El 5 de marzo de 1960, el fotógrafo cubano Alberto Korda capturó una de las imágenes más icónicas del siglo XX: el retrato de Ernesto Che Guevara (que llamó también Guerrero Heroico) con la mirada firme y desafiante, convertido en símbolo universal de la rebeldía y la lucha social. A seis décadas de aquella histórica instantánea, su impacto sigue siendo incuestionable en la cultura popular, el arte y la política global.

El hombre detrás de la cámara

Alberto Korda, nacido en La Habana en 1928, se convirtió en uno de los fotógrafos más influyentes de la Revolución Cubana. Su trabajo se caracterizaba por una combinación de sensibilidad artística y compromiso político. En un inicio, se dedicó a la fotografía de moda, pero tras el triunfo revolucionario de 1959, su lente se volcó a documentar la transformación social de Cuba, retratando a Fidel Castro, Camilo Cienfuegos y al propio Che Guevara.

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El día que nació un ícono del lente de Alberto Korda

El 5 de marzo de 1960, Korda asistía como fotógrafo oficial a un funeral masivo en La Habana tras la explosión del barco La Coubre, un ataque atribuido a la CIA. En el acto, Fidel Castro pronunció un encendido discurso contra el imperialismo, y entre los asistentes se encontraba el Che Guevara. En un instante fugaz, Korda captó al Che con su célebre boina negra y una expresión de seriedad absoluta. La imagen, tomada con una cámara Leica y un teleobjetivo de 90 mm, quedó archivada sin mayor repercusión en su momento.

De fotografía olvidada a símbolo mundial

La foto permanecía en el estudio de Korda hasta que, en 1967, el editor italiano Giangiacomo Feltrinelli la solicitó para ilustrar un libro sobre el Che. Al poco tiempo, la imagen se viralizó a nivel mundial, especialmente tras la muerte del revolucionario en Bolivia. La expresión desafiante y la composición perfecta convirtieron la fotografía en un emblema del idealismo y la resistencia.

El legado de una imagen inmortal

La imagen del Che Guevara ha sido reproducida millones de veces en carteles, camisetas, murales y obras de arte. A pesar de que Korda nunca obtuvo beneficios económicos de su obra, siempre defendió su significado, asegurando que su intención era difundir el mensaje revolucionario del Che. Hoy, a 60 años de aquella captura, la fotografía sigue siendo un testimonio visual de la historia y un reflejo del poder simbólico de la imagen en la lucha política.

Alberto Korda
Alberto Korda con su fotografía del Che Guevara. Foto: Cortesía

El legado de Alberto Korda trasciende el retrato del Che. Su trabajo documentó un momento clave del siglo XX y consolidó la capacidad de la fotografía para inmortalizar la historia y dar voz a las ideas. Su cámara no solo captó una imagen, sino que creó un mito.

Korda murió el 25 de mayo de 2001, en París, Francia.


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Periodista multifacético, especializado en todo y en ocasiones, en nada. Egresado de la UNAM, en periodismo y comunicación.