Staff | R360
El miércoles 23 de octubre entrará en vigor la nueva Norma Oficial Mexicana NOM 035 de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social que obligará a todas las empresas, de todos los tamaños y giros de actividad, a cumplir con un proceso de implementación de medidas para mitigar daños psicosociales tales como estrés, sueño y prevención de acoso y violencia laboral entre sus trabajadores.
Fernanda Zenizo López, experta en temas de inteligencia laboral y presidenta de las empresas Accupeople Intelab, recordó que la primera fase que inicia esta semana, establece que las empresas deben entregar a la autoridad la documentación básica y un plan de acción para realizar a lo largo de los próximos 12 meses la aplicación de cuestionarios de evaluación a sus trabajadores, mismos que deberán estar listos exactamente dentro de un año.
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Sin lugar a dudas que hay que cumplir con las nuevas disposiciones, cuyo objetivo es prevenir daños psicosociales para los empleados que provoquen ansiedad o estrés grave, producto de sus actividades laborales, explicó Zenizo López.
“Es una oportunidad para ayudar a las empresas a monitorear el bienestar de sus empleados, generar un mejor desempeño en materia de productividad y elevar su propia competitividad”, consideró la presidenta de Accupeople Intelab.
De acuerdo con los datos más recientes de la Organización Mundial de la Salud, México es considerado como el país con el mayor estrés laboral en el mundo. Setenta y cinco por ciento de los trabajadores mexicanos padecen fatiga por estrés, ubicando al país incluso por arriba de naciones como China que tiene 73 por ciento de niveles de estrés entre su fuerza laboral, seguida de Estados Unidos, con 59 por ciento.
Se estima que más de 18 millones de personas en el país padecen estrés lo que provoca que haya un ausentismo en las empresas que representa más de 7 por ciento de costo anual sobre la nómina. Eso sin contar los niveles de productividad que a pesar de las largas jornadas de trabajo, México no se encuentra en los primeros lugares de productividad mundial.
El IMSS por su parte menciona que algunas de las consecuencias del estrés en el trabajo son: Reducción en la productividad, descenso en calidad de vida, enfermedades, trastornos de depresión y ansiedad, problemas familiares y riesgos de alcoholismo y otras adicciones.
Para la experta en inteligencia laboral la medida es muy positiva, pero es importante que las empresas colaboren con el cabal cumplimiento de la norma para bajar los elevados índices de estrés y enfermedades psicosociales y, sobre todo, para conocer bien la realidad en los propios centros de trabajo.