CANCÚN, QR.- El culto a la Santa Muerte ha ganado terreno en las últimas décadas en México y más allá, con raíces profundas en la cultura prehispánica de Mesoamérica y una influencia notoria de la iconografía cristiana.
La figura de la Santa Muerte, también conocida como “Niña Blanca” o “La Flaquita“, tiene un origen complejo que combina elementos de deidades mexicas con la imagen de la muerte traída por los españoles durante la época colonial.
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En las civilizaciones indígenas, especialmente entre los mexicas, se veneraban figuras relacionadas con la muerte, como Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl, quienes representaban el inframundo y la transición entre la vida y la muerte.
Sin embargo, la llegada del catolicismo alteró estas creencias: la figura de la muerte se transformó en un símbolo esquelético con una guadaña, adaptándose a la iconografía católica que enfatiza el fin de la existencia física y la idea del juicio final.
A partir de esta mezcla cultural, surgió la figura de la Santa Muerte, que comenzó a ganar seguidores como símbolo de protección y ayuda para quienes buscaban una conexión directa con la muerte sin intermediarios.
Aunque el culto a la Santa Muerte se mantuvo oculto por años, su popularidad comenzó a crecer en el siglo XX, especialmente en zonas rurales, y se consolidó a finales de siglo en áreas urbanas.
La Santa Muerte en la sociedad
Este auge es particularmente visible en sectores vulnerables de la población que ven en esta figura una guía en temas de justicia, salud, amor y trabajo.
Para sus seguidores, la Santa Muerte representa una entidad que no juzga y que escucha sin importar la situación moral o social de quien la invoca.
La devoción a la Santa Muerte se manifiesta en altares y rituales donde se le ofrecen velas, flores, bebidas y otros objetos simbólicos.
Los colores de su vestimenta adquieren un valor especial: el blanco se asocia con paz, el rojo con temas amorosos, el negro con protección, entre otros.
Estos altares, presentes tanto en hogares como en espacios públicos, reflejan la importancia de la Santa Muerte en la vida de sus seguidores, quienes ven en ella un refugio para sus preocupaciones cotidianas.
No obstante, el culto a la Santa Muerte ha generado controversia. La Iglesia Católica y otros grupos religiosos critican esta devoción, afirmando que presenta una visión distorsionada de la muerte y del cristianismo.
Además, algunos miembros de grupos delictivos también la han adoptado, relacionándola con protección en actividades criminales, lo que ha contribuido a la percepción negativa de su culto.
A pesar de ello, millones de devotos se distancian de esas asociaciones y ven a la Santa Muerte como un símbolo de consuelo y apoyo.
Actualmente, existen templos dedicados exclusivamente a la Santa Muerte, como el popular Santuario en Tepito, Ciudad de México, donde se congregan miles de personas en busca de favores.