CHETUMAL, QRoo.- Las diputadas y los diputados que se desgarraban las vestiduras hace una semana en tribuna y que hacían fila para hablar en el micrófono para reclamar la violencia de género contra las mujeres, hoy en el Congreso se quedaron callados.
Con apenas el quórum necesario, de tres legisladores presentes, pudo dar inicio la comparecencia de la titular del Instituto Quintanarroense de la Mujer (IQM), Silvia Damián, casi 40 minutos después de la hora citada.
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Ni siquiera la secretaria de la Comisión para la Igualdad de Género, del Congreso del Estado, la diputada del PVEM, Tyara Schleske de Ariño, estuvo presente. Incluso, la legisladora abandonó su propia comisión en la que, por la mañana, comparecía Efraín Villanueva, titular de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (SEMA). Tyara se fue sin decir nada y en su lugar quedó el que ya es prácticamente el bombero de las comparecencias: José Luis “Chanito” Toledo para seguir la sesión con el titular de Ecología.
Fue el mismo “Chanito” quien salió al quite cuando el diputado José Luis Guillén perdió el equilibrio y el habla hace una semana en medio de risas, cuando encabezaba la comparecencia del titular de CAPA, Gerardo Mora.
Aquí cabe un paréntesis. A una semana de esos hechos, reapareció el diputado Guillén López en el pleno, con constancia médica de por medio que justificaba la toma de medicamentos por una “lumbalgia y un episodio de ansiedad”, constancia que le extendió un especialista en enfermedades respiratorias y que, coincidencias del destino, es el presidente de su propio partido, el MAS, en el municipio de Benito Juárez, Francisco Mendiola Franco. Cerramos el paréntesis.
Esta vez el desinterés y desdén de las y los diputados fue para Silvia Damián, quien entregó una larguísima lista de cursos, talleres y pláticas que, de ser ciertas, prácticamente no hubiera quedado un ciudadano o servidor público sin capacitación en materia de equidad, violencia de género y respeto a los derechos de las mujeres, entre muchos otros temas.
La promotora número uno de la titular del IQM fue la misma diputada Atenea Gómez Ricalde, presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, quien antes de escuchar nada de la comparecencia, ya la estaba felicitando en la presentación. Apenas hicieron quórum con Guillén López y Lilí Campos para iniciar la rendición de cuentas.
La diputada Reyna Durán, quien se arrancaba la playera de Mickey Mouse -casi su uniforme del día de sesiones- y quien exigía la renuncia de Mara Lezama la semana pasada, ni sus luces ahora. De la diputada Tyara ya ni qué decir. Ella se había ido desde mediodía.
Los primeros cuestionamientos provinieron de la diputada Gómez Ricalde, quien además de algunos comentarios, le planteó algunas dudas. Se hizo un silencio.
Fuera de micrófono, la legisladora le preguntó a la funcionaria si respondería a lo que ella contestó: “Tomé nota para mandarlas posteriormente”, lo que revelaba un acuerdo para no increparla ahí mismo.
Luego fue el turno de la diputada Lilí Campos quien también omitió cualquier cuestionamiento duro: “nos queda muy claro que fue destinado (el apoyo) de manera muy acertada, ¿verdad? Se mencionan temas de prevención, capacitación, certificación y es la muestra de que se ha llegado a las mujeres de Quintana Roo y también a los hombres”.
La diputada de Morena, Linda Cobos, hizo algunos planteamientos sobre los crímenes contra mujeres, el abuso y la violencia, a lo que la titular del IQM dijo que en muchas ocasiones es un tema de amor, pues “hay hombres que vienen de fuera y las enamoran. Es necesario que estén alertas (…) que no se fíen de cualquier persona”.
Fue entonces que tocó el uso de la voz al diputado del PT, Hernán Villatoro, el mismo legislador que ha sido acusado de violencia verbal en contra de las mujeres, hecho que ocurrió en el mismo pleno por la diputada Atenea Gómez hace un par de meses, lo que le generó aplausos por su valentía al encarar al legislador.
Esta vez fue muy cuidadoso. Empleó los términos adecuados para el tema; se sumó a las voces que condenan la violencia contra ellas y, a su usanza, regresó a la retórica que maneja bien: de la conquista española al colonialismo; de la homofobia, al capitalismo y de ahí al “neocolonialismo americano”, esos conceptos que chocan de frente con su Mercedes Benz o su Jeep Wrangler rojo carmesí, cada vez que lleva o se va del Congreso.
Más tarde apareció la diputada Reyna Durán, quien habló de la violencia contra las mujeres y de la importancia de contar con refugios en cada municipio para resguardarlas a ellas. El diputado del PAN, Eduardo Martínez, planteó el por qué las mujeres tienen que ir a refugios cuando a quien se debería exiliar es al agresor, no a la víctima. Silvia Damián dijo que en su mayoría son ellas quienes quieren salir de su casa porque esta representa un entorno inseguro.
Martínez Arcila no dejó pasar por alto la ausencia de legisladores en esta comparecencia: “Pensé que tendríamos la casa media llena, pero iniciamos con justo 3 integrantes de la comisión. Hace una semana más de 12 compañeras y compañeros se formaron para usar la tribuna con mensajes de mucha indignación (…) se convierte en actos meramente mediáticos. Se levanta la voz y a la vuelta de la esquina se olvida, cuando vuelve a pasar se desgarran las vestiduras y se dice que hemos fallado”, expuso.
Ya en su mensaje de despedida, la titular del IQM les dijo de frente a los legisladores que, para ese momento ya habían incrementado su número ante la inminente sesión ordinaria:
“Sí quiero agradecerles a todas y a todos. Sí, cuando llegamos, como decía el diputado, era muy triste ver nada más tres, cuatro, diputadas, diputados, entonces me da gusto que se vayan sumando, que nos apoyen, que nos den ideas, sugerencias, que podamos trabajar en estos temas, que podamos trabajar en mesas, tenemos que hacer más esfuerzo y poner un poquito más de trabajo para poder eliminar la violencia”.