CHETUMAL, QR.- Eduardo Ovando Martínez presidente del Colegio de Profesionistas de Quintana Roo dijo estar de acuerdo en que personas de otros estados y del norte de la entidad ocupen cargos en la administración estatal, luego de que en el gobierno de Carlos Joaquín pugnó por lo contrario.
Destacó que ahora es miembro del Partido de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y, como parte de este instituto, ya se dio cuenta de que los espacios que ocupan personas de fuera del estado y del norte de la entidad, principalmente en Chetumal, son para mejorar la administración.
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Reconoció que los profesionistas del sur han sido desplazados; si no les han dado algún cargo, hay la posibilidad de que puedan estar dentro de la administración.
Añadió que “siempre ha ocurrido ese desplazamiento, pero la mayoría son quintanarroenses del norte, no del sur”.
Cuestionan defensa Colegio de Profesionistas
Al ser cuestionado sobre la defensa del Colegio de Profesionistas del sur en el sexenio de Carlos Joaquín, aseguró que la gobernadora Mara Lezama está haciendo las cosas bien y por eso dejó de apoyar a la exsenadora Marybel Villegas Canché.
También fue abordado con relación a la eliminación del requisito de ser quintanarroense para ocupar cargos públicos, desde el pasado 24 de septiembre, y justificó que “el colegio de Profesionistas está esperando el momento oportuno para manifestarse sobre ese tema”.
Negó estar recibiendo algún beneficio por parte del gobierno para él o para su familia, durante los ocho años que ha estado al frente del Colegio de Profesionistas.
Mencionó que su afiliación a Morena es producto de una invitación y que su asociación “siempre va a donde es invitada”.
Ovando Martínez, en el sexenio de Carlos Joaquín, defendió a los profesionistas del estado, especialmente a los del sur, luego de que fueran despedidos alrededor de cuatro mil 500 empleados de la administración pública estatal.
Exhortó al entonces mandatario estatal a dar un “golpe de timón, pues no es posible que, bajando del avión, tomen el cargo sin conocer las costumbres y la historia, y sin obtener resultados positivos”.
Pugnó para que en el estado se respete el quintanarroismo y se establezca un mínimo de residencia de 10 años, porque, desde su punto de vista, los funcionarios que vienen de fuera no entienden las necesidades de los habitantes de la entidad.
Definió en su momento el quintanarroismo como “una expresión o doctrina establecida para identificar a los quintanarroenses nacidos y arraigados, cuya finalidad es la superación en el ámbito económico, político, social y cultural”.
Agregó que este concepto también implica arraigo, pertenencia, conocimiento del ámbito municipal y estatal, además de estar identificado con los problemas o necesidades de la comunidad, como la salud, la educación y la seguridad, sin conocer la historia de la entidad.