CIUDAD DE MÉXICO.- Florian Tudor, líder de la mafia rumana en Quintana Roo fue trasladado este sábado del Reclusorio Norte de la Ciudad de México al penal de máxima seguridad de Altiplano, Estado de México, por elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Federal (SSPC).
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El diario El Universal, dijo que fuentes judiciales le informaron sobre este acontecimiento. También agregaron que Tudor seguirá su proceso desde el penal de Altiplano.
Florian Tudor, fue detenido en mayo pasado por elementos de la Fiscalía General de la República (FGR), tras recibir una orden de aprehensión con fines de extradición por parte del gobierno de Rumania.
Sin embargo, un juez federal le otorgó una suspensión de plano, que tiene frenada su extradición.
Rumania, reclama a Tudor por los delitos de:
- Delincuencia organizada
- Extorsión
- Tentativa de homicidio agravado.
La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), también mantiene una investigación contra Florian Tudor por lavado de dinero, evasión fiscal y delincuencia organizada. La dependencia de gobierno informó que bloqueó sus cuentas.
Florian Tudor hereda “negocio”
La UIF también encontró que el lavado de dinero continúa de la mano de su socio y familiar Adrián Ninel Enaschescu, quien junto con otros presuntos delincuentes siguen operando de manera impune en Cancún.
En un extenso reportaje realizado por Milenio, señala que Adrián Enaschescu es el que opera las empresas de Florian Tudor, con las que lava dinero y compra material para la clonación de tarjetas.
Lo anterior, porque los bancos mexicanos recibieron alertas de que Tudor estaba denunciado por autoridades de su país por diversos delitos. Por lo que el rumano no podría abrir más cuentas bancarias y operaba bajo diversas empresas.
Milenio señala que de 2019 a 2020 Florian Tudor le envió a Enaschescu 1.8 millones de pesos, ambos son accionistas de las empresas:
- Itacarrent S.A de C.V
- Europa Invest S. A de C.V.
Estas compañías son utilizadas para lavar dinero y comprar accesorios para la clonación de tarjetas, los cuales eran instalados en los cajeros automáticos y en cuestión de horas, la mafia rumana robaban millones de pesos.
Con información de El Universal.