Cada año, millones de personas alrededor del mundo celebran la Pascua, una de las festividades más significativas dentro del calendario cristiano. Más allá de los tradicionales huevos de chocolate y los conejos decorativos, la Pascua encierra un profundo mensaje espiritual de renovación, vida nueva y esperanza que sigue resonando con fuerza en la actualidad.
Sin embargo, los huevos son uno de los símbolos más populares de esta festividad, especialmente entre los niños. Esta tradición tiene raíces muy antiguas: en muchas culturas antiguas, el huevo simbolizaba fertilidad y vida nueva.
También te puede interesar:Clínica pública veterinaria en Playa del Carmen registra 90% de avance

En el cristianismo, el huevo se adoptó como símbolo de la resurrección: la cáscara representa la tumba de la que Jesús resucita para dar vida al mundo. Con el tiempo, la costumbre evolucionó, y durante la Edad Media era común decorar huevos reales y regalarlos como obsequio pascual.
En los siglos XIX y XX, esta práctica se transformó con la llegada de los huevos de chocolate, especialmente en Europa. Hoy en día, los huevos de Pascua se han convertido en una tradición festiva y familiar que combina el juego, la creatividad y la dulzura, manteniendo viva la idea de la renovación y la alegría.
¿Cuándo comienza y cuándo termina la Pascua?
No tiene una fecha fija, ya que se celebra el domingo siguiente a la primera luna llena después del equinoccio de primavera en el hemisferio norte. Esto significa que puede caer entre el 22 de marzo y el 25 de abril. En 2025, por ejemplo, el Domingo de Pascua es este 20 de abril.
El Domingo de Pascua marca el final de la Semana Santa y el inicio de un período llamado Tiempo de Pascua, que se extiende por 50 días y culmina con la festividad de Pentecostés, que en 2025 se celebrará el 8 de junio.
Significado espiritual

La Pascua conmemora la resurrección de Jesucristo, tres días después de su crucifixión, según la tradición cristiana. Es una celebración de la victoria de la vida sobre la muerte, del amor sobre el odio, de la luz sobre la oscuridad. Representa la promesa de una vida nueva y una oportunidad para renacer, tanto espiritual como emocionalmente.
Más allá de su contexto religioso, la Pascua transmite un mensaje universal: siempre hay posibilidad de volver a empezar.
Importancia en el mundo actual
En un mundo marcado por desafíos como el cambio climático, las guerras, la desigualdad y la incertidumbre social, el mensaje de la Pascua se vuelve más relevante que nunca. Nos invita a reflexionar, a soltar lo que ya no nos sirve y a abrazar la posibilidad de transformación personal y colectiva.
Además, en muchas culturas, la Pascua también coincide con el inicio de la primavera, una estación que simboliza el renacer de la naturaleza y que refuerza este sentimiento de renovación.
Más que una tradición, una oportunidad
Ya sea desde la fe o desde una perspectiva más simbólica, la Pascua nos recuerda que la esperanza es posible incluso en los momentos más oscuros. Es una invitación a volver a conectar con lo esencial, a renovar nuestros compromisos con los demás y con nosotros mismos.
En tiempos de cambio, la Pascua sigue siendo un faro que guía hacia un horizonte de renovación y luz.

