Los periodos vacacionales, espacios dentro de un año donde quienes trabajan o estudian toman un descanso dentro de un periodo determinado, permiten desconectarse y renovar ánimos.
En el caso de los estudiantes, las vacaciones son un periodo muy relevante en términos académicos y también para su desarrollo personal y social, es por ello que en estas líneas describo algunos de los beneficios que conlleva el disfrute de tales días.
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Antes de comenzar con los beneficios de la vacación, es importante conocer los diferentes periodos de descanso de las escuelas en México. Las vacaciones para los estudiantes mexicanos son similares a los del resto del mundo, principalmente en lo que se refiere a la educación básica (preescolar, primaria y secundaria). En países como México, Estados Unidos o España las vacaciones se dividen en 3 periodos:
- Vacaciones de primavera. Este es el primer periodo vacacional del año y en México tiene una duración de 2 semanas, las cuales coinciden con la celebración católica de la Semana Santa y la Semana de Pascua. En Estados Unidos o España, este período varía entre 1 y 2 semanas.
- Vacaciones de verano. Es el periodo vacacional más extenso; en otros países dura alrededor de 10 a 12 semanas; para México anteriormente tenía la misma duración, sin embargo, en los últimos años el periodo se ha reducido y dura, oficialmente, alrededor de 5 semanas.
- Vacaciones de invierno. Periodo del que disfrutamos estos días, el cual se relaciona con las fiestas católicas como la Navidad y también con el fin e inicio del año según el Calendario Gregoriano. Al igual que las vacaciones de primavera, en Estados Unidos, este período varía entre 1 y 2 semanas. Para España su duración es de alrededor de 2 semanas y para México su duración se ha extendido a alrededor de 3 semanas, pues anteriormente el periodo de vacación invernal comprendía solo 2 semanas.
En cuanto a la educación media superior y superior, los periodos vacacionales varían ampliamente entre las diversas instituciones, sus propios calendarios y la modalidad de estudio, aunque se mantienen los periodos de primavera (1 o 2 semanas) e invierno (2 semanas).
En resumen, en nuestro país, los estudiantes de educación básica disfrutan de aproximadamente 10 semanas de vacaciones al año (esto sin contar las suspensiones por días festivos y/u oficiales); ahora veamos cómo ayuda a los estudiantes esos 2.5 meses sin asistir a la escuela.
- Liberarse del estrés. El simple hecho de no asistir a clases brinda la oportunidad de liberarse del estrés acumulado por el cumplimiento de horarios estrictos, tareas y deberes tanto en estudiantes jóvenes como en los niños.
- Se rompe con la monotonía. Muchos psicólogos aseguran que es necesario el descanso en los niños para que jueguen y también tengan la oportunidad de aburrirse pues el aburrimiento es necesario para romper con la monotonía lo cual es importante para el desarrollo de la curiosidad, la imaginación y la creatividad.
- Dedicar tiempo a actividades extracurriculares, como el deporte, la música, el arte. Esto permite desarrollar nuevas habilidades, expandir su creatividad y aprender de manera autónoma. Además que el disfrutar de experiencias distintas les permitirá ir desarrollando más su personalidad al ir descubriendo sus preferencias.
- Se fortalecen los vínculos familiares al dedicar tiempo a actividades de recreación (como los juegos de mesa, el jugar videojuegos en familia, pasear en bicicleta, etc.), planificar y realizar viajes o excursiones o el simple hecho de pasar tiempo de calidad entre padres e hijos sin la presión de las actividades cotidianas son actividades que permiten mejorar las relaciones familiares al crear recuerdos positivos.
- Mejoran las habilidades sociales y la capacidad de adaptación. Durante la vacación, los niños tiene que convivir con personas externas a su núcleo habitual lo cual es muy positivo pues los ayuda a mejorar el desarrollo de sus habilidades sociales, al mismo tiempo que el adaptarse a nuevos ambientes y personas, aprenderán a ser más tolerantes y respetuosos.
- Fomentan la interacción con la naturaleza y el entorno. Los periodos vacacionales sirven para estar más en contacto con la playa, los bosques, o simplemente con los parques locales, y de estos espacios se obtienen muchos beneficios. Uno de los más importantes es el hecho de que el simple contacto con la naturaleza mejora la salud, por ejemplo, la exposición adecuada a la vitamina D favorece la salud ósea y ayuda a minimizar los problemas relacionados con la diabetes y las enfermedades cardíacas, el jugar con la tierra ha demostrado reducir los niveles de ansiedad y estrés en los niños. Otro de los beneficios de estar en con contacto con la naturaleza es al fomentar la conexión niño-naturaleza pues se aprende la importancia de cuidar el planeta.
- Permite desarrollar la toma de decisiones. El trajín de la vida diaria nos hace tener agendas en las que difícilmente los hijos pueden tomar decisiones acordes a su edad, sin embargo, durante las vacaciones, el preguntarles qué quieren hacer permite aumentar sus niveles de autonomía y responsabilidad.
En conclusión, es importante entender a las vacaciones como una oportunidad para que estudiantes, grandes y pequeños, crezcan y sigan desarrollándose en las diferentes áreas de sus vidas, así como para recargar sus ganas y energía para continuar con sus estudios y los procesos cognitivos implicados en ellas.