Aquí no atiendo… si quieres ve al DIF

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David Acosta | R360

CHETUMAL, QRoo.- “Aquí no atiendo, si quieres ve al DIF”, así le respondió  María Elba Carranza Aguirre, directora general del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), estatal, a José Jesús, una persona en silla de ruedas, cuando le solicitó ayuda a la funcionaria del Gobierno del Cambio, el pasado 11 de diciembre, en el Congreso de Quintana Roo.

Hace algunos años, José Jesús, ante la desesperación por falta de apoyo, intentó quitarse la vida arrojándose a un vehículo, pero la vida le dio una segunda oportunidad y hoy lucha vendiendo dulces.

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La historia de José Jesús inició desde los ocho años, cuando perdió a su madre en su municipio natal de La Trinitaria, Chiapas. Nunca conoció a su padre y gracias al apoyo de mucha gente logró sobrevivir.

Llegó a Quintana Roo en su juventud, tras el interés que cobró a nivel nacional Cancún, pues hasta su comunidad llegaba vía radio la necesidad de trabajadores para la construcción y otras actividades del hoy más importante destino turístico del país.

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Como no tenía familia, decidió aventurarse en el polo turístico de Quintana Roo hace 38 años,  como tantas personas que albergan la esperanza de una mejor vida. Trabajó durante ocho años en  la construcción y luego en limpieza, pero fue precisamente en este último empleo que sufrió un accidente que lo llevó a la situación en la que hoy está.

A José Jesús le cayó un contenedor de basura, cuando tenía 28 años de edad, en el pie derecho que le fracturó el pie, sin embargo el problema mayor fue la afectación a la vena principal de irrigación sanguínea. Desde ahí comenzó el viacrucis, que se agravó cuando poco tiempo después fue víctima de robo de la única documentación que cargaba y ello le causó complicaciones para poder atenderse.

Acabó perdiendo el empleo y su situación empeoró, pues no sabe leer ni escribir, tiempo después y al no encontrar oportunidades en Cancún, decidió mudarse a Chetumal. Pero su salud fue deteriorándose, comenzó con las muletas y después con la silla de ruedas.

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Se negaba a pedir limosna por su condición, buscaba trabajo de lo que fuera como lavar carros, limpiar terrenos, algo de albañilería y hasta pintar casas. La depresión lo alcanzó, pues su pie se granguenó y en su desesperación por la falta de opciones intentó quitarse la vida: “Me lancé debajo de un carro, me quise morir para no causar lástima, pero no me morí y acabé en el alcohol”.

Sin embargo al valorar la nueva oportunidad que le dio la vida, desde hace 18 años se dedica a la venta de dulces, aunque hace uno que otro “trabajito” extra de vez en cuando para ayudarse.

El miércoles 11 de diciembre de 2019 acudió al Congreso del Estado para ver si alguien podía ayudarlo y se cruzó con Carranza Aguirre, a quien se le acercó y le pidió ayuda; en respuesta la  funcionara le respondió: “yo no atiendo aquí, si quieres ve al DIF”.

Esta institución que preside Gabriela Rejón de Joaquín, esposa del gobernador Carlos Joaquín, recientemente le negó la ayuda a Beatriz, una madre cuyo hijo de apenas cuatro años padece de Parálisis Cerebral Infantil (PCI).

José Jesús soltó en llanto ante la respuesta que le dio la directora general de DIF estatal. Expresó que se siente “gacho” porque precisamente el DIF estatal, en el gobierno anterior, el de Roberto Borge Angulo, le daba 500 pesos mensuales de ayuda que hoy necesita más que nunca. Ha insistido por el apoyo y este año le han hecho dar 12 vueltas con la promesa que nunca se concreta.

Ha tenido que ir en taxi porque trabaja de 8:00 a 15:00 horas todos los días; recorre muchos kilómetros pero casi a diario hace parada frente a un banco del centro de la ciudad, en donde ya lo conocen y regularmente le compran algunos dulces.

José Jesús vende dulces para subsistir
José Jesús vende dulces para subsistir.

Lleva a cuestas una sombrilla adaptada a su silla de ruedas, una muleta, documentación y su cajón de dulces al frente, y ha sido víctima de robo aún en sus condiciones.

De los dulces que vende, dice que todo está caro y solo saca en promedio 50 pesos diarios y de ahí tiene que sacar para sus alimentos, medicamentos, pago de renta, luz y agua.

En alguna ocasión pudo pagar un arrendamiento de hasta mil 500 pesos, ahora con mucho esfuerzo logra sacar 700 pesos que le cobran en un cuarto al interior de un estacionamiento que alguien le pudo dar, sobre la calle Chapultepec, entre José María Morelos y Francisco I. Madero, justo frente a las oficinas de la Secretaría de Salud.

José Jesús, quien además acude a orar todos los días a la iglesia del Sagrado Corazón, asegura que el obispo emérito, Jorge Bernal Vargas, le apoya casi todos los días y ha sido un guía de fortaleza, por eso siempre en sus oraciones primero pide por la gente que le ha tendido la mano todos estos años.

Requiere de cualquier ayuda posible, sobre todo de medicamentos como Paracetamol, Pentoxifilina y Dicloxiciclina, además de gasas, agua oxigenada y vendas, para tratarse una herida  en el pie que como consecuencia de la falta de irrigación sanguínea ha vuelto a surgir, y que en diversas ocasiones ha estado a punto de perder.  Sin embargo asegura que también aceptaría cualquier trabajo honesto con el que se pueda ganar la vida.

La cajita de dulces de José Jesús el 11 de diciembre contrastó con los puestos que fueron colocados en el vestíbulo del Congreso del Estado ese día, a propósito de un evento denominado Feria Navideña organizado por la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDE), precisamente al que Carranza Aguirre fue invitada para la foto.

María Elba Carranza Aguirre, directora del DIF estatal, invitada a un evento en el vestíbulo del Congreso
María Elba Carranza Aguirre, directora del DIF estatal, invitada a un evento en el vestíbulo del Congreso.
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El editor que cura contenidos para Ruptura 360, provenientes de comunicados oficiales o del monitoreo de medios. Tiene experiencia en periodismo y no es una persona, sino varias personas que asumen que los contenidos que curan no son de su autoría.

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