David Acosta | R360
CHETUMAL, Q.Roo.- Sus familiares lloran la muerte de Marcelo, David y Luis Gerardo, los tres jóvenes que encontraron la muerte en un accidente mientras realizaban trabajos para el drenaje de la ciudad. Los tres fueron velados en sus viviendas; ninguna autoridad hizo acto de presencia, pese a que perdieron la vida por la falta de supervisión de al menos dos secretarías y la dirección de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA).
Desde temprana hora del jueves, los cuerpos de los jóvenes llegaron a sus viviendas. Dos sobre la calle Celul, a unos metros de donde ocurrió el trágico “accidente”, en la colonia Payo Obispo, y uno en el fraccionamiento Caribe.
No sin antes atravesar por problemas, debido a que la empresa se negaba a cubrir el costo de unas cajas fúnebres acordes al tamaño de los cuerpos; pagaron por unas económicas y los cadáveres pretendían ser entregados con las extremidades dobladas y mal acomodadas. El argumento fue que la compañía Integradora de Construcciones Civiles y Viales S.A. de C.V., propiedad de Carlos Tuz, del municipio de José María Morelos, no tenía recursos.
Los familiares tuvieron que ejercer presión para que la empresa pagara una diferencia y lograr unos ataúdes en el que entraran los cuerpos.
Sobre la calle Celul, frente a la vivienda se instaló un toldo con sillas, familiares y amigos acompañaron a los deudos. Los féretros, uno color azul y otro verde, fueron colocados casi en la entrada de la casa de condiciones humildes.
Los familiares amablemente accedieron a una entrevista y señalaron muchas de las irregularidades que la empresa cometió en contra de los trabajadores, sin embargo fue la necesidad, aseguraron, las que orillaron a los tres compañeros de trabajo a permanecer en ese empleo.
Carlos Alamilla Cetina hermano de uno de los occisos hizo un llamado al gobernador, Carlos Joaquín, para que ponga mayor interés en las condiciones de trabajo en las obras. Las dependencias de gobierno como CAPA y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STYPS) son responsables también de los hechos por no supervisar que los obreros tengan el equipo necesario.
La CAPA, dijo, no ha dado la cara y solo se dignó a emitir un comunicado para solidarizarse, cuando las familias requieren más que eso.
Lilia Alamilla Cetina, visiblemente molesta y con voz entrecortada, fue más allá y responsabilizó al Gobierno del Estado de lo ocurrido y de lo que pueda ocurrir en un futuro con los trabajadores por no contar con seguridad laboral. “Entiendo que hay cosas que no puede controlar el gobierno, pero en esta ocasión se pudo prevenir, vamos a llegar hasta las últimas consecuencias para honrar la memoria de mi hermano por esta lucha que inició”, manifestó.
En el sitio se encontraban las esposas de Luis Gerardo y Marcelo, Dianeli del Carmen y Wendy, quienes se quedaron con seis hijos en total. Ambas, con lágrimas en los ojos, exigieron justicia y por lo menos una indemnización, porque es evidente que hay un cúmulo de irregularidades en la muerte de sus esposos de las que nadie se quiere hacer responsable. Hasta la tarde de este jueves ninguna autoridad se había acercado a ofrecerles su ayuda, en persona.
Recriminaron el trabajo de los cuerpos de emergencias y de las autoridades de seguridad, pues al momento del incidente no se metieron a rescatar a sus familiares en la zanja y tampoco permitieron que la gente del lugar lo intentara.
Durante el velorio también trascendió que el salario de los trabajadores oscilaba entre los mil 500 y dos mil pesos semanales, que de acuerdo a familiares y amigos no valían la pena para exponer su vida, más si no contaban con seguridad social. Y aunque el horario laboral era de 8:00 a 18:00 horas como máximo en ocasiones laboraban hasta las 2 de la madrugada, del siguiente día, por el mismo sueldo.
Los tres trabajadores, cuyas edades oscilaban entre 21 y 25 años, tenían su residencia en la ciudad, pero solo uno será sepultado este viernes en la capital, en tanto los otros sus últimas moradas serán las comunidades de Xulhá y Jesús González Ortega, de este municipio.
A unos metros de donde se realizaba el sepelio y sitio donde ocurrió el trágico incidente, personal de la CAPA arribó e informó que las obras continuarán pese a los hechos y será la misma empresa la que realice los trabajos. Además se definirá si los compañeros de los tres difuntos seguirán prestando su servicio o serán liquidados.