Hace ya 13 años que los quintanarroenses fuimos testigos de una Controversia Constitucional en la que los estados de Campeche, Quintana Roo y Yucatán, se enfrenaron en una lucha legal por obtener el reconocimiento del Estado Mexicano al chile habanero como una Denominación de Origen.
Trece años ya de la publicación en el Diario Oficial de la Federación de la declaratoria de protección de la “Denominación de Origen Chile Habanero de la Península de Yucatán” y de su correspondiente Norma Oficial Mexicana, para la producción del fruto, de salsas, de pastas, de medicamentos, de tintes, de gas, y de una diversidad de usos y de aplicaciones para ese vegetal.
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Sin embargo, al día de hoy, el estado de Quintana Roo ha sido omiso a través de sus áreas agropecuarias y de sus legisladores federales, para poder reencauzar la producción del chile habanero que durante varios años se mantuvo como puntal del desarrollo en la zona maya, y más aún, como eje de exportaciones agrícolas de Quintana Roo a Estados Unidos y Europa.
Sector olvidado
Reactivar la denominación de origen e impulsar la instalación del Consejo Regulador del Chile Habanero de la Península de Yucatán, es una acción que no merece más desprecio por parte de las autoridades y los legisladores federales; es ya un acto de extrema urgencia para poder detonar nuevamente el desarrollo de la zona agrícola del estado y de las diversas empresas que comercializan el producto en Quintana Roo.
Es pues ya necesario que los legisladores federales, de la mano con el gobierno estatal, se pongan a estudiar la materia. Que se informen en temas de propiedad industrial y desarrollo tecnológico del campo, de la agroindustria, para poder resucitar a una zona maya y a los empresarios comprometidos con el chile habanero que el borgismo condenó y el gobierno del cambio abandonó.
Basta con observar la falta de atención a la posible protección de la miel melipona, de la papaya maradol, de la pitahaya, de la guaya y de otros tantos productos emanados del campo que cuentan con cualidades organolépticas únicas por el tipo de suelo que tiene esta entidad, y con referencia en algunos casos al origen cultural maya, lo que hace más fuerte el arraigo del producto al estado y más evidente el abandono del mismo.
Faltan procesos tecnológicos en Quintana Roo
Hoy en Quintana Roo, hace falta impulsar procesos tecnológicos en la pesca, en el campo, en el turismo, y sobre todo en la administración pública; ya que la tecnología aplicada al gobierno se encuentra empantanada en todos los aspectos, y ello se acrecienta con la falta de interés, de habilidades y de capacidad en muchos casos de nuestros legisladores federales.