La forma es fondo en política. Durante la gira de agradecimiento de la gobernadora electa, Mara Lezama, en Solidaridad, la presidenta municipal Lili Campos Miranda estuvo ausente, mientras que en Isla Mujeres, Atenea Gómez Ricalde no dudó en salir en la foto con quien gobernará Quinta Roo durante los próximos cinco años, a partir del 25 de septiembre.
Son dos visiones distintas de la relación que sostendrán con la gobernadora morenista. La de Lili, de aislamiento y de distancia; la de Atenea, de acercamiento y de juego político. Son dos visiones opuestas dentro del panismo, partido que las abanderó en su actual camino.
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Pesa también el bloqueo que hizo la alcaldesa solidarense para determinados eventos de Mara relacionados con su proselitismo en Solidaridad. Los morenistas no lo van a olvidar y se lo estarán recordando a la primera mujer gobernadora de Quintana Roo.
¿Qué llevó a Lili Campos a esta impericia política? Desde su llegada a Solidaridad, producto del hartazgo de los solidarenses por el gobierno de Laura Beristáin Navarrete, Lili Campos estuvo cobijada por el poder estatal. De hecho, su carrera política está ligada al gobernador Carlos Joaquín González; eso no es ninguna sorpresa.
Lili Campos, entonces, no llegó a Solidaridad por ser la mejor opción política. Su victoria fue muy cerrada, pero lo que cuentan son los votos que le dieron legitimidad a su candidatura, claro está, con amplio apoyo de Carlos Joaquín.
Ahora que el gobernador ha cambiado virtualmente de bando político, ante la debacle del PAN, y se ha decantado por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), ¿qué le espera a Lili Campos, ante el inminente cambio de mando en la gubernatura?: el aislamiento, a menos que rectifique su postura, pues deberá cogobernar poco más de dos años con Mara Lezama.
Su futuro político además es tan incierto como el de su partido, que está condenado a seguir perdiendo peso mientras insista en aliarse con el PRI y lo que resta del PRD.
Su peso, aunque está por verse para la aprobación de determinadas iniciativas del Ejecutivo, está en el Cabildo, cuya mayoría, aunque apretada, está de la mano de la ex diputada panista.
Atenea en el ajedrez político
Una postura diferente a la de Lili Campos lo es la de Atenea Gómez Ricalde. Es claro que influye en sus decisiones Julián Ricalde Magaña, quien a tiempo saltó del barco perredista para postularse por Fuerza por México y la alianza Juntos Hacemos Historia en Quintana Roo, para obtener una victoria avasallante como diputado para lo que será la próxima legislatura en el Congreso local.
Atenea, pese a su investidura panista, llegó a la presidencia municipal por la influencia política que tiene su familia en Isla Mujeres, sin duda, un bastión ricaldista y no por el apoyo del gobernador.
La sana distancia del poder central en Chetumal le da una cierta inmunidad y la caída de su partido, una ventaja, que bien aprovechó durante la visita a la isla de la gobernadora electa Mara Lezama.
Atenea está moviendo bien sus piezas en el ajedrez político, a diferencia de su par, Lili Campos. Y las fotos, en política, son la mejor radiografía del presente.