Jazmín Ramos | R360
(Primera de dos partes)
CANCÚN, QRoo.- Considerada el pilar más fuerte de la Provincia Eclesiástica de Yucatán por los recursos económicos que genera derivado de donativos y los múltiples negocios que administra, la prelatura Cancún-Chetumal liderada por los Legionarios de Cristo, arrastra una historia de pederastia, invasiones y donaciones de predios otorgados por los tres niveles de gobierno que hasta la fecha les ha permitido construir más de 70 parroquias entre los años de 1970 al 2018.
Datos del directorio eclesiástico indican que la prelatura Cancún-Chetumal cuya jerarquía recae en monseñor Pedro Pablo Elizondo, está dividida por ocho decanatos, tiene 23 sacerdotes diocesanos, 75 sacerdotes religiosos, 16 diáconos permanentes, 137 movimientos y apostolados, 143 dimensión pastoral laicos, 223 institutos religiosos femeninos, dos seminarios, además cuenta con una casa para sacerdotes en retiro por edad avanzada o enfermedades.
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Fue el papa Pablo VI quien erigió la prelatura originalmente en Chetumal el 23 de mayo de 1970 otorgándole la batuta a la congregación de los Legionarios de Cristo fundada en 1941 por el sacerdote Marcial Maciel Degollado, quien movió sus influencias para que asignaran a Jorge Bernal Vargas como titular apostólico de esa dignidad eclesiástica que administra una extensión de 50,844 km², cuya encomienda era llevar el evangelio a las comunidades Mayas. Bernal Vargas ocupó el cargo hasta noviembre 2004, cuando por nombramiento de Juan Pablo II, fue sustituido por Pedro Pablo Elizondo.
Sin embargo, más allá de difundir la palabra de Dios, la congregación encontró un terreno fértil para extender su poderío económico y se convirtió en refugio de sacerdotes señalados por casos de abuso de niños, niñas y adolescentes, quienes en complicidad con altas jerarcas católicos han actuado desde entonces en la más completa impunidad y no solo eso, utilizando la base de fieles que representan han mantenido una estrecha relación con los gobernantes en turno.
La influencia de los Legionarios de Cristo en la vida política del estado, es tal, que la iglesia católica jugó un papel fundamental para el triunfo en la gubernatura de Carlos Joaquín González, pues durante los sermones y actividades de ayuda humanitaria, así como en las instituciones educativas que opera la congregación, los religiosos convocaron al voto del cambio, (dándose la alternancia en el poder), de hecho el ahora Ejecutivo Estatal, se reunió con Pedro Pablo Elizondo, tras asistir a la homilía dominical durante sus actividades de campaña.
Es más, en los archivos de la historia de Quintana Roo, hay evidencias de la presencia del jerarca religioso, en los informes de actividades de quienes han sido representantes populares: Diputados, presidentes municipales y mandatarios estatales. Su cercanía con los políticos, les permitió conseguir la donación de terrenos para la construcción de iglesias, fundaciones filantrópicas, escuelas, microfinancieras e inmobiliarias, las cuales fueron creadas por la congregación a nivel nacional y se extendieron por el territorio quintanarroense.
El Imperio de los Legionarios
De acuerdo con datos de la investigación realizada por el periodista Raúl Olmos, publicada en 2014 y el libro de su autoría “El Imperio de Los Legionarios de Cristo, una Mafia Empresarial”, distribuido en 2015, la congregación tejió toda una red financiera de empresas reales y fantasmas, en las que se incluyen organizaciones “filantrópicas” y educativas.
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Este complejo rompecabezas de activos que sostienen a la congregación fue creado por el vicario Luis Garza Medina con la participación de José Blum Pérez, el exadministrador de la orden religiosa. Este último tenía como asistente al sacerdote Pablo Pérez Guajardo, quien tiempo después denunció los casos de pederastía de Marcial Maciel, los excesos de la iglesia católica y la mina en la que se convirtió la prelatura Cancún-Chetumal; el padre rebelde, como se le conocía, murió en octubre del 2019.
Los Legionarios de Cristo, refiere la investigación de Raúl Olmos, cuentan con más de 300 empresas constituidas como sociedades anónimas o sociedades civiles, más de 100 inmobiliarias, una comercializadora de ropa para dama, una agencia internacional de noticias, además de una transnacional de servicios educativos vía Internet, estaciones de radio, fondos de inversión, librerías, clubes deportivos y hasta una promotora de espectáculos y conferencias, a éstas se le suman las instituciones educativas y microfinanciera Banco Compartamos, cuyo nombre mercantil es Promotora Social México A.C.
Pese a las acusaciones de pederastía en contra de Marcial Maciel que provocó que el Vaticano lo retirará del ministerio sarcerdotal y en 2010 lo señalará por sus “comportamientos gravísimos y objetivamente inmorales”, la red financiera de los Legionarios de Cristo sigue intacta únicamente hubo reestructuras en la administración y operación de quienes llevaban las riendas de las empresas.
Según declaraciones que realizó Pérez Guajardo a medios locales en Quintana Roo, quien llegó al estado en 2007 tras servir en Roma en la dirección General de la Congregación y fue asignado a la iglesia “La Guadalupana”, ubicada en Playa del Camen, el trabajo de la congregación en el Caribe Mexicano, dista mucho de la encomienda de trabajar en la comunidades Mayas, pues las obras sociales se convirtieron en un negocio y tras el boom del crecimiento turístico en Cancún, el dinero comenzó a fluir, ampliaron su base de donaciones, la construcción de iglesias y reafirmaron la relación con los gobernantes en turno.
Al tomar como ejemplo las operaciones de los Legionarios de Cristo a nivel nacional, en el estado la prelatura Cancún-Chetumal también conformó su línea de financiamiento, por lo que actualmente tiene injerencia en la administración de 22 instituciones educativas que ofrecen desde nivel maternal hasta nivel superior, se le endilgan cuatro inmobiliarias, tienen relación con los Bancos Compartamos, creó 13 centros de asistencias y 19 dimensiones pastorales laicas, así como convenios con hoteles y empresas para oficiar las ceremonias religiosa en eventos sociales.
Los registros refieren que los Legionarios de Cristo en Cancún están relacionados con la operación de las siguientes instituciones educativas: Campos Escuela San José, Instituto Giovanni Paolo II, Instituto María de Cancún, Centro Educativo de la Santa Cruz, Colegio Mano Amiga, Colegio Boston, Instituto Cumbres, Univerisad Interamericana para el Desarrollo, Universidad Anáhuac Cancún, Instituto Cumbres Cozumel, Instituto Vittorio Monteverdi Playa del Camen, Instituto Vittorio Monteverdi Tulum y Escuela Hidalgo Chetumal.
Basado en las investigaciones sobre las finanzas de los Legionarios de Cristo difundidas a medios nacionales, las colegiaturas se contabilizan como donativos; si bien son pagos que hacen los padres de familia, los colegios quedan en números rojos al dar supuestos donativos a la Fundación Altius y becas a estudiantes de bajos recursos.
Entre las organizaciones filantrópicas que operan en la entidad se encuentran: Caritas Kantunilkín, Caritas de Quinana Roo A.C., Banco de Alimentos de Caritas, Caritas Parroquia de Cristo Resucitado, Caritas Parroquia de Nuestra Señora de Lourdes, Caritas Rancho Viejo, Fundación Ciudad de la Alegría, Huertos de Pan, Banco de Alimentos Caritas, Hogar del Anciano Juan Pablo II, Albergue Yoliguani, Caritas Playa del Carmen y Caritas Chetumal. Estos colectivos de asistencia se financian con donativos que son deducibles de impuestos.
Al respecto, Pérez Guajardo denunció en repetidas ocasiones que una de las estrategias de la congregación es afirmar que están en problemas financieros, que no hay dinero debido a las vocaciones y ayudas asistenciales, además de que los donativos no son constantes.
Pero lo cierto es que si bien estas organizaciones nacieron con fines filantrópicos, se convirtieron en auténticos negocios, ejemplo de ello es el Teletón, una iniciativa de los Legionarios de Cristo impulsada por Fernando Landeros y Bruno Ferri, quienes colaboraron de adolescentes en los grupos de apostolados de la congregación.
Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas.
En continuidad con la línea de los Legionarios de Cristo a nivel nacional, la prelatura Cancún-Chetumal se convirtió en el pilar más fuerte de la Provincia Eclesiástica de Yucatán por el poderío económico que representa, sin embargo en comparación de las prelaturas de Tabasco, Campeche y Yucatán, es la que tiene menos fieles, debido a que el trabajo comunitario fue postergado dando prioridad a zonas que le son redituables, de hecho Quintana Roo es de las entidades con la menor población católica.
Prueba de la merma de fieles en la prelatura Cancún-Chetumal, son los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Gegográfia (INEGI) en relación al número de templos religiosos; se tiene el registro de 600 iglesias de las cuáles solo 70 corresponden a la iglesia católica, dos son judías y el resto son cristianas-protestantes, en cuanto a la población el 80% profesa una religión, el 45% son católicos y el 33 se encuentran en cultos distintos al catolicismo.
El propio Pérez Guajardo, en múltiples ocasiones hizo referencia al abandono de la iglesia católica en zonas marginadas, donde se ha tenido el avance de las religiones protestantes, toda vez que el interés de la prelatura-Cancún-Chetumal se concentra en las cabeceras municipales, para fortalecer la relación con los gobernantes en turno, lo que les ha permitido conseguir predios para construcción no solo de iglesias, sino para las empresas de la congregación (continuará).
