CHETUMAL, QRoo.- Los 63 días de parálisis legislativa en el Congreso del Estado costaron a los quintanarroenses más de 3 millones 250 mil pesos, mismos que corresponden a las dietas de los 25 diputados de la XVI Legislatura, quienes dejaron estancadas por lo menos 70 iniciativas y reformas que serán atendidas hasta el próximo 6 de septiembre.
Uno de sus argumentos fue que no se pudo sesionar virtualmente porque no está regulado en la ley, sin embargo congresos de otros estados modificaron sus legislaciones para hacerlo, y algunos de forma presencial aprobaron hasta endeudamientos.
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Los congresistas suspendieron las actividades legislativas presenciales el 18 de marzo pasado, con el argumento del decreto de la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19, pero en ese momento ocurría la disputa por la Coordinación del Grupo Parlamentario de Morena y la Presidencia de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo).
La presidenta de la Jugocopo, Reina Durán Ovando, ordenó cerrar las instalaciones del Congreso e impidió la entrada hasta a los diputados, para que no surtiera efecto un oficio que habían ingresado una fracción de Morena, para nombrar a otro legislador como su coordinador.
Fueron 63 días de parálisis legislativa en el Congreso del Estado y varios de los diputados se dieron vuelo en redes sociales con fotografías repartiendo despensas o informando sobre “reuniones” virtuales entre los mismos diputados o con el gobernador Carlos Joaquín, de las que no hubo información sobre los resultados finales. Sin embargo no hubo propuestas para retomar el trabajo de análisis y aprobación de leyes o reformas, pese a que el Gobierno de México consideró la actividad de los Congresos de los Estados como esencial.
El jueves 21 de mayo, tras un acuerdo para no destituir a Durán Ovando al frente de la Jugocopo, los diputados regresaron a las labores legislativas, a solo 10 días de que concluyera el segundo periodo ordinario de sesiones.
Parálisis legislativa costó más de 3 millones 250 mil pesos a quintanarroenses
Costo de la parálisis
Pese a que no laboraron, los 25 congresistas recibieron su dieta de 65 mil 730 mil pesos mensuales, por lo que los dos meses costaron al erario, y por ende a los quintanarroenses, aproximadamente 3 millones 250 mil pesos, sólo en sueldos, sin contar con otros rubros, como la administración.
El diputado Alberto Batun Chulim informó que durante estos meses de parálisis legislativa alrededor de 70 iniciativas no pusieron ser ingresadas, analizadas y aprobadas en su caso.
Lo anterior significa que cada una de las iniciativas que hasta el momento se encuentran estancadas tuvieron un costo de 46 mil 428 pesos (estimada solo en salarios de los legisladores).
Batun Chulim, quien renunció a la Coordinación de Morena y de la Presidencia de la Jugocopo, reconoció que se perdió tiempo valioso para aprobar iniciativas que beneficiaran a la población durante esta emergencia sanitaria.
Sin embargo, justificó el hecho al señalar que por motivo de la pandemia hubo que suspender las labores presenciales y no se pudo sesionar porque están impedidos por ley (aunque nada hicieron para modificarla, como las legislaturas de otros estados).
El ex presidente de la Jugocopo, Edgar Gasca Arceo, aceptó que la parálisis ocasionó retrasos y en su caso apenas pudo ingresar ocho iniciativas que tenía pendientes.
En cuanto a las sesiones virtuales para desahogar los trabajos legislativos, señaló que hay varias iniciativas en “análisis” sobre el tema por parte de las Comisiones de Técnica Parlamentaria y Puntos Constitucionales.
Reconoció que no hay algún periodo extraordinario planteado hasta el momento para atender esta u otra iniciativa, pero depende del avance en los trabajos en cada una de las 25 comisiones convocar a un periodo extraordinario. Es decir, en la medida que las comisiones dictaminen leyes o reformas se podrá dar el paso siguiente.
Sesión de la Comisión Permanente se acordó a las 13:00 horas, los miércoles de cada semana. Sesión de la Comisión Permanente se acordó a las 13:00 horas, los miércoles de cada semana.
Sin embargo, lo único que se ha acordado hasta el momento por parte de los legisladores es la sesión de la Comisión Permanente, a las 13:00 horas, los miércoles de cada semana. Y la apertura de Oficialía de Partes para recibir iniciativas, de 09:00 a 17:00 horas los lunes.
Sin periodo extraordinario, todas las iniciativas de ley o reformas serán aprobadas hasta el primer periodo ordinario de sesiones del segundo año de ejercicio constitucional, que inicia hasta el próximo 6 de septiembre.
Panorama nacional
El Congreso de Quintana Roo, desde el inicio de la pandemia, figuró como uno de los 19 estados que suspendieron sus actividades legislativas, presencial y virtualmente. Mismo caso de la Ciudad de México, que solo hizo una sesión presencial para aprobar la reforma Constitucional del Artículo 4, pero hasta el día 64 de la Jornada Nacional de Sana Distancia hicieron una presencial para aprobar en su reglamento las sesiones virtuales.
En Sonora fue presencial hasta hace tres semanas que salieron los primeros casos de diputados positivos a Covid-19. En Nuevo León el trabajo de comisiones se hizo de manera virtual, pero aprobaron las reformas en pleno, en donde resultó un brote de contagios de por lo menos siete reporteros.
Campeche sesionó de manera presencial y Baja California realizó sus sesiones virtuales y transmitieron por redes sociales. Guanajuato, San Luis Potosí y Chiapas también trabajaron de forma virtual.
Algunos estados realizaron sesiones trascendentales de manera presencial durante la pandemia como Tamaulipas y Jalisco, que aprobaron endeudamientos por 4 mil 600 millones de pesos y de 6 mil 20 millones de pesos, a causa de la pandemia.