Los protagonistas y cuidadores de nuestra historia y cultura maya, hombres y mujeres de Tihosuco, confirmaron la vitalidad de la lengua a través de manifestaciones artísticas, ceremonias, medicina tradicional, el ichkol, herencia de una nación maya que fue defendida con sangre y que en el 176 Aniversario de la Guerra de Castas.
Del 26 al 30 de julio se rindió homenaje a los batabes mayas que encabezaron la rebelión.
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Entonces, ¿cuál es la intención de los y las diputadas de la XVII Legislatura del Estado de Quintana Roo al realizar un evento de aniversario de la Guerra de Castas en ausencia de la ciudadanía de este pueblo?
El pasado 28 de julio, unas 40 personas de Chetumal, entre diputados y diputadas, acudieron a Tihosuco, Quintana Roo, para supuestamente celebrar el Día Estatal de la Guerra de Castas.
El evento fue realizado frente a la majestuosa iglesia en la que el Gobierno invirtió millones de pesos para su restauración y la pintura ya se ve deteriorada.
En la cancha de básquetbol, a la que le falta una canasta en un tableros, colocaron unas sillas solamente para leer un decreto de hace más de diez años y se retiraron del pueblo.
Guerra de Castas, sin la celebración que se merece
Será necesario que los legisladores aclaren: ¿Por qué no promover la memoria histórica y la identidad con los jóvenes, con los abuelos, mujeres de este pueblo de Tihosuco, reconociéndolos por la aportación diaria para conservar nuestras raíces? ¿Por qué quieren enterrar nuestro pasado histórico? ¿Qué es lo que hacen nuestros representantes del Congreso para fortalecer nuestras raíces? ¿Qué programas promueven a la cultura real y a la lengua maya para los jóvenes?
Uno que otro dirá que los y las diputadas actuaron acorde a la representación ciudadana y con ello respaldan su evento con la ausencia de los habitantes de Tihosuco.
Por ello debemos tener un Gobierno autónomo, para que los legisladores no nos sigan faltando el respeto “legalmente”; debemos evitar que se siga utilizando y lucrando con los eventos de este pueblo maya.
Alguien que le diga a los y las diputadas que hay un decreto más reciente, realizado por el ex diputado Luis Mis, publicado en el Periódico Oficial del Estado de Quintana Roo, en el que se instituyen los días 26, 27, 28, 29 y 30 del mes de julio, de cada año, para la celebración de la conmemoración de la Guerra de Castas en todos los municipios del Estado de Quintana Roo. Esperemos que para el siguiente año cumplan.
Ya no más pasarela política en los aniversarios de la Guerra de Castas, como decía mi maestro Antonio Ramírez Salinas, ya fallecido.
Esta conmemoración anual debe ser el escenario para reconocer y atender las necesidades más urgentes de la población, con brindar las oportunidades reales y equitativas para promover la lengua, historia, cultura, y todas las manifestaciones artísticas que los descendientes de esta lucha conservan con raíces vivas, porque en una nación sin macewales conscientes y orgullosos, nuestro legado está destinado a desaparecer.
Nuevo libro sobre la Guerra de Castas
Quiero reconocer a mi colega Martín G. Iglesias por su aportación al pueblo maya de Quintana Roo a través de su novela histórica “El Gavilán de XBalam Naj”, obra en la que aborda la primera parte de la guerra social maya que inició en 1847.
Seguro estoy que el contenido será una oportunidad de acercarnos a nuestra historia pasada para conocer las luchas actuales de nuestro pueblo maya y cómo lograr llevarlas a buen puerto.