CANCÚN, QR.- Las zoonosis son un grupo de enfermedades infecciosas que se transmiten de animales a seres humanos, representando un riesgo significativo para la salud pública a nivel global. La interacción constante entre personas y animales, ya sea a través de la domesticación, la explotación de recursos naturales, o incluso el simple contacto con la fauna silvestre, ha incrementado el riesgo de transmisión de patógenos que anteriormente se limitaban a otras especies. Este fenómeno ha cobrado relevancia en las últimas décadas debido a su capacidad de generar brotes epidémicos y pandemias.
Las zoonosis pueden ser causadas por bacterias, virus, hongos y parásitos, y su transmisión puede ocurrir de diversas maneras, incluyendo el contacto directo con animales infectados, el consumo de alimentos contaminados, y la picadura de insectos vectores como mosquitos y garrapatas.
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Ejemplos de zoonosis
- La viruela del mono, o Mpox, es una zoonosis viral que ha captado la atención internacional, especialmente tras brotes recientes fuera de África. Causada por un virus relacionado con el de la viruela humana, la Mpox se transmite a los humanos principalmente a través del contacto con animales infectados, como roedores y primates. Aunque la Mpox puede propagarse entre personas, su transmisión es menos eficiente que la de otras enfermedades virales. Los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, fatiga y una característica erupción cutánea que puede extenderse por todo el cuerpo. Si bien la Mpox suele ser menos grave que la viruela, puede ser peligrosa, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados. La prevención incluye evitar el contacto con animales que podrían estar infectados y el uso de medidas de protección en áreas endémicas. Los brotes recientes han resaltado la importancia de la vigilancia y la respuesta rápida para contener la propagación del virus, especialmente en contextos donde los sistemas de salud pueden verse sobrecargados.
- El VIH (virus de la inmunodeficiencia humana), responsable del SIDA, es otro ejemplo de zoonosis viral que ha tenido un impacto devastador en la salud mundial. El VIH se originó en primates en África y se transmitió a los humanos a través del contacto con sangre de animales infectados, posiblemente durante la caza o el consumo de carne de animales salvajes. Desde su aparición, el VIH se ha propagado a nivel global, convirtiéndose en una pandemia con millones de personas afectadas. A diferencia de otras zoonosis, el VIH se transmite entre humanos principalmente a través de relaciones sexuales, el uso compartido de agujas, y de madre a hijo durante el parto o la lactancia. Aunque no tiene cura, los tratamientos antirretrovirales han permitido a las personas vivir con el virus de manera controlada, reduciendo significativamente la mortalidad asociada a la enfermedad. Este caso subraya cómo una zoonosis puede transformarse en una crisis sanitaria global, con profundas implicaciones sociales y económicas.
- La rabia, otra zoonosis viral que afecta el sistema nervioso central, es conocida por su letalidad una vez que se presentan los síntomas. Se transmite principalmente a través de la mordedura de animales infectados, con los perros siendo responsables de la mayoría de los casos en humanos. A pesar de ser prevenible mediante la vacunación, la rabia sigue causando miles de muertes cada año, especialmente en áreas donde el acceso a la atención médica y la vacunación de animales es limitado. La prevención de la rabia incluye la vacunación de animales domésticos, la educación pública sobre los riesgos de interactuar con animales desconocidos, y la vacunación preventiva para personas en riesgo, como veterinarios y trabajadores de refugios de animales.
- La brucelosis es una zoonosis bacteriana causada por bacterias del género Brucella, que afecta principalmente a animales de granja como vacas, ovejas y cabras. Se transmite a los humanos a través del contacto con animales infectados o el consumo de productos lácteos no pasteurizados. Los síntomas en humanos pueden incluir fiebre, dolor muscular, y fatiga crónica, y aunque rara vez es mortal, la brucelosis puede causar complicaciones graves si no se trata adecuadamente. La prevención se basa en la vacunación de animales, el control sanitario de los productos animales, y la protección personal para aquellos que trabajan con ganado.
- La leptospirosis, otra enfermedad bacteriana, se transmite a través del contacto con agua o suelo contaminado con la orina de animales infectados, siendo común en áreas rurales y tropicales. Los roedores son los principales reservorios de la bacteria Leptospira, y los humanos pueden infectarse al entrar en contacto con ambientes contaminados, especialmente durante inundaciones o después de lluvias intensas. Los síntomas de la leptospirosis pueden variar desde fiebre y dolores musculares hasta complicaciones severas como insuficiencia renal y hemorragias. La prevención de la leptospirosis incluye el control de la población de roedores, el uso de equipos de protección en áreas de riesgo, y la vacunación de animales domésticos.
- La enfermedad de Lyme, causada por la bacteria Borrelia burgdorferi y transmitida a los humanos a través de la picadura de garrapatas infectadas, es otra zoonosis que ha ganado atención en las últimas décadas. Esta enfermedad es más común en zonas boscosas donde las garrapatas son abundantes, y sus síntomas pueden incluir erupciones cutáneas, fatiga, fiebre, y dolores articulares. Si no se trata, la enfermedad de Lyme puede causar complicaciones a largo plazo, como artritis crónica y problemas neurológicos. La prevención se centra en evitar las picaduras de garrapatas mediante el uso de ropa protectora, repelentes de insectos, y la revisión del cuerpo después de haber estado en áreas de riesgo.
El impacto económico a nivel mundial
Las zoonosis no solo representan un riesgo para la salud humana, sino que también tienen un impacto económico considerable. Los brotes de enfermedades zoonóticas pueden afectar la producción animal, el comercio internacional, y la seguridad alimentaria. Además, las zoonosis pueden exacerbar las desigualdades sociales y económicas, ya que las comunidades más vulnerables, como las rurales y las de bajos ingresos, a menudo tienen menos acceso a servicios de salud y recursos para prevenir y tratar estas enfermedades.
La prevención y el control de las zoonosis requieren un enfoque multidisciplinario que incluya la vigilancia epidemiológica, la investigación científica, la educación pública, y la colaboración entre sectores como la salud humana, la salud animal, y el medio ambiente. Iniciativas globales como el enfoque de “Una Sola Salud” (One Health), que reconoce la interconexión entre la salud humana, animal, y ambiental, son esenciales para abordar los desafíos que plantean las zoonosis en un mundo cada vez más globalizado e interdependiente.