La decisión del Presidente Andrés Manuel López Obrador de reducir la entrega de vacunas por parte de Pfizer para cederla a países pobres, ha sido tomada sin pena ni gloria por sus detractores. Pero justo cuando el jefe de la Nación se encuentra en esta ventisca, surge una investigación que revela lo que ha pagado México a la farmacéutica AstraZeneca.
Realizada por periodistas de la organización Poder, cuyo financiamiento lo recibe de organismos internacionales, la investigación arroja que el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y Adolescencia (CenSIA) pagó 309 millones 600 mil dólares, por la adquisición de vacunas SARS-CoV-2.
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Este dato lo obtuvo del contrato publicado en Compranet, en el que no se detalla el número de vacunas compradas por México.
Miriam Esther Veras Godoy, recientemente renunció a la dirección de CenSIA.
Poder recuerda que en un comunicado difundido por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), se dio a conocer que el acuerdo suscrito con AstraZeneca fue por 77.4 millones de dosis, cantidad que se desconoce si es la que se pagará con los 309 millones 600 mil dólares.
De ser así, el costo por cada vacuna sería de cuatro dólares, rango de precio que en su momento dio a conocer la Fundación Carlos Slim.
Claudia Ocaranza coordinadora de periodismo de la organización Poder, en entrevista, dijo que las cifras están reservadas por cláusulas de confidencialidad de esta y otras farmacéuticas, que son las que están poniendo las reglas del juego.
El trasfondo de la ocupación hospitalaria
Otra investigación sobre la falta de fiabilidad de los datos que proporciona la Secretaría de Salud sobre la ocupación hospitalaria, fue dada a conocer por el sitio independiente Serendipia, y en la que se establece que es imposible replicar sus resultados.
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Detalla que intentó calcular los porcentajes que la Secretaría de Salud muestra en las conferencias en Palacio Nacional, por medio de los datos desagregados por unidad médica disponibles en la plataforma de la red IRAG y fue imposible.
Al calcular el promedio estatal basado en los porcentajes de ocupación hospitalaria por unidad médica, los resultados varían entre uno y cinco puntos porcentuales comparados con las cifras que presenta la Secretaría de Salud en la plataforma de la red Infección Respiratoria Aguda Grave (IRAG) y en sus conferencias diarias, indica Serendipia.
Estas dos investigaciones arrojan información importante y documentada, de lo que ocurre en la compra de vacunas y en los datos que se están ofreciendo de forma oficial en ocupación hospitalaria el Gobierno de México. Cada una pone énfasis en la ausencia de transparencia y en el ocultamiento intencional de cifras que no son fidedignas.
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Esta es la mejor forma de poner en evidencia a un gobierno que está dispuesto a sepultar la transparencia con la desaparición de los órganos autónomos como el INAI, y no como la que han difundido “periodistas” que solo vomitan argumentos sin sustento, y que son más producto de su animadversión contra la Cuarta Transformación que un real espíritu por vigilar y revelar los entretelones del poder.