CANCÚN, QR.- La directora y diseñadora de la marca MYG, que es verdadero arte deportivo mexicano, Martha Ramos, es incansable. No deja de prepararse desde que en enero de 2013, fundó una fábrica de ropa fitness, en un área en que la competencia es un credo.
Esta fábrica de auténtico arte deportivo mexicano surgió cuando empezaron a llegar clientes de otros estados, que vieron su calidad de prendas, diseños personalizados y variedad de tallas y colores; así le empezaron hacer pedidos.
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Entre sus clientes hay quienes tienen tiendas internacionalmente conocidas, así como equipos de fútbol soccer de Querétaro y Cuernavaca, Morelos. Su cartera abarca gimnasios, escuelas de danza y box, en la Ciudad de México, Veracruz, Coahuila; exporta a Rusia, España e Italia.
Afirma que la mayoría de sus clientes son exigentes porque conocen la calidad de las telas, “porque -afirma la entrevistada- saben que los diseños tienen que estar como los fabricamos en MYG, en alta costura”.
Auténtico arte deportivo mexicano
Para producir arte deportivo mexicano, primero Martha estudió corte y confección en la Ciudad de México, y se ha ido actualizando con cursos, necesarios en un mundo en el que los cambios son continuos, como lo es el de la moda.
Recuerda que en sus inicios como modista, empezó distribuyendo ropa de otras marcas, pero se dio cuenta que se requería ropa de calidad y con tecnología, eso la motivó a terminar de estudiar diseño de modas y para después emprender con el apoyo de su familia.
La empresa es 100 por ciento familiar y cuando se requiere sacar producciones grandes, contrata madres solteras, quienes aprenden a realizar arte deportivo mexicano.
Reconoce que su producción es amplia para satisfacer las demandas de sus clientes.
Su experiencia con el Gobierno estatal
MYG le ha dado a Martha la satisfacción de capacitarse con cursos que ofrece la Secretaría de Desarrollo Económico (Sede). En uno de ellos, cuenta que un ejecutivo le preguntó cómo se le ocurrió emprender, en un sector muy competido, y le respondió que ya había empresas que habían nacido primero que la suya, con “muchos diseñadores”, y que ellas no eran su competencia, sino Martha era competencia de ellas.
Nuevamente, Martha fue a otro curso en la Sede y ahí la vio el mismo ejecutivo, quien le abrazó y pidió a las asistentes un aplauso por lo hecho por la diseñadora de modas en tres años.
En sus planes futuros está seguir creciendo y ser conocida internacionalmente, ya que reconoce que el tiempo se lo exige.
Acepta que la Sede le ha abierto las puertas para ser reconocida nacional e internacionalmente. Para ella, estar bajo el sello de la marca Hecho en Quintana Roo tiene el beneficio de la certificación.
Su recomendación a quienes se quieren aventurar a formar y fundar una empresa de diseño y confección de ropa, es que emprendan, que no tengan miedo y no se desanimen, ya que el mercado es muy grande.
“En México sobra talento (…) en tejer y bordar y eso se valora mucho en otros países”, señala.