Jazmín Ramos | R360
CANCÚN, QRoo.- Los índices de inseguridad que registra Quintana Roo, lejos de que se perfilen a la baja, se recrudecerán y sus efectos más allá de la percepción impactarán en el flujo de viajeros en los próximos cinco años, si las autoridades de los tres órdenes de gobierno siguen minimizando los hechos violentos que ya pasaron del área urbana a las zonas turísticas, consideró Benjamín Aguilera Macías, de Enlaces Seguridad, especialistas en manejo de riesgos.
Explicó que la curva de la actividad delictiva va en aumento e incluso el estado se coloca arriba de la media nacional con relación a robo, extorsiones, asesinatos, levantones y actividades ligadas al narcotráfico, sin que se tenga una estrategia para combatir la incidencia delictiva, lo que refleja un panorama nada alentador, tan es así que Quintana Roo es de las jurisdicciones que tiene distintivo rojo en todos los delitos de alto impacto.
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“En el análisis de riesgo, Quintan Roo se coloca en un estado de alerta, en donde tanto la autoridad federal como los gobiernos locales minimizan los hechos o tratan de ocultarlos, pero la realidad es que fueron rebasados y si bien las acciones para reconstruir el tejido social son medidas que pueden incidir en reducir los índices delictivos, son de largo plazo, pero en lo inmediato, en la contención de la violencia no se vislumbra una estrategia adecuada”
Recalcó que la atención se concentra en el tema social, que sí requiere ser atendido, pero lo primordial es atajar la curva de la violencia, es decir evitar que siga al alza y ahí no se tiene una estrategia, porque desde la Federación la línea es evitar la confrontación, el problema aquí es que se tiene que contener de lo contrario se generara un caos.
Dijo que los efectos en el alza en los índices delictivos se siguen viendo como hechos aislados porque aún no son tan drásticos en lo económico, la contracción es mínima y se asumió que la violencia solo sucedía en las colonias populares, escudándose en que no trastocaría las zonas turísticas, pero ya pasó, entonces se pensó que ésta no tocaría a los vacacionistas, sin embargo, también los alcanzó y a pesar de ello buscan ocultarlo.
Mencionó que de seguir en esa línea de no acción en unos cinco años habrá una afectación directa al flujo de vacacionistas, ahorita no se nota, porque es un porcentaje menor, pero siguiendo la curva de la violencia irá en ascenso y Quintana Roo se verá como un riesgo y vendrá el impacto en la derrama económica al bajar el flujo de viajeros.
“De seguir ocultando los índices delictivos y minimizar la violencia, en lugar de aceptarla y establecer acciones que la contengan, cuando los gobiernos reaccionen será demasiado tarde, porque el panorama no es alentador, la delincuencia organizada les lleva ventaja, amparados en la inacción de las autoridades, la impunidad y la corrupción”, aseguró el entrevistado.
Aguilera Macías comentó que las corporaciones policiacas y las instancias de procuración de justicia actúan con limitaciones, que van desde la falta de equipo y recursos hasta un personal no capacitado, entonces si a pesar de que se actúa con todas las herramientas, no responden a la realidad, porque fueron rebasados, tampoco se ve a corto plazo una estrategia enfocada a subsanar las debilidades del sistema judicial, lo que finalmente impactará en lo económico.
“Se cree que la violencia en un fenómeno temporal pero desafortunadamente si no se contiene, sigue evolucionando y en estados que viven de la actividad turística como el caso de Quintana Roo el tema de la seguridad es pieza clave, pues de ahí se evalúan los riesgos para definir si un determinado destino vacacional es apto para ser visitado o no, por más atractivos naturales que tenga”.