CANCÚN, QR.- El cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio fue elegido como el 266.º papa de la Iglesia católica, adoptando el nombre de Francisco.
Su elección se produjo en la quinta votación del cónclave, que comenzó el 12 de marzo de 2013 y finalizó al día siguiente con la fumata blanca que anunciaba la designación del nuevo pontífice.
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La elección de Bergoglio se debió a su perfil reformista y su compromiso con una Iglesia más cercana a los fieles y a los problemas sociales.
Durante las congregaciones generales previas al cónclave, destacó la necesidad de que la Iglesia salga de sí misma y se dirija hacia las periferias existenciales, abogando por una institución menos centrada en sí misma y más enfocada en las necesidades del mundo.
Al asumir el papado, eligió el nombre de Francisco en honor a san Francisco de Asís, símbolo de pobreza, humildad y amor por la creación. El propio Bergoglio explicó que deseaba una Iglesia pobre y para los pobres, reflejando su intención de seguir el ejemplo del santo de Asís en su pontificado.
Recientemente, la salud del papa Francisco, de 88 años, ha sido motivo de preocupación. El 14 de febrero de 2025 fue ingresado en el hospital Gemelli de Roma debido a una neumonía bilateral y otras complicaciones respiratorias.
Tras 27 días de hospitalización, el último parte médico indica una mejora en su estado, con una radiografía de tórax que confirma su recuperación. Aunque su situación se mantiene estable y los médicos ya no consideran su caso de pronóstico reservado, continúa recibiendo fisioterapia respiratoria y motora, además de oxigenoterapia.
¿Renuncia del Papa Francisco?
Ante la posibilidad de una renuncia papal debido a problemas de salud, el cardenal Gianfranco Ravasi sugirió que Francisco podría considerar esta opción si su capacidad para interactuar con la gente se viera significativamente limitada.
Sin embargo, la Conferencia Episcopal Española ha expresado su confianza en la recuperación del pontífice y, por el momento, ha descartado la posibilidad de una renuncia.
En caso de que el papa Francisco decidiera renunciar, el proceso para elegir a su sucesor implicaría la convocatoria de un cónclave, donde los cardenales electores se reunirían para votar por el nuevo pontífice.
Entre los posibles candidatos se encuentran figuras destacadas dentro de la Iglesia, aunque es prematuro especular sobre nombres específicos sin una confirmación oficial de la renuncia o fallecimiento del actual papa.