corrosión en los componentes metálicos y degradación del caucho.

A tomar en cuenta

Si decides probar el uso de nitrógeno en tus llantas, es recomendable realizar un proceso de desinflado completo de las mismas antes de llenarlas con este gas. Esto asegura que las propiedades beneficiosas del nitrógeno no se vean comprometidas por la presencia residual de aire y humedad.

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