El año 2021 ha sido un momento en el que la tecnología ha demostrado una vez más lo fundamental que se ha convertido para las personas, no solo para trabajar sino también para entretenerse.
En el caso de los videojuegos, la nueva generación de consolas y el desarrollo de procesadores y tarjetas gráficas más potentes para las computadoras han dado mucho de que hablar, sin embargo, existe un término que tomó fuerza y despertó dudas con respecto a esta industria: la implementación del metaverso.
Una idea “revolucionaria”
El concepto del metaverso realmente no es algo nuevo, pero tomó el ojo publico cuando fue dicho por Mark Zuckerberg en su conferencia al anunciar que su empresa, Facebook, cambiará su nombre a Meta Platforms (Meta para uso comercial), esto debido a que comenzarían a desarrollar su propio metaverso.
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Sin duda alguna esto fue un gran golpe sobre la mesa que inició un revuelo mediático para cubrir esta propuesta futurista: un ciberespacio similar al mundo real donde las personas puedan interaccionar directamente y realizar sus actividades cotidianas en un entorno totalmente virtual, aprovechando la tecnología de realidad virtual y aumentada para garantizar esta experiencia.
Esto levantó el interés de muchas personas, debido a que una de las compañías de redes sociales más importante del mundo estaba hablando de lo que realmente se pensaba que era posible en la ciencia ficción. Además, tomando en cuenta que hay más de 4.20 billones de usuarios en redes sociales, según el informe de Data Reportal, esta idea representa la evolución de estas aplicaciones para unificarse en una misma plataforma.
Pero este término no es algo que se creó por Meta, sino que lleva años entre nosotros y nos remite al libro “Snow Crash” (1992) de Neal Stephenson, una novela de ficción futurista que nos presentaba este mundo digital como una autopista gigante y a sus costados edificios y rascacielos en donde las personas desarrollarían sus actividades diarias.
Esta idea a sido reutilizada y reimaginada en muchas ocasiones alrededor del mundo, véase el caso de Tron (1982), Matrix (1999), Sword Art Online (2002) y más recientemente el éxito de Ready Player One (2011).
Como bien mencionaba antes, el concepto de lo que es el metaverso no es un misterio realmente, pero aun así solo se consideraba que sucedía en este tipo de obras totalmente ficticias. No obstante, las bases del metaverso es algo que se ha venido construyendo durante años y los videojuegos son los que lo han perfeccionado.
Cientos de mundos en un solo lugar
En el caso de los videojuegos, el metaverso es un concepto que no resulta del todo sorprende debido a que muchas de sus características pueden resultar familiares, por ejemplo de algunos juegos MMO, ya que este género de juegos se concentra en albergar una gran cantidad de jugadores, por lo que la implementación de una plataforma base en donde se pueda construir distintos mundos resulta algo que favorece tanto a los usuarios como a los desarrolladores.
Una clara muestra es Fortnite, un videojuego que llegó a la fama gracias a su Battle Royale —el cual lo ha mantenido como uno de los títulos con más jugadores en los últimos años—. Pero desde hace un tiempo, su mecánica ha venido cambiando y es que Epic Games ha declarado en varias ocasiones que la visión del juego ahora se dirigiría a fundamentar su propio metaverso y esto ya ha sido demostrado con el hecho de nuevas mecánicas de juegos que pueden crear las personas como salas personalizadas; conciertos de grandes artistas e incluso colaboraciones con movimientos sociales y museos.
Otro caso de éxito total sobre esto ha sido Roblox: gracias a su propio motor gráfico, la facilidad para crear mundos propios, personalizar a los personajes, estar en contacto con cientos de personas e incluso la función de compra o intercambio de objetos del juego; todo toma lugar en una misma plataforma, siendo esto lo más cercano a un metaverso propiamente dicho.
Y así la lista continúa, siendo posible mencionar al ahora extinto Habbo o incluso juegos como VRchat, el cual aprovecha una misma plataforma para que los usuarios creen sus mundos y puedan compartir en ellos, además con la utilización de la tecnología de realidad virtual que permite se pueda experimentar en entorno totalmente digital.
El uso de este tipo de plataformas o “metaverso” es algo que probablemente se tome con una mayor consideración para incluirse en los videojuegos, sin embargo no ha presentado un “cambio trascendental”, en primer lugar por asemejarse a lo que ya existe y en segundo lugar, a pesar de que los MMO sean un gran género, no resulta el más relevante.
Una propuesta que se distancia de los videojuegos
El metaverso es un tema que puede levantar las pasiones de las personas a las que realmente les emociona esta nueva “etapa del internet” que se aproxima rápidamente debido a las grandes ventajas que pueden otorgar. Sin embargo, el uso o implementación de ésta directamente dentro de la industria del videojuego puede no ser del todo adecuada.
La idea posee una visión más “empresarial” en un principio, véase el caso de Nvidia Omniverse, siendo una función que permite a las personas desarrollar su propio entorno virtual, siendo el ejemplo más claro la réplica de la fábrica de BMW hecha para la prueba de maquinaria automotriz; o incluso el caso de Microsoft con Teams, para poder mejorar la experiencia de conferencias en el entorno digital, de manera que se pueda estar “físicamente” con los demás.
Pero, sobre todo, uno de los temas del metaverso que puede resultar más delicado es respecto a la economía que se debe llevar dentro de ellos.
Por un lado, si bien en los videojuegos existen tokens propios o incluso poder invertir dinero en ellos, son decisiones que se toman sobre la misma cuenta personal para el disfrute de la misma; pero en el metaverso, el dinero y los objetos ya poseen un valor tangible en el mundo real, siendo la blockchain una de las bases fundamentales para mantener este sistema como algo fiable. Visto de esta forma, el metaverso toma un aspecto mayor a un “trabajo” y no solo entretenimiento.
En el caso de los videojuegos, si bien presenta ventajas a nivel de comodidad para el usuario en ciertas cosas, es necesario mencionar que son principalmente un medio de entretenimiento y que si bien ha sido pionero en el desarrollo de este tipo de tecnología, no indica que necesariamente sea la mejor para establecerse como el nuevo estándar, ya que como se dijo antes, no todos los juegos aprovechan este tipo de mecánicas, llegando al punto de ser innecesario.
Sumado a esto, se debe recordar que la base de esta idea yace en la realidad virtual, la cual es tecnología que hoy en día sigue resultando bastante costosa debido al hardware necesario para poder utilizarla en su cabalidad, por lo que en un principio no podrá ser del todo accesible para los usuarios. Es por esta misma razón que Niantic —desarrolladora de Pokemon Go—, desea desarrollar su propio metaverso mediante la realidad aumentada, para ” permitir una ‘capa del metaverso’ en el mundo real”, según John Hanke, CEO de la compañía, siendo una alternativa accesible para experimentar esta evolución digital.
No obstante, el costo para desarrollar e implementar ambas propuestas puede resultar enorme, por lo que aunque existan mejores alternativas, no llegarán en un futuro inmediato.
¿El metaverso beneficia a los videojuegos?
Queda claro que el metaverso no es algo que realmente sea algo fácil de explicar en su totalidad debido a su complejidad y mucho menos lo será colocarlo en la práctica tal como lo plantean empresas como Microsoft o Meta, por lo que hasta que esto no suceda, es un panorama bastante aún incierto.
La industria de los videojuegos es la que ha poseído el mayor crecimiento e innovación de las últimas décadas, sin embargo, la inclusión de todas las ideas que salen no siempre son la mejor opción, véase el caso del intento de implementar la tecnología de blockchain y NFT, vendiéndola como algo innovador, pero que actualmente no aporta mucho al usuario promedio de este sector.
La propuesta del metaverso realmente no es una idea que beneficie radicalmente en el ámbito de los videojuegos, ya que como bien mencionaba antes, no es algo nuevo y es por esto mismo que probablemente no se distancie mucho de lo que ya se tiene debido a que es lo justo y necesario en este momento.
Aún es pronto para dictaminar que es lo que realmente pueda aportar esta clase de idea, pero lo que si es posible decir ahora es que la idea tiene un gran potencial que debe tratarse con un sumo cuidado.