El aumento de la presión militar y el bloqueo de facto de Estados Unidos contra Venezuela han provocado una respuesta geopolítica coordinada. Rusia y China condenan el unilateralismo de Donald Trump, acusando a Washington de violar el derecho internacional y desestabilizar la región caribeña para afirmar su dominio hemisférico.
El contexto de la Doctrina Monroe y la nueva anarquía marítima
La escalada de tensión en el mar Caribe, marcada por el incremento de la presencia militar estadounidense y la reciente intercepción de buques, es vista por Moscú y Beijing como la implementación de una estrategia de seguridad nacional que busca redefinir las reglas globales.
La Estrategia de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, publicada a principios de diciembre, incluye una renovación de la política centenaria conocida como Doctrina Monroe. Esta actualización, en la era de Donald Trump, establece la visión de una región “estable” que debe estar “libre de incursiones extranjeras hostiles o propiedad de activos clave”.Rusia condena las acciones navales de Estados Unidos: El jueves 25 de diciembre de 2025, Maria Zajarova, portavoz de la Cancillería rusa, condenó los intentos de Estados Unidos por desestabilizar Venezuela. Zajarova lamentó la situación en el mar Caribe durante su rueda de prensa semanal:
- Hoy somos testigos de toda una anarquía respecto a las leyes en el mar Caribe.
- Se han reactivado prácticas que se creían olvidadas hace mucho, tales como la apropiación ilegal de activos, la piratería, los asaltos y el bandidaje.
La diplomática reiteró que Rusia “condena estas acciones” y exige estabilidad y respeto a la legalidad en el ámbito marítimo, abogando por la distensión de la situación actual. Por este motivo, subrayó, “importa evitar que los acontecimientos sigan un curso destructivo”.
Violación al derecho marítimo internacional
La vocera del ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia enfatizó que, desde la perspectiva del derecho marítimo internacional, el comportamiento de Estados Unidos se considera una violación de la libertad de navegación. Citó específicamente el Artículo 87 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982.
Esta condena se produjo tras una reunión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), convocada el pasado 23 de diciembre para debatir el incremento de la presencia militar de Estados Unidos en el mar Caribe y el bloqueo marítimo de hecho de Venezuela. Maria Zajarova recalcó que:
> La gran mayoría de países condenó el carácter unilateral de las restricciones [estadunidenses], que violan gravemente derechos, principios y normas internacionales vigentes, en particular la igualdad soberana de los Estados, la no injerencia en los asuntos internos de otros, la libertad de navegación y los derechos económicos de cada país.
Rusia ratificó su respaldo a los esfuerzos del gobierno del presidente Nicolás Maduro por defender la soberanía y los intereses nacionales, y mantener un desarrollo estable y seguro de Venezuela, insistiendo en que América Latina y el Caribe “deben seguir siendo zona de paz, como se proclamó en 2014”. Además, Rusia expresó su esperanza de que “el pragmatismo y el sentido común que definen al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, permitan encontrar soluciones mutuamente aceptables para las partes acorde con las normas del Derecho Internacional”.
El golpe económico y la respuesta china
Para China, el aumento de la presión militar de Estados Unidos sobre Venezuela no es solo una cuestión de principios legales, sino un golpe directo a sus intereses económicos y estratégicos. Las maniobras estadounidenses, que forman parte del “bloqueo total y completo” del presidente Donald Trump a los buques sancionados en Venezuela, golpean el corazón económico de uno de los socios latinoamericanos más cercanos de Beijing.
Analistas señalan que China absorbió aproximadamente el 80 % de las exportaciones de petróleo de Venezuela en los últimos meses, beneficiándose de una industria clave para Caracas.Intereses de Beijing y Pekín:
- El petróleo crudo venezolano representó el 5% de las importaciones totales de China el mes pasado.
- Uno de los buques interceptados por Estados Unidos, el petrolero no sancionado Centuries, es propiedad de una empresa registrada en Hong Kong.
Beijing ha criticado las intercepciones por considerarlas “graves violaciones del derecho internacional” y aseguró a Caracas su oposición a “toda forma de unilateralismo e intimidación” en una llamada entre los principales diplomáticos de ambos países la semana pasada.
Negar a competidores no hemisféricos
El llamado “Corolario Trump” a la Doctrina Monroe parece estar diseñado específicamente para apuntar a los vínculos de Caracas con China y Rusia. El documento de estrategia de la Casa Blanca establece que Estados Unidos buscaría “negar a los competidores no hemisféricos la capacidad de… poseer o controlar activos estratégicamente vitales en nuestro hemisferio”.
La administración Trump ha justificado su presión militar sobre Venezuela alegando que el régimen de Nicolás Maduro utiliza el dinero del petróleo para financiar el narcoterrorismo, la trata de personas, el asesinato y el secuestro. Sin embargo, también ha insinuado que busca facilitar el acceso de Estados Unidos a tierras, petróleo y activos venezolanos que, según él, fueron “robados” cuando el país nacionalizó sus yacimientos petrolíferos en la década de 1970.
Una advertencia para Washington
China está utilizando la agresión estadounidense en su beneficio, usándola como otra razón para cuestionar por qué Estados Unidos debería ser la principal superpotencia y como muestra de cómo Trump implementa la política de la Doctrina Monroe.
Mientras los analistas chinos debaten si Estados Unidos está dando señales de un retiro de su papel como potencia de alcance global para centrarse en su propio “patio trasero”, el país se mantiene firme en su postura en la región. El editorial del periódico estatal Global Times afirmó que las “intensas acciones de Estados Unidos contra Venezuela” han colocado al país “en oposición a los estándares morales globales”.
Un análisis publicado en los medios estatales chinos fue más contundente: un investigador de un centro de estudios respaldado por el Gobierno sugirió que si Estados Unidos avanzara en operaciones marítimas hasta una invasión a gran escala, podría desencadenar una “segunda guerra de Vietnam”.
El patrón que revela la división geopolítica
A principios de este mes, después de que Estados Unidos ya había acumulado poderío militar en el Caribe, China reforzó su propio mensaje con la publicación de su primer documento de política sobre América Latina y el Caribe en casi una década. Esta agenda presentó docenas de áreas para impulsar la colaboración, desde el sector aeroespacial hasta la aplicación de la ley.
China se posicionó como un líder alternativo, afirmando que: “Como país en desarrollo y miembro del Sur Global, China siempre ha sido solidaria en las buenas y en las malas con el Sur Global, incluida América Latina y el Caribe”. El representante chino en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, Sun Lei, pidió a Estados Unidos evitar una mayor escalada.
Analistas y pensadores políticos chinos se han centrado en cómo el reinicio de la Doctrina Monroe por parte de Trump puede afectar el equilibrio de poder global. Algunos han argumentado que esto muestra la visión de Trump de un mundo dividido en “esferas de influencia” lideradas por grandes potencias, a saber, Estados Unidos y sus aliados, Rusia y China.
Mei Yang, decana asociada de la Universidad China de Hong Kong en Shenzhen, sugirió que esto podría ser un “retiro estratégico temporal” por parte de Estados Unidos, que llevaría a reconocer el dominio de China en su región de influencia (como la cuestión de Taiwán). Sin embargo, esto no altera la urgencia de los funcionarios chinos por controlar la narrativa global. Beijing utiliza la agresión militar estadounidense en el Caribe como una forma conveniente de defender su propio historial frente a las acusaciones de Estados Unidos y sus aliados sobre las acciones chinas en el Mar de China Meridional y alrededor de Taiwán.
Esta convergencia de críticas de Rusia y China, dos de los principales aliados de Nicolás Maduro, subraya que la presión unilateral de Washington trasciende la política interna venezolana. Al invocar el poderío militar para negar influencia a “competidores no hemisféricos”, la administración Trump no solo busca controlar el Caribe, sino que reafirma una competencia geopolítica que podría estar reconfigurando silenciosamente los bloques de poder a nivel mundial.
TAGS: Doctrina Monroe, Maria Zajarova, Donald Trump, Nicolás Maduro, Conflicto Venezuela Estados Unidos
El bloqueo de Trump en Venezuela une a Rusia y China en su condena. ¿Qué significa esta escalada para el orden mundial? 🌎 #DoctrinaMonroe #Geopolítica #Caribe