La Guardia Suiza Pontificia es el ejército profesional más antiguo del mundo, fundado el 21 de enero de 1506 por el Papa Julio II. Desde entonces, ha sido la encargada de proteger al Papa y al Estado de la Ciudad del Vaticano, destacando por su fidelidad, disciplina y colorido uniforme.
Orígenes históricos
A principios del siglo XVI, el Papa Julio II solicitó a los nobles suizos un contingente de soldados para su protección personal, debido a la reputación de valentía y lealtad de los mercenarios suizos. El primer grupo de 150 soldados llegó a Roma el 2 de enero de 1506, marcando el inicio oficial de la Guardia Suiza.
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Uno de los momentos más significativos en su historia ocurrió el 6 de mayo de 1527, durante el Saqueo de Roma, cuando 147 de los 189 guardias murieron defendiendo al Papa Clemente VII de las tropas imperiales de Carlos V. Este acto heroico es conmemorado cada año el 6 de mayo, cuando los nuevos reclutas prestan juramento de fidelidad.
Funciones actuales de la Guardia Suiza Pontificia
La principal misión de la Guardia Suiza es garantizar la seguridad del Papa y de su residencia. Además, acompañan al Pontífice en sus viajes, vigilan los accesos al Vaticano, protegen al Colegio Cardenalicio durante la sede vacante y participan en ceremonias y audiencias.
Aunque su uniforme tradicional incluye alabardas y espadas, los guardias también están entrenados en el uso de armas modernas y técnicas de autodefensa.
Requisitos y formación
Para formar parte de la Guardia Suiza, los candidatos deben ser hombres solteros de nacionalidad suiza, católicos practicantes, tener entre 19 y 30 años, medir al menos 1.74 metros, haber completado la instrucción básica en las Fuerzas Armadas suizas y contar con educación secundaria o formación profesional.
La formación inicial dura dos meses, y el compromiso de servicio mínimo es de 24 meses. Tras cinco años de servicio, los miembros pueden casarse si aceptan una extensión de tres años más en el cuerpo.
Uniforme distintivo
El uniforme de la Guardia Suiza, diseñado por el comandante Jules Répond a principios del siglo XX, se inspira en los frescos de Rafael y presenta los colores azul, rojo y amarillo, asociados a la Casa de Della Rovere, a la que pertenecía el Papa Julio II.
Este atuendo, junto con el morrión adornado con plumas, es uno de los más reconocibles y antiguos en uso militar.
Con más de cinco siglos de historia, la Guardia Suiza Pontificia continúa siendo un símbolo de dedicación y servicio al Papa y al Vaticano, combinando tradición y modernidad en su labor diaria.
